Pecar contra el Espíritu no consiste en hablar mal de él, sino en rechazar la invitación de Dios a la vida de la gracia. Esto puede incluir, el encerrarnos detrás de posiciones teológicas, filosóficas o científicas que van bloqueando la acción de la gracia que busca la unidad y la paz.
No desaproveches hoy la oportunidad que Dios te da para amarle más y para descubrir en él la única fuente de la verdad y de la auténtica felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario