sábado, 31 de enero de 2015

DEL 5 FEBRERO AL 1 OCTUBRE: NOVENA MUNDIAL DE ADORACIÓN POR SÍNODO DE LA FAMILIA

Bajo el patrocinio de Santa Teresita de Lisieux

Novena mundial de adoración eucarística para el Sínodo de la familia de octubre

El Papa San Juan Pablo II dijo una vez: «A través de la adoración, el cristiano contribuye misteriosamente a la transformación radical del mundo». Por este motivo, y en respuesta al llamamiento del Papa Francisco a los fieles para que ofrezcan oraciones especiales durante este año por el Sínodo de la familia de octubre de 2015, se ha lanzado una novena mundial de adoración eucarística para llevar a la Iglesia, al Papa, a los padres sinodales y a todas las familias al Sagrado Corazón de Jesús en el Santísimo Sacramento.
30/01/15 12:08 PM | Imprimir | Enviar
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Sinodo 2015
(Aleteia/InfoCatólica) La Sociedad de la Adoración Eucarística para el Sínodo de la Familia 2015, una iniciativa laica nacida el pasado año en Roma, está invitando al clero, a religiosos y fieles de todo el mundo a tomar parte en ella.
Cofundada por Christine McCarthy, madre de seis hijos y autora de un libro de oraciones y meditaciones para la adoración eucarística titulado I The Lord Am With You Always, la Sociedad de la Adoración Eucarística busca dedicar el primer jueves de cada mes, durante nueve meses consecutivos, a la adoración eucarística mundial, comenzando el 5 de febrero para terminar el 1 de octubre, fiesta de Santa Teresa de Lisieux, tres días antes de la apertura del Sínodo.
McCarthy afirmó haber tenido la inspiración de lanzar la iniciativa después del Sínodo sobre la familia celebrado en octubre de 2014. «Ha habido muchas discusiones entre la jerarquía, los oficiales de la Curia, los jóvenes sacerdotes, los seminaristas, los estudiantes religiosos y laicos, no sólo en Roma, sino en muchas partes del mundo», declaró. «Creo que es correcto decir que muchos estaban y están confundidos sobre la dirección que está tomando la Iglesia sobre el tema del matrimonio y de la Santa Eucaristía».
«El Papa Francisco acogió la discusión, pero también pidió oraciones por el Sínodo de la familia que tendrá lugar dentro de nueve meses. La novena mundial de adoración eucarística nace de la petición del Santo Padre de rezar por la Iglesia y por los padres sinodales.
La lista completa de fechas de la novena de adoración eucarística es la siguiente:
  • Jueves 5 febrero (Santa Ágata)
  • Jueves 5 marzo (II Jueves de Cuaresma)
  • Jueves 2 abril (Jueves Santo)*
  • Jueves 7 mayo (V Jueves de Pascua)
  • Jueves 4 junio (Corpus Christi)
  • Jueves 2 julio (XIII Jueves del Tiempo Ordinario)
  • Jueves 6 agosto (Transfiguración)
  • Jueves 3 septiembre (San Gregorio Magno)
  • Jueves 1 octubre (Santa Teresa di Lisieux)

    *Dado que esta fecha corresponde al Jueves Santo, a los fieles se pide simplemente que sigan los ritos litúrgicos normales de la Iglesia ese día, que incluyen la adoración del Santísimo Sacramento ante el altar de la reposición después de la Misa in coena Domini.
Fieles de África, de las Américas, de Asia, Australia y Europa se han comprometido ya en la iniciativa, y en el esfuerzo de difundir la novena en el mundo. La Sociedad de la Adoración Eucarística está invitando al clero, religiosos, parroquias, familias y a todos los laicos católicos a organizar una jornada de adoración eucarística en las fechas indicadas, en base a las posibilidades y a las circunstancias.
Por ejemplo, una comunidad religiosa de monjas de clausura podría dedicar la propia Hora Santa diaria a la intención; un párroco podría organizar una jornada o una vigilia especial de adoración eucarística (y posiblemente la confesión) para sus parroquianos y para las parroquias cercanas; una familia podría hacer una visita al Santísimo Sacramento juntos para rezar el Rosario y pasar el tiempo tranquilamente con el Señor; un laico o una laica podrían comprometerse a ofrecer una hora de adoración eucarística en la capilla o iglesia de la adoración local, por el papa, los padres sinodales y la Iglesia.
Clero y fieles son invitados a visitar el sitio web y la página de la novena en Facebook. Actualizaciones regulares sobre esta iniciativa, sobre los temas de cada mes y citas sobre la adoración eucarística y sobre el matrimonio y la vida familiar tomadas del Magisterio de la Iglesia se distribuirán por Facebook. Los fieles interesados en tomar parte en la iniciativa pueden incluir detalles de su participación, nombre (opcional), ciudad y país, compromiso de la novena) en la página Facebook o en el hashtag Twitter #adore4synod.
Todos los fieles son invitados también a difundir la novena en el mundo a través de los social media.
El cardenal Wilfred Napier OFM, arzobispo de Durban (Sudáfrica) es uno de los cuatro presidentes del consejo del Sínodo, ha promovido la novena, describiendo la iniciativa como «una de las mejores preparaciones que la Iglesia podría emprender para la segunda sesión del Sínodo de la familia».
«La Iglesia es una madre misericordiosa», dijo McCarthy, que proviene de Sydney (Australia). «Es también fiel a su enseñanza, la de Cristo. Misericordia y fidelidad se encuentran, como leemos en los salmos. Con esta novena de adoración ante el próximo Sínodo sobre la familia, nuestras esperanzas y oraciones son que la misericordia y la fidelidad se abracen, que la Iglesia siga conservando la gran reverencia debida a la Santa Eucaristía y la indisolubilidad del matrimonio entre un hombre y una mujer, respetando al mismo tiempo a todos los hombres y mujeres independientemente de su situación, respetando su dignidad de hijos de Dios y siguiendo, como siempre, perdonando y santificando a cuantos desean crecer en gracia».
¿Por qué Santa teresa de Lisieux? Santa Teresa del Niño Jesús, Doctora de la Iglesia, es la patrona de la novena de adoración eucarística para el Sínodo de 2015. Hemos elegido a Santa Teresa por varias razones.
En primer lugar, porque el último día de la novena será el 1 de octubre, que en el nuevo calendario es su fiesta.
En segundo lugar, Santa Teresa nos muestra cómo un alma que adora al Señor en el Santísimo Sacramento puede cambiar el mundo. Aunque como carmelita nunca dejó Francia, la Iglesia la declaró copatrona de las misiones junto a san Francisco Javier para ponernos siempre delante que la fecundidad misionera de la Iglesia se realiza por la gracia obtenida por la oración.
En tercer lugar, la madre y el padre de Santa Teresa fueron recientemente beatificados – el 19 de octubre de 2008 – y son un ejemplo luminoso de matrimonio y vida familiar, mostrándonos que el matrimonio y la vida familiar vividos según el proyecto de Dios son una vocación y llamada a la santidad, y una fuente de alegría.
Papa Francisco, en fin, parece amar mucho a santa Teresita y la cita a menudo. En su Mensaje para Cuaresma 2015, citó una de las cartas que la santa escribió poco antes de morir, en que declaró: «Cuento mucho con no quedarme inactiva en el cielo, mi deseo es trabajar aún para la Iglesia y por las almas» (Carta 254 del 14 julio 1897).
En el mismo mensaje el papa dijo también que «para recibir y hacer fructificar plenamente cuanto Dios nos da hay que superar los límites de la Iglesia visible en dos direcciones. En primer lugar, uniéndonos a la Iglesia del cielo en la oración». Invitemos por tanto a Santa Teresa a trabajar e interceder por la Iglesia, el papa y los padres sinodales, confiados en su continua y poderosa ayuda.

Más información:
Sito web: http://adorationforsynod2015.blogspot.it/
Facebook: https://www.facebook.com/pages/Eucharistic-Adoration-Society-for-Synod-on-the-Family-2015/591088340993263?ref=hl
Twitter: @adore4synod

infocatolica.com

MUÉSTRATE SIEMPRE ALEGRE (D. Bosco, el santo de la alegría)



"Muéstrate siempre alegre, pero que tu sonrisa sea sincera" (Don Bosco)

Don Bosco, el santo de la alegría

A Don Bosco se le ha llamado con razón «el santo de la alegría». Cuando Pablo VI, el año 1975, regaló a la Iglesia su carta sobre la alegría, «Gaudete in Domino», nombró a San Juan Bosco como uno de los santos que mejor habían aprendido y comunicado el carisma de la alegría Ya en sus tiempos de estudiante en Chieri, hacia el 1832, fundó «la Sociedad de la Alegría» entre sus compañeros, mostrando su opción por buscar lo positivo en la vida y evitar toda tristeza («melancolía, fuera de la casa mía»). Y esa fue una de las claves principales de su pedagogía con los niños y los jóvenes: la vida entendida como fiesta y la fe como felicidad. Por una parte, la música, el teatro, las excursiones, el deporte. Por otra, la alegría sobrenatural de la fe. En todo momento la alegría del existir, del poder trabajar, de la entrega a los demás, la alegría de la vida de cada día. El optimismo, la confianza en Dios y en las personas, saber ver y gozarse de los valores que hay en este mundo, sin lamentarse continuamente, son los secretos de su pedagogía humana y religiosa. La alegría envuelve la vida de piedad y el estudio, abre a la esperanza y suscita energías para hacer el bien. En la famosa carta de 1884, desde Roma, lo que más echa de menos don Bosco, y recomienda que recuperen, es la alegría que antes reinaba en sus colegios, y que los impregnaba de serenidad y cercanía. Don Bosco, por el camino de la alegría, condujo a muchos jóvenes a cimas importantes de espiritualidad cristiana. Domingo Savio, su discípulo predilecto, describiéndole a su amigo Gavio el programa de la vida del Oratorio de Valdocco, lo resumió en una frase: «Nosotros hacemos consistir la santidad en estar alegres». No es una frase ocurrente y superficial. La alegría, en la pedagogía de don Bosco, es fruto de la conjunción de valores muy profundos, humanos y cristianos a la vez: la conciencia de ser hijos de Dios, el cumplimiento del deber, la piedad eucarística y la devoción a la Virgen, la visión concreta y sencilla del camino de la santidad, los valores de las personas y de la vida. Hay frases predilectas de don Bosco que nos revelan el secreto de su serenidad: la del Eclesiastés (3,12), que tenía como señal en su breviario: «No hay más felicidad que alegrarse y buscar el bienestar en la vida»; la de Santa Teresa de Jesús: «Nada te turbe, nada te espante», que fue el primer consejo a sus directores en los «recuerdos» de 1886; y la consigna que da a los suyos: «Haced el bien, estad alegres y dejad que canten los pájaros». Un pensador, F. Orestano, afirmó que «si san Francisco de Asís santificó la naturaleza y la pobreza, san Juan Bosco santificó el trabajo y la alegría». Por eso, el buen humor, la risa, el rechazo de las actitudes sin naturalidad y de las distancias de respeto hacia el educador, aunque sea sacerdote o religioso, todo ello unido al optimismo de fondo, hace del clima educativo salesiano un clima de distensión donde se vive a gusto, y en el que uno se siente un poco como en su casa, y en el que se percibe que una libertad real es posible. Así se entiende que en la casa de don Bosco el juego, el teatro, la expresión corporal, la gimnasia, el canto, etc., tienen tanta importancia. Es el cuerpo que expresa la alegría de vivir de la persona; esa alegría que se encuentra viviendo en un clima de confianza y de paz con Dios. Pues, para don Bosco, es en la medida en que uno está en paz como se encuentra en profunda paz consigo mismo y con los demás: todo esto parece muy ordinario hoy. Pero, ¿ha pasado también a los actos? ¿Habría tantos jóvenes buscando el calor artificial de las sectas o de ciertas comunidades informales, si hubieran encontrado en su familia, en su escuela, en la residencia de estudiantes, este clima de paz y de serenidad alegre que creaba don Bosco a su alrededor? Es verdad que existen paces falsas que pueden desarmar a los jóvenes, pero la verdadera alegría, la que brota del encuentro profundo del otro con Dios, tiene siempre un papel desestabilizador. Hace sentir cuán falsas son las promesas de felicidad hechas por la publicidad de nuestra sociedad, esas promesas que nos hacen creer que la felicidad surgirá de la acumulación de los bienes, del dinero y de los objetos de consumo. La verdadera alegría, por el contrario, transmite deseos de cambiar algo; la verdadera alegría nos enseña que la felicidad brota de la relación y del encuentro con el otro. La verdadera alegría busca con quién comunicarse. Tal vez por eso, a poco más de cien años de la muerte de don Bosco, 16.913 salesianos, 15.308 salesianas, más cientos de miles de cooperadores, antiguos alumnos y simpatizantes de la llamada Familia Salesiana, esparcidos por el mundo, intentan transmitir el mensaje de su fundador. ¡Cómo entendió don Bosco la importancia que tiene, para los grupos juveniles, «la vida del patio». Con la iglesia y con las aulas es uno de los tres principales factores educativos; y es para la sicología del chico, como para las posibilidades formativas, un elemento indispensable. La vida del patio es el lugar clásico donde se revela la índole del jovencito, y donde se le puede estudiar para orientarlo. Saber educar en medio del recreo y con el recreo, es una especialidad de la tradición de don Bosco. Él siempre quería la alegría, el movimiento, el ruido. «Désele al niño amplia libertad para correr, saltar, alborotar a su gusto», ha dejado escrito en sus páginas de oro. La alegría, el regocijo, es, en la casa de don Bosco, el undécimo mandamiento, y es un factor de primer orden en su pedagogía. No podía ver a los muchachos cabizbajos y enfurruñados: temía el ocio en los recreos; por eso no quería bancos en los patios de sus casas. Don Bosco fascinaba a sus jóvenes sobre todo con sus juegos de mano, con su arte y con su maestría en el juego. Él era lo que conviene mucho a todo pedagogo, un «magíster ludi» de alta cualidad, y el juego era para él el elemento de la alegría. El método pedagógico que don Bosco desarrolló en los años de la fundación de su ciudad juvenil en Turín (1846) tenía que ser una pedagogía de la alegría. Para concluir: una invitación a la alegría cristiana y salesiana. Es una herencia de corazón de la Virgen María en su Magnificat. Preciosa la que recibimos del evangelio de Jesús y del patrimonio de nuestros mayores en la Familia Salesiana. Vivir en alegría, porque nos sentimos amados por Dios, en su presencia, invadidos por la energía vital del Resucitado, llenos de su Buena Noticia, poseídos de su Espíritu, imitando la alegría de corazón de la Virgen María en su Magnificat. Una alegría que, antes de ser pedagogía, es forma de vida y convicción de fe que brota del Evangelio y que luego, espontáneamente, se transmite a los demás, haciéndoles uno de los mejores regalos que se les puede hacer en este mundo de hoy: la alegría.

HIGINIO MARTÍNEZ CRESPO



ALEGRÍA, ESTUDIO Y PIEDAD, EL MEJOR PROGRAMA PARA HACERTE FELIZ (Don Bosco)




DON BOSCO






¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?

 

Hoy, el Señor riñe a los discípulos por su falta de fe: «¿Cómo no tenéis fe?» (Mc 4,40). Jesucristo ya había dado suficientes muestras de ser el Enviado y todavía no creen. No se dan cuenta de que, teniendo con ellos al mismo Señor, nada han de temer. Jesús hace un paralelismo claro entre “fe” y “valentía”.

En otro lugar del Evangelio, ante una situación en la que los Apóstoles dudan, se dice que todavía no podían creer porque no habían recibido el Espíritu Santo. Mucha paciencia le será necesaria al Señor para continuar enseñando a los primeros aquello que ellos mismos nos mostrarán después, y de lo que serán firmes y valientes testigos.

Estaría muy bien que nosotros también nos sintiéramos “reñidos”. ¡Con más motivo aun!: hemos recibido el Espíritu Santo que nos hace capaces de entender cómo realmente el Señor está con nosotros en el camino de la vida, si de verdad buscamos hacer siempre la voluntad del Padre. Objetivamente, no tenemos ningún motivo para la cobardía. Él es el único Señor del Universo, porque «hasta el viento y el mar le obedecen» (Mc 4,41), como afirman admirados los discípulos.

Entonces, ¿qué es lo que me da miedo? ¿Son motivos tan graves como para poner en entredicho el poder infinitamente grande como es el del Amor que el Señor nos tiene? Ésta es la pregunta que nuestros hermanos mártires supieron responder, no ya con palabras, sino con su propia vida. Como tantos hermanos nuestros que, con la gracia de Dios, cada día hacen de cada contradicción un paso más en el crecimiento de la fe y de la esperanza. Nosotros, ¿por qué no? ¿Es que no sentimos dentro de nosotros el deseo de amar al Señor con todo el pensamiento, con todas las fuerzas, con toda el alma?

Uno de los grandes ejemplos de valentía y de fe, lo tenemos en María, Auxilio de los cristianos, Reina de los confesores. Al pie de la Cruz supo mantener en pie la luz de la fe... ¡que se hizo resplandeciente en el día de la Resurrección!

viernes, 30 de enero de 2015

LETANÍA DEL PAPA PARA ESTA CUARESMA

Aprende la letanía que el Papa Francisco nos pide rezar en esta Cuaresma

Por Abel Camasca

 Francisco Rezando / AlanHoldren / ACIPrensa
Francisco Rezando / AlanHoldren / ACIPrensa
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ROMA, 29 Ene. 15 / 04:08 pm (ACI).- En el Mensaje para la Cuaresma 2015, el Papa Francisco mencionó una súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús, que él desea orar con la Iglesia para que se tenga “un corazón fuerte y misericordioso”.
"Por esto, queridos hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: ‘Fac cor nostrum secundum Cor tuum’: ‘Haz nuestro corazón semejante al tuyo’ (Súplica de las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús)”, escribió el Papa Francisco.
Las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús fueron aprobadas para toda la Iglesia en 1891. San Juan Pablo II en 1982 dijo que “Las letanías del Corazón de Jesús se inspiran abundantemente en las fuentes bíblicas y, al mismo tiempo, reflejan las experiencias más profundas de los corazones humanos. Son, a la vez, oración de veneración y de diálogo auténtico”.
Lea el mensaje completo del Papa Francisco para la Cuaresma 2015 en: https://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-mensaje-del-papa-francisco-para-la-cuaresma-2015-44676/

aciprensa

JESUCRISTO, PEQUEÑA SEMILLA SEPULTADA, QUE SE IRGUIÓ COMO GRAN ÁRBOL





San Gregorio Magno (c. 540-604), papa y doctor de la Iglesia
Homilía sobre San Mateo 13
“Si el grano de trigo con cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere da mucho fruto.” (Jn 12,24)
    “El Reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo...cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas”(Mt 13,31).

    Esta pequeña semilla es para nosotros el símbolo de Jesucristo que, sepultado en la tierra del jardín, surgió poco después en su resurrección y se irguió como un gran árbol.

    Se puede decir que cuando murió fue como una pequeña semilla. Fue un grano de semilla por la humillación en la carne y un gran árbol por la glorificación en majestad. Fue un grano de semilla cuando se presentó ante nuestros ojos desfigurado, y un gran árbol cuando resucitó como el más bello de los hombres(cf Sal 44,3).

    Las ramas de este árbol santo son los predicadores del evangelio de los cuales nos dice un salmo: “por toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje” (Sal 18,5). Los pájaros anidan en sus ramas cuando las almas de los justos se elevan por encima de los atractivos de la tierra, y, apoyándose en sus alas de  santidad, encuentran en las palabras de los predicadores del evangelio el consuelo que necesitan en las penas y fatigas de esta vida.
 

