AÑO DE LA MISERICORDIA

sábado, 11 de octubre de 2014

CURSILLOS EN LA ESCUELA DE EVANGELIZACIÓN 2014-15

Hoy comienzan las jornadas formativas de la Escuela de Evangelización de nuestra diócesis.
Seguimos formando parte de este proyecto de evangelización de Primer Anuncio.
Lo encomendamos a la Madre, Estrella de la Evangelización.
Que muchas persona puedan experimentar el Amor de Dios y conocer personalmente a Cristo presente en su Iglesia.
¡De colores!

1 comentario:

  1. En estos días estamos viviendo una verdadera batalla entre la cultura de la vida y la cultura de la muerte, tal como nos enseñó nuestro recordado y queridísimo Juan Pablo II.

    Muy importante y tarea nos queda para evangelizar a muchas personas que no conocen a Cristo
    Pidamos a nuestra madre un resorte de bendiciones para esta labor en nombre de su Hijo Jesus.
    Virgen y Madre María,
    tú que, movida por el Espíritu,
    acogiste al Verbo de la vida
    en la profundidad de tu humilde fe,
    totalmente entregada al Eterno,
    ayúdanos a decir nuestro «sí»
    ante la urgencia, más imperiosa que nunca,
    de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.

    Tú, llena de la presencia de Cristo,
    llevaste la alegría a Juan el Bautista,
    haciéndolo exultar en el seno de su madre (Lc 1,41).
    Tú, estremecida de gozo,
    cantaste las maravillas del Señor (Lc 1,46ss).
    Tú, que estuviste plantada ante la cruz
    con una fe inquebrantable (Jn 19-25)
    y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
    recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
    para que naciera la Iglesia evangelizadora (Hch 1,14).

    Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados
    para llevar a todos el Evangelio de la vida
    que vence a la muerte.
    Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
    para que llegue a todos
    el don de la belleza que no se apaga.

    Tú, Virgen de la escucha y la contemplación (Lc 2,19),
    madre del amor (Si 24, 24 Vulgata), esposa de las bodas eternas (Ap19, 7) ,
    intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo,
    para que ella nunca se encierre ni se detenga
    en su pasión por instaurar el Reino.

    Estrella de la nueva evangelización,
    ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
    del servicio, de la fe ardiente y generosa,
    de la justicia y el amor a los pobres,
    para que la alegría del Evangelio
    llegue hasta los confines de la tierra
    y ninguna periferia se prive de su luz.

    Madre del Evangelio viviente,
    manantial de alegría para los pequeños,
    ruega por nosotros.
    Amén. Aleluya.
    Saludos
    Eliseo Cuesta

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