Los Reyes le ofrecieron oro, incienso y mirra y el Niño nos regaló a todos el Amor de Dios, la verdadera Vida, la Salvación...
Querido Jesús, el Niño Dios: te ofrendamos nuestras vidas y lo que somos y tenemos; queremos acogerse a Ti y todo lo que nos das para que dé fruto y cada día avancemos en la construcción de la Civilización del Amor.
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