©Evangelizo.org

El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano y la tierra da el fruto por sí misma


Hoy Jesús habla a la gente de una experiencia muy cercana a sus vidas: «Un hombre echa el grano en la tierra (...); el grano brota y crece (...). La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga» (Mc 4,26-28). Con estas palabras se refiere al Reino de Dios, que consiste en «la santidad y la gracia, la Verdad y la Vida, la justicia, el amor y la paz» (Prefacio de la Solemnidad de Cristo Rey), que Jesucristo nos ha venido a traer. Este Reino ha de ser una realidad, en primer lugar, dentro de cada uno de nosotros; después en nuestro mundo.

En el alma de cada cristiano, Jesús ha sembrado —por el Bautismo— la gracia, la santidad, la Verdad... Hemos de hacer crecer esta semilla para que fructifique en multitud de buenas obras: de servicio y caridad, de amabilidad y generosidad, de sacrificio para cumplir bien nuestro deber de cada instante y para hacer felices a los que nos rodean, de oración constante, de perdón y comprensión, de esfuerzo por conseguir crecer en virtudes, de alegría...

Así, este Reino de Dios —que comienza dentro de cada uno— se extenderá a nuestra familia, a nuestro pueblo, a nuestra sociedad, a nuestro mundo. Porque quien vive así, «¿qué hace sino preparar el camino del Señor (...), a fin de que penetre en él la fuerza de la gracia, que le ilumine la luz de la verdad, que haga rectos los caminos que conducen a Dios?» (San Gregorio Magno).

La semilla comienza pequeña, como «un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas» (Mc 4,31-32). Pero la fuerza de Dios se difunde y crece con un vigor sorprendente. Como en los primeros tiempos del cristianismo, Jesús nos pide hoy que difundamos su Reino por todo el mundo.

jueves, 29 de enero de 2015

EL CARISMA DEL MCC EN NUESTRA SESIÓN DE ESCUELA


¿Acaso se trae la lámpara para ponerla debajo del celemín o debajo del lecho?


Hoy, Jesús nos explica el secreto del Reino. Incluso utiliza una cierta ironía para mostrarnos que la “energía” interna que tiene la Palabra de Dios —la propia de Él—, la fuerza expansiva que debe extenderse por todo el mundo, es como una luz, y que esta luz no puede ponerse «debajo del celemín o debajo del lecho» (Mc 4,21).

¿Acaso podemos imaginarnos la estupidez humana que sería colocar la vela encendida debajo de la cama? ¡Cristianos con la luz apagada o con la luz encendida con la prohibición de iluminar! Esto sucede cuando no ponemos al servicio de la fe la plenitud de nuestros conocimientos y de nuestro amor. ¡Cuán antinatural resulta el repliegue egoísta sobre nosotros mismos, reduciendo nuestra vida al marco de nuestros intereses personales! ¡Vivir bajo la cama! Ridícula y trágicamente inmóviles: “autistas” del espíritu.

El Evangelio —todo lo contrario— es un santo arrebato de Amor apasionado que quiere comunicarse, que necesita “decirse”, que lleva en sí una exigencia de crecimiento personal, de madurez interior, y de servicio a los otros. «Si dices: ¡Basta!, estás muerto», dice san Agustín. Y san Josemaría: «Señor: que tenga peso y medida en todo..., menos en el Amor».

«‘Quien tenga oídos para oír, que oiga’. Les decía también: ‘Atended a lo que escucháis’» (Mc 4,23-24). Pero, ¿qué quiere decir escuchar?; ¿qué hemos de escuchar? Es la gran pregunta que nos hemos de hacer. Es el acto de sinceridad hacia Dios que nos exige saber realmente qué queremos hacer. Y para saberlo hay que escuchar: es necesario estar atento a las insinuaciones de Dios. Hay que introducirse en el diálogo con Él. Y la conversación pone fin a las “matemáticas de la medida”: «Con la medida con que midáis, se os medirá y aun con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará» (Mc 4,24-25). Los intereses acumulados de Dios nuestro Señor son imprevisibles y extraordinarios. Ésta es una manera de excitar nuestra generosidad.

miércoles, 28 de enero de 2015

El sembrador siembra la Palabra


Hoy escuchamos de labios del Señor la “Parábola del sembrador”. La escena es totalmente actual. El Señor no deja de “sembrar”. También en nuestros días es una multitud la que escucha a Jesús por boca de su Vicario —el Papa—, de sus ministros y... de sus fieles laicos: a todos los bautizados Cristo nos ha otorgado una participación en su misión sacerdotal. Hay “hambre” de Jesús. Nunca como ahora la Iglesia había sido tan católica, ya que bajo sus “alas” cobija hombres y mujeres de los cinco continentes y de todas las razas. Él nos envió al mundo entero (cf. Mc 16,15) y, a pesar de las sombras del panorama, se ha hecho realidad el mandato apostólico de Jesucristo.

El mar, la barca y las playas son substituidos por estadios, pantallas y modernos medios de comunicación y de transporte. Pero Jesús es hoy el mismo de ayer. Tampoco ha cambiado el hombre y su necesidad de enseñanza para poder amar. También hoy hay quien —por gracia y gratuita elección divina: ¡es un misterio!— recibe y entiende más directamente la Palabra. Como también hay muchas almas que necesitan una explicación más descriptiva y más pausada de la Revelación.

En todo caso, a unos y otros, Dios nos pide frutos de santidad. El Espíritu Santo nos ayuda a ello, pero no prescinde de nuestra colaboración. En primer lugar, es necesaria la diligencia. Si uno responde a medias, es decir, si se mantiene en la “frontera” del camino sin entrar plenamente en él, será víctima fácil de Satanás.

Segundo, la constancia en la oración —el diálogo—, para profundizar en el conocimiento y amor a Jesucristo: «¿Santo sin oración...? —No creo en esa santidad» (San Josemaría).

Finalmente, el espíritu de pobreza y desprendimiento evitará que nos “ahoguemos” por el camino. Las cosas claras: «Nadie puede servir a dos señores...» (Mt 6,24).

martes, 27 de enero de 2015

Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre

 

Hoy contemplamos a Jesús —en una escena muy concreta y, a la vez, comprometedora— rodeado por una multitud de gente del pueblo. Los familiares más próximos de Jesús han llegado desde Nazaret a Cafarnaum. Pero en vista de la cantidad de gente, permanecen fuera y lo mandan llamar. Le dicen: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan» (Mc 3,31).

