sábado, 28 de febrero de 2015

MARZO, MES DE SAN JOSÉ

Una reflexión para cada día del mes de marzo,mes de San José





 

San JoséLa Iglesia dedica el mes de marzo a San José. A continuación, podrán leer una reflexión para cada día de dicho mes.


Día 1º- Padre de Jesús. Escogido por el Eterno Padre, con amor previsor, para ser un padre para Jesús, tú, oh san José, has sido uno de los principales interlocutores en el plan de la salvación, según las promesas de Dios a su pueblo.

Ayúdame, san José, a leer hoy, el proyecto de Dios sobre mi vida, conforme a su plan de salvación.

Día 2º- Hombre de los proyectos divinos. Durante tu vida, tú, san José, no te has preocupado por hacer cosas grandes, sino por cumplir bien la voluntad de Dios, inclusive en las cosas más sencillas y humildes, con mucho empeño y amor.

Enséñame, san José, la prontitud en buscar y realizar la voluntad de Dios.

Día 3º- Esposo de la Madre de Dios. Después de la perturbación inicial, oh san José, tu ‘sí’ a la voluntad de Dios fue claro y preciso, aceptando a María como tu esposa. Fue por tu ‘sí’ que Jesús formó parte, a pleno derecho, de la estirpe de David ante la ley y ante la sociedad.

Te confiamos, oh san José, a todos los padres, para que, siguiendo tu ejemplo, acepten en los hijos el don inestimable de la vida humana.

Día 4º- Hombre del silencio. Junto a Jesús y a María, san José, fuiste hombre del silencio. Tu casa fue un templo. ¡Un templo donde lo primero fue el amor!

Enséñame, oh san José, a dominar mi locuacidad y a cultivar el espíritu de recogimiento.

Día 5º- Hombre de fe. Aún más que Abraham, a ti, san José, te tocó creer en lo que es humanamente impensable: la maternidad de una virgen, la encarnación del Hijo de Dios.

Fortalece, oh san José, a quien se desanima y abre los corazones para confiar en la Providencia de Dios.

Día 6º- Hombre de la esperanza. Oh San José, tú has vivido en una actitud de serena esperanza ante la persona de Jesús, de quien, durante tu vida, jamás pudiste vislumbrar algo que revelara su divinidad.

Aumenta, san José, mi capacidad de esperanza, alimentando el aceite para mis lámparas de espera.

Día 7º- Hombre del amor a Dios. Oh san José, tú diste pruebas de entrega plena y total a tus seres queridos, Jesús y María, y con ello dabas gloria a Dios.

Enséñame, oh san José, a amar a Dios con todo mi corazón, con toda mi mente y con todas mis fuerzas, y al prójimo como a mí mismo.

Día 8º- Hombre de la acogida. Oh san José, tu trabajo te llevaba a relacionarte a menudo con la gente, y en ello diste pruebas de atenta cortesía y de calurosa acogida.

Oh san José, ¡que yo sepa descubrir aquellos gestos que me hacen imagen viva de la disponibilidad con que Dios nos recibe tal como somos!

Día 9º- Hombre del discernimiento. No te fue tan fácil, oh san José, discernir entre las circunstancias de la vida lo que Dios quería de ti para tu misión y tu familia.

Ayúdame, oh san José, a intuir entre los acontecimientos del día el paso de Dios por mi vida.

Día 10º- Hombre de la docilidad. ¡Qué hermosa fue tu docilidad, oh querido santo, en actitud de constante atención a la Sagrada Escritura y a la voluntad de Dios!

    Aleja de mí, oh san José, la presunción, el apego tonto a mis opiniones, la obstinación de seguir sólo mis ideas.

Día 11º- Hombre de la entrega. Tú, oh san José, no perdías tiempo en cosas vanas e inútiles y no obrabas con disgusto o mala gana.

Ayúdame, oh san José, a no ser flojo en mis responsabilidades, sino a dedicarme a mis quehaceres con la máxima entrega.

Día 12º- Hombre de la sencillez. Ser persona sencilla como tú, oh san José, no es sólo una dimensión del carácter, sino una virtud adquirida con el esfuerzo diario de hacerse disponible a los demás.

Ayúdame, oh san José, a no ser persona complicada, retorcida, e inaccesible, sino amable, sencilla y transparente.

Día 13º- Hombre de la confianza. Tu seguridad, oh san José, se cimentaba en la atención y adhesión constante a la voluntad de Dios, tal como iba manifestándose día tras día.

Haz, oh san José, que yo tenga la seguridad de quien confía en Dios, sabiendo que en cualquier situación, aunque adversa, estoy en sus manos.

Día 14º- Hombre de la paz. Tú, oh san José, como padre has educado a Jesús adolescente hacia aquellos valores que luego Él predicó, proclamando felices a “los que trabajan por la paz”.

Oh san José, ayúdame a promover la paz en mi propia familia y en el ambiente donde vivo y trabajo.

Día 15º- Ejemplo de humildad. ¡Cómo te sentías pequeño a tus ojos, oh san José! ¡Cómo amabas tu pequeñez! Siempre en la sombra, mantuviste tu vida bien escondida para responder al proyecto de Dios.

Ayúdame, oh san José, a huir de la vanagloria. Haz que encuentre gusto en la humildad y en relativizar mis intereses personales.

Día 16º- Ejemplo de fortaleza. Sin duda, oh san José, tu fortaleza, como jefe de familia, fue fundamental en los momentos cruciales que los Evangelios nos dejan entrever. Pero seguramente se consolidó luego en el trabajo de cada día.

Ayúdame, oh san José, a no desfallecer frente a las tentaciones, fatigas y sufrimientos.

Día 17º- Ejemplo de obediencia. Fue admirable tu obediencia en lo poco que los Evangelios nos revelan. Obedecer, casi a ciegas, a lo que las circunstancias iban indicándote como querer de Dios.

Aleja de mí, oh san José, todas las excusas que mi egoísmo y flojera me presionan para no cumplir la voluntad de Dios.

Día 18º- Ejemplo de justicia. El evangelio te definió hombre justo, querido san José. Lo cual para nosotros ahora significa ser persona que actúa para con Dios y los hombres con rectitud y honestidad.

Alcánzame, oh san José, la ayuda para mantener actitudes sanas en mis