En la respuesta de Jesús, como veremos, no hay ningún motivo de rechazo hacia sus familiares. Jesús se había alejado de ellos para seguir la llamada divina y muestra ahora que también internamente ha renunciado a ellos: no por frialdad de sentimientos o por menosprecio de los vínculos familiares, sino porque pertenece completamente a Dios Padre. Jesucristo ha realizado personalmente en Él mismo aquello que justamente pide a sus discípulos.

En lugar de su familia de la tierra, Jesús ha escogido una familia espiritual. Echa una mirada sobre los hombres sentados a su alrededor y les dice: «Éstos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre» (Mc 3,34-35). San Marcos, en otros lugares de su Evangelio, refiere otras de esas miradas de Jesús a su alrededor.

¿Es que Jesús nos quiere decir que sólo son sus parientes los que escuchan con atención su palabra? ¡No! No son sus parientes aquellos que escuchan su palabra, sino aquellos que escuchan y cumplen la voluntad de Dios: éstos son su hermano, su hermana, su madre.

Lo que Jesús hace es una exhortación a aquellos que se encuentran allí sentados —y a todos— a entrar en comunión con Él mediante el cumplimiento de la voluntad divina. Pero, a la vez, vemos en sus palabras una alabanza a su madre, María, la siempre bienaventurada por haber creído.

lunes, 26 de enero de 2015

El que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tendrá perdón nunca

 
Hoy, al leer el Evangelio del día, uno no sale de su asombro —“alucina”, como se dice en el lenguaje de la calle—. «Los escribas que habían bajado de Jerusalén» ven la compasión de Jesús por las gentes y su poder que obra en favor de los oprimidos, y —a pesar de todo— le dicen que «está poseído por Beelzebul» y «por el príncipe de los demonios expulsa los demonios» (Mc 3,22). Realmente uno queda sorprendido de hasta dónde pueden llegar la ceguera y la malicia humanas, en este caso de unos letrados. Tienen delante la Bondad en persona, Jesús, el humilde de corazón, el único Inocente y no se enteran. Se supone que ellos son los entendidos, los que conocen las cosas de Dios para ayudar al pueblo, y resulta que no sólo no lo reconocen sino que lo acusan de diabólico.

Con este panorama es como para darse media vuelta y decir: «¡Ahí os quedáis!». Pero el Señor sufre con paciencia ese juicio temerario sobre su persona. Como ha afirmado Juan Pablo II, Él «es un testimonio insuperable de amor paciente y de humilde mansedumbre». Su condescendencia sin límites le lleva, incluso, a tratar de remover sus corazones argumentándoles con parábolas y consideraciones razonables. Aunque, al final, advierte con su autoridad divina que esa cerrazón de corazón, que es rebeldía ante el Espíritu Santo, quedará sin perdón (cf. Mc 3,29). Y no porque Dios no quiera perdonar, sino porque para ser perdonado, primero, uno ha de reconocer su pecado.

Como anunció el Maestro, es larga la lista de discípulos que también han sufrido la incomprensión cuando obraban con toda la buena intención. Pensemos, por ejemplo, en santa Teresa de Jesús cuando intentaba llevar a más perfección a sus hermanas.

No nos extrañe, por tanto, si en nuestro caminar aparecen esas contradicciones. Serán indicio de que vamos por buen camino. Recemos por esas personas y pidamos al Señor que nos dé aguante.

sábado, 24 de enero de 2015

HOY NUESTRA ULTREYA DE SAN PABLO

Queridos amigos: hoy a las 20,30h os esperamos para celebrar con los hermanos la Conversión de nuestro insigne Patrón, San Pablo.

7º DÍA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS


SEMANA ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS, DÍA 7


SemanaOracionUnidad2015

Día 7: Testimonio
«Dame de beber» (Jn 4, 7.15)
  • Números 20, 1-11: Los israelitas en Meribá
  • Salmo 119, 10-20: «No he de olvidar tu palabra»
  • Romanos 15, 2-7: «Ojalá que Dios… les conceda a ustedes vivir en mutua armonía»
  • Juan 4, 7-15 «Dame de beber»

Comentario

Los cristianos deberían tener confianza de que el encuentro y el intercambio de experiencias con los demás, también con otras tradiciones religiosas, nos puede cambiar y ayudar a ahondar en las profundidades del pozo. Acercarnos a los que son extraños para nosotros con el deseo de beber de su pozo, nos abre a las «maravillas de Dios» que proclamamos.
En el desierto el Pueblo de Dios no tenía agua y Dios mandó a Moisés y a Aarón que sacaran agua de la roca. Del mismo modo, Dios frecuentemente viene al encuentro de nuestras necesidades a través de los otros. Mientras clamamos al Señor en nuestra necesidad como la mujer samaritana: «Señor, dame de esa agua», quizás el Señor ya ha respondido a nuestras oraciones poniendo en las manos de nuestros vecinos lo que andamos buscamos. Por eso tenemos que dirigirnos también a ellos y decirles: «dame de beber».
A veces lo que necesitamos ya está presente en la vida y en la buena voluntad de las personas que están a nuestro alrededor. Del pueblo guaraní de Brasil aprendemos que en su lengua no existe un término equivalente a «religión» como algo separado de la vida. La expresión que se suele utilizar significa literalmente «nuestro modo bueno de ser» (ñande rekokatu). Esta expresión hace referencia a todo su sistema cultural que incluye también la religión. La religión, por tanto, es parte integrante del sistema cultural guaraní, como también de su modo de pensar y de ser (teko). Está relacionada con todo lo que mejora y hace progresar a la comunidad y conduce a su «modo bueno de ser» (tekokatu). El pueblo guaraní nos recuerda que el cristianismo al principio se llamaba «el camino» (Hechos 9, 2). «El camino», o «nuestro modo bueno de ser» es el modo que Dios tiene para traer armonía a todas las parcelas de nuestras vidas.

Preguntas

  1. ¿De qué manera ha sido enriquecida tu comprensión y tu experiencia de Dios por medio del encuentro con otros cristianos?
¿Qué podrían aprender las comunidades cristianas de la sabiduría indígena y de las otras tradiciones religiosas en tu región?

Oración

Dios de vida, que cuidas de toda la creación y nos llamas a la justicia y a la paz,
que nuestra seguridad no venga de las armas, sino del respeto.
Que nuestra fuerza no sea la de la violencia, sino la del amor.
Que nuestra riqueza no sea la del dinero, sino la del compartir.
Que nuestro camino no sea el de la ambición, sino el de la justicia.
Que nuestra victoria no sea la de la venganza, sino la del perdón.
Que nuestra unidad no sea la del poder, sino la del testimonio humilde de tu voluntad.
Que abiertamente y con confianza podamos defender la dignidad de toda la creación,
compartiendo, ahora y por siempre, el pan de la solidaridad, la justicia y la paz.
Esto pedimos en el nombre de Jesús, tu santo Hijo, nuestro hermano,
que, como víctima de nuestra violencia,
desde lo alto de la cruz nos perdonó a todos nosotros.
Amén.
(Adaptada de una oración de una conferencia ecuménica de Brasil que exhortaba al fin de la pobreza como un primer paso en el camino hacia la paz a través de la justicia).

LA LABOR DE CÁRITAS EXPLICADA PARA NIÑOS

 


El trabajo de voluntariado en Caritas es el más bonito del mundo, porque ayudas a los demás por amor a Jesús sin esperar nada a cambio.
No te pierdas este sencillo y simpático vídeo explicativo de la labor de Caritas a los niños.
¡De colores!

viernes, 23 de enero de 2015

6º DÍA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS


OCTAVARIO ORACIÓN UNIDAD DE LOS CRISTIANOS, 6º DÍA


SemanaOracionUnidad2015

Día 6: Testimonio
Jesús dijo: «Esa agua se convertirá en su interior en un manantial capaz de dar vida eterna» (Jn 4, 14)
  • Éxodo 2, 15-22: Moisés junto al pozo de Madián
  • Salmo 91: El canto de los que se refugian en el Señor
  • 1 Juan 4, 16-21: El auténtico amor elimina el temor
  • Juan 4, 11-15: «Un manantial capaz de dar vida eterna»

Comentario

El diálogo que empieza con Jesús pidiendo agua se convierte en un diálogo en el que Jesús promete agua. Más adelante, en este mismo evangelio, Jesús pedirá de nuevo agua. «Tengo sed», dirá desde la cruz, y desde la cruz Jesús se convierte en el manantial de agua prometido que brota de su costado abierto. Recibimos esta agua, esta vida de Jesús, en el bautismo, y se convierte en un agua, en una vida, que surge de dentro de nosotros para ser dada y compartida con los demás.
Este es el testimonio de una mujer brasileña que ha bebido de esta agua y en quien esta agua se convierte en un manantial:
La hermana Romi, una enfermera de Campo Grande, era pastora de la tradición pentecostal. Un domingo por la noche, sola en una choza, una niña indígena dio a luz a un niño. Se la encontró echada en el suelo perdiendo sangre. La hermana Romi la llevó al hospital. Allí le hicieron preguntas: ¿dónde estaba la familia de Semei? La encontraron pero no quería saber nada de ella. Semei y su hijo no tenían ninguna casa a la que ir. La hermana Romi los llevó a su propia casa, un hogar humilde. No conocía a Semei y hay fuertes prejuicios hacia los indígenas en Campo Grande. Semei continuaba teniendo problemas de salud, pero la generosidad de la hermana Romi atrajo más generosidad de sus vecinos. Otra madre de pocos días, una católica de nombre Verónica, amamantó al hijo de Semei al no poder ella. Semei le dio a su hijo el nombre de Lucas Natanaél y con el tiempo pudieron irse de la ciudad a una granja, pero no se olvidó de la bondad de la hermana Romi y de sus vecinos.
El agua que da Jesús, el agua que recibió la hermana Romi en el bautismo, se convirtió en ella en un manantial de agua y un ofrecimiento de vida para Semei y su hijo. Estimulados por su ejemplo, esta misma agua bautismal se convirtió en un manantial, en una fuente, en la vida de los vecinos de Romi. El agua del bautismo capaz de dar vida se convierte en un testimonio ecuménico del amor cristiano en acción, una pregustación de la vida eterna que Jesús promete.
Gestos concretos como estos realizados por gente sencilla son los que necesitamos para crecer en la comunión. Dan testimonio del evangelio y de la importancia de las relaciones ecuménicas.

Preguntas

  1. ¿Cómo interpretas las palabras de Jesús de que a través de él nos podemos convertir en «un manantial capaz de dar vida eterna» (Jn 4, 14)?
  2. ¿Dónde ves a personas cristianas que son manantiales de agua viva para ti y para los demás?
  3. ¿Cuáles son las situaciones de vida pública en las que las Iglesias deberían hablar con una sola voz para ser manantiales de agua viva?

Oración

Dios trino,
siguiendo el ejemplo de Jesús,
haznos testigos de tu amor.
Concédenos ser instrumentos de justicia, paz y solidaridad.
Que tu Espíritu nos lleve a realizar actos concretos que conduzcan a la unidad.
Que los muros se conviertan en puentes.
Esto pedimos en el nombre de Jesucristo en la unidad del Espíritu Santo.
Amén.

jueves, 22 de enero de 2015

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS- DÍA 5


DÍA 5 SEMANA ORACIÓN UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

SemanaOracionUnidad2015

Anuncio
No tienes con qué sacar el agua y el pozo es hondo (Jn 4, 11)
  • Génesis 46, 1-7: Dios le dice a Jacob que no tema bajar a Egipto
  • Salmo 133: Qué agradable es que los hermanos vivan juntos
  • Hechos 2, 1-11: El día de Pentecostés
  • Juan 4, 7-15: «No tienes con qué sacar el agua y el pozo es hondo»

Comentario

Jesús necesitaba ayuda. Después de un largo camino, la fatiga se hace sentir. Extenuado y al calor del mediodía siente hambre y sed (Jn 4, 6). Para complicar más las cosas, Jesús es un forastero; es él el que no está en su tierra y el pozo pertenece al pueblo de la mujer. Jesús tiene sed y, como señala la mujer samaritana, no tiene con qué sacar el agua del pozo. Necesita agua, necesita su ayuda: ¡todos necesitamos ayuda!
Muchos cristianos piensan que solo ellos tienen las respuestas y que no necesitan ayuda de los demás. Perdemos mucho si mantenemos esta postura. Ninguno de nosotros puede alcanzar la profundidad del pozo de lo divino aunque la fe nos exige profundizar cada vez más en él. No podemos hacer esto aisladamente. Necesitamos la ayuda de nuestras hermanas y de nuestros hermanos cristianos. Solo así podemos alcanzar la profundidad del misterio de Dios.
Un dato común de nuestra fe, más allá de la Iglesia a la que pertenecemos, es que Dios es un misterio que trasciende nuestra comprensión. La búsqueda de la unidad de los cristianos nos hace reconocer que ninguna comunidad tiene todos los medios para alcanzar las profundas aguas de la divinidad. Necesitamos agua, necesitamos ayuda: ¡todos necesitan ayuda! Cuanto más crezcamos en la unidad, cuanto más compartamos nuestros cántaros y unamos los extremos de nuestras cuerdas, más ahondaremos en el pozo de la divinidad.
Las tradiciones indígenas brasileñas nos enseñan a aprender de la sabiduría de los mayores y, al mismo tiempo, de la curiosidad y la inocencia de los niños. Cuando estamos preparados para aceptar que nos necesitamos unos a otros, nos volvemos como niños, dispuestos a aprender. Y es este el modo como el Reino de Dios se abre para nosotros (Mateo 18, 3). Tenemos que hacer lo que hizo Jesús. Tenemos que tomar la iniciativa de entrar en tierra extranjera y volvernos un forastero y cultivar el deseo de aprender de lo que es diferente.

Preguntas

  1. ¿Te acuerdas de alguna ocasión en la que tu Iglesia ayudó a otra o fue ayudada por otra Iglesia?
  2. ¿Existen reservas por parte de tu Iglesia a la hora de aceptar la ayuda ofrecida por otra Iglesia? ¿Cómo se pueden superar estas reservas?

Oración

¡Dios, fuente de agua viva,
ayúdanos a entender que cuanto más unamos los extremos de nuestras cuerdas,
más ahondarán nuestros cubos en las aguas divinas!
Haznos darnos cuenta de que los dones de los otros
son una expresión de tu misterio insondable.
Y haz que nos sentemos juntos cerca del pozo
para beber de tu agua
que nos congrega en unidad y en paz.
Pedimos esto en el nombre de tu Hijo Jesucristo,
que pidió a la mujer samaritana que le diera agua para calmar su sed.
Amén.

somos.vicencianos.org

miércoles, 21 de enero de 2015

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS- 4º DÍA


DÍA 4 SEMANA ORACIÓN UNIDAD DE LOS CRISTIANOS


SemanaOracionUnidad2015
Renuncia
La mujer, por su parte, dejó allí el cántaro (Jn 4, 28)
  • Génesis 11, 31-12, 4: Dios promete convertir a Abrán en una gran nación y una bendición para otros
  • Salmo 23: El Señor es mi pastor
  • Hechos 10, 9-20: «Lo que Dios ha purificado, no lo consideres tú profano»
  • Juan 4, 25-28 «La mujer, por su parte, dejó allí el cántaro»

Comentario

El encuentro entre Jesús y la mujer samaritana muestra que el diálogo con el que es diferente, con el extranjero, el desconocido, pueda dar vida. Si la mujer hubiese seguido las normas de su cultura se hubiera ido cuando vio a Jesús acercarse al pozo. Ese día, por alguna razón, no siguió las normas estableci- das. Tanto ella como Jesús rompieron con el patrón de conducta establecido. A través de este «romper moldes» nos muestran una vez más que es posible construir nuevas relaciones.
Mientras Jesús lleva a término los planes del Padre, la mujer samaritana, por su parte, deja el cántaro de agua, significando que ella ya podía ir más allá, que no estaba limitada al papel que le había impuesto su sociedad. Es la pri- mera persona en el evangelio de Juan que proclama a Jesús como el mesías. «Romper moldes» es una exigencia para aquellos que quieren hacerse más fuertes y sabios en su fe.
Que la mujer samaritana dejara su cántaro indica que ha encontrado un don mejor, un bien mayor que el agua que vino a buscar, y un lugar mejor en el que estar en su comunidad. Reconoce el don mayor que el judío extranjero, Jesús, le está ofreciendo.
Es difícil para nosotros encontrar valor, reconocer como un bien o también como algo sagrado lo que pertenece a otro. Sin embargo, reconocer el don que pertenece a otro como algo bueno y sagrado es un paso necesario hacia la unidad visible que buscamos.

Preguntas

  1. Encontrarnos con Jesús exige que dejemos atrás nuestros cántaros, ¿cuá- les son para nosotros esos cántaros?
  2. ¿Cuáles son los obstáculos mayores que nos impiden hacerlo?

Oración

Dios de amor,
ayúdanos a aprender de Jesús y de la samaritana
que el encuentro con el otro nos abre nuevos horizontes de gracia.
Ayúdanos a romper nuestros moldes y a abrazar nuevos desafíos.
Ayúdanos a superar el miedo a seguir la llamada de tu Hijo.
Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo. Amén.

martes, 20 de enero de 2015

DÍA 3 SEMANA ORACIÓN UNIDAD CRISTIANOS


DÍA 3 SEMANA ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

SemanaOracionUnidad2015
Denuncia (II)
«No tengo marido» (Jn 4, 17)
  • 2 Reyes 17, 24-34: Samaría conquistada por Asiria
  • Salmo 139, 1-12: «Señor, tú me sondeas y me conoces»
  • Romanos 7, 1-4: «Por la muerte corporal de Cristo, han muerto a la ley»
  • Juan 4, 16-19: «No tengo marido»

Comentario

La mujer samaritana contesta a Jesús: «No tengo marido». Ahora el tema de conversación es la vida marital de la mujer. Hay un cambio en lo que se refiere al contenido del diálogo –del agua al marido. «Vete a tu casa, llama a tu marido y vuelve acá» (Juan 4, 16), pero Jesús sabe que la mujer ha tenido cinco maridos y que ese con el que ahora vive no es su marido.
¿Cuál es la situación de la mujer? ¿Había pedido su marido el divorcio? ¿Era viuda? ¿Tenía hijos? Surgen espontáneas estas preguntas al leer el relato. Sin embargo, parece que Jesús tenía interés en una dimensión distinta de la vida de la mujer: es consciente de la situación de la mujer pero permanece abierto a ella, a encontrase con ella. Jesús no se detiene en una interpretación moral de la respuesta de la mujer, sino que parece querer llevarla más allá. Y como resultado de ello la actitud de la mujer hacia Jesús cambia. En este momento los obstáculos de las diferencias culturales y religiosas se desvanecen en el fondo para dar cabida a algo mucho más importante: un encuentro confiado. El comportamiento de Jesús en esta situación nos permite abrir nuevas ventanas y formular algunas preguntas, preguntas que desafían las actitudes que denigran y marginan a las mujeres; y preguntas sobre las diferencias que consentimos que obstaculicen el camino hacia la unidad que buscamos y por la que oramos.

Preguntas

  1. ¿Cuáles son las estructuras de pecado que podemos encontrar en nuestras comunidades?
  2. ¿Cuál es el lugar y el papel de las mujeres en nuestras Iglesias?
  3. ¿Qué pueden hacer nuestras Iglesias para prevenir y reprimir la violencia dirigida contra las mujeres y las niñas?

Oración

Oh, Tú, que estás más allá de todo,
¿cómo llamarte con otro nombre?
¿Qué canto podremos cantar para ti? No hay palabra que te exprese,
ni espíritu que te comprenda.
Ninguna inteligencia puede concebirte.
Solo Tú eres inexpresable,
y cuanto se diga ha salido de ti.
Solo Tú eres incognoscible,
y cuanto se piense ha salido de ti.
Todos los seres te proclaman, los que hablan y los que son mudos.
El deseo universal, el gemido de todos,
suspira por ti.
Todo cuanto existe te ora,
y hacia ti eleva un himno en silencio todo ser capaz de contemplar tu universo.
Ten piedad, oh Tú, el más allá de todo,
¿cómo llamarte con otro nombre?
(atribuida a san Gregorio Nacianceno)

El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado


Hoy como ayer, Jesús se las ha de tener con los fariseos, que han deformado la Ley de Moisés, quedándose en las pequeñeces y olvidándose del espíritu que la informa. Los fariseos, en efecto, acusan a los discípulos de Jesús de violar el sábado (cf. Mc 2,24). Según su casuística agobiante, arrancar espigas equivale a “segar”, y trillar significa “batir”: estas tareas del campo —y una cuarentena más que podríamos añadir— estaban prohibidas en sábado, día de descanso. Como ya sabemos, los panes de la ofrenda de los que nos habla el Evangelio, eran doce panes que se colocaban cada semana en la mesa del santuario, como un homenaje de las doce tribus de Israel a su Dios y Señor.

La actitud de Abiatar es la misma que hoy nos enseña Jesús: los preceptos de la Ley que tienen menos importancia han de ceder ante los mayores; un precepto ceremonial debe ceder ante un precepto de ley natural; el precepto del reposo del sábado no está, pues, por encima de las elementales necesidades de subsistencia. El Concilio Vaticano II, inspirándose en la perícopa que comentamos, y para subrayar que la persona ha de estar por encima de las cuestiones económicas y sociales, dice: «El orden social y su progresivo desarrollo se han de subordinar en todo momento al bien de la persona, porque el orden de las cosas se ha de someter al orden de las personas, y no al revés. El mismo Señor lo advirtió cuando dijo que el sábado había sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado (cf. Mc 2,27)».

San Agustín nos dice: «Ama y haz lo que quieras». ¿Lo hemos entendido bien, o todavía la obsesión por aquello que es secundario ahoga el amor que hay que poner en todo lo que hacemos? Trabajar, perdonar, corregir, ir a misa los domingos, cuidar a los enfermos, cumplir los mandamientos..., ¿lo hacemos porque toca o por amor de Dios? Ojalá que estas consideraciones nos ayuden a vivificar todas nuestras obras con el amor que el Señor ha puesto en nuestros corazones, precisamente para que le podamos amar a Él.

lunes, 19 de enero de 2015

Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos

18-ENERO: SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS

Día 2º Lunes, 19/01/2015

QR: Día 2 del Octavario de Oración por la Unidad de los CristianosCódigo QR

Ficha técnica:

Autor: Consejo Pontificio para la promoción de la Unidad de los Cristianos — Comisión fe y constitución del Consejo Mundial de Iglesias. • Año de publicación original: 2015. • Fuente: Secretariado de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales. • Tiempo de lectura: 2 minutos.

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SemanaOracionUnidad2015
 
Día 2: Denuncia (I)
Fatigado del camino, se sentó junto al pozo (Jn 4, 6)
  • Génesis 29, 1-14: Jacob y Raquel junto al pozo
  • Salmo 137: ¿Cómo cantaremos un canto al Señor si estamos en tierra extraña?
  • 1 Corintios 1, 10-18: Anda diciendo cada uno de ustedes: «Yo pertenezco a Pablo», «yo a Apolo»
  • Juan 4, 5-6 Jesús estaba «fatigado del camino»

Comentario

Jesús había estado en Judea antes de encontrarse con la mujer samaritana. Los fariseos habían comenzado a difundir el rumor de que Jesús bautizaba a más discípulos que Juan. Quizás este rumor había causado cierta tensión y malestar. Puede que esto es lo que estaba detrás de la decisión de Jesús de marcharse.
Al llegar al pozo, Jesús decide detenerse. Estaba fatigado del camino. Su fatiga puede que tenga que ver también con los rumores que se habían difundido. Mientras descansa, una mujer samaritana se acerca al pozo para sacar agua. Este encuentro tuvo lugar en el pozo de Jacob: un lugar lleno de simbolismo para la vida y la espiritualidad del pueblo de la Biblia.
Comienza un diálogo entre Jesús y la samaritana sobre el lugar del culto. «¿Es en este monte o en Jerusalén?» pregunta la mujer samaritana. Jesús contesta: «no tendrán que subir a este monte ni ir a Jerusalén… los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad» (Juan 4, 21-24).
Sigue aconteciendo que en vez de una búsqueda común de la unidad, las relaciones entre las Iglesias estén marcadas por la competencia y la disputa. Esto ha sido lo que ha pasado en Brasil en los últimos años. Las comunidades ensalzan sus propios méritos y las ventajas que consiguen sus adherentes con la finalidad de atraer nuevos miembros. Algunos piensan que cuanto más grande es la Iglesia, cuanto más grande es el número de sus miembros, más grande es su poder y más cerca está de Dios, presentándose a sí mismos como los únicos verdaderos adoradores. Como consecuencia de ello ha habido violencia y falta de respeto hacia otras religiones y otras tradiciones. Esta especie de marketing competitivo crea a la vez un clima de sospecha entre las Iglesias y una falta de credibilidad del cristianismo en su conjunto en la sociedad. Al crecer la competencia la «otra» Iglesia se vuelve una enemiga.
¿Quiénes son los verdaderos adoradores? Los verdaderos adoradores no consienten que una lógica de la competencia –quién es mejor y quién es peor– contamine la fe. Necesitamos «pozos» para recostarnos, descansar y abandonar las disputas, la rivalidad y la violencia; lugares donde podamos aprender que los verdaderos adoradores rinden culto «en espíritu y en verdad».

Preguntas

  1. ¿Cuál es la razón principal para la competencia entre nuestras Iglesias?
  2. ¿Somos capaces de encontrar un «pozo» común en el que podamos recostarnos y descansar de nuestras disputas y rivalidades?

Oración

Dios misericordioso,
a menudo nuestras Iglesias se dejan llevar por una lógica de la competencia.
Perdona nuestro pecado de presunción.
Estamos fatigados de esta necesidad de ser los primeros.
Concédenos descansar junto al pozo. Refréscanos
con el agua de la unidad sacada de nuestra plegaria común.
Que tu Espíritu que aleteaba sobre las aguas primordiales
saque unidad de nuestra diversidad.
Amén.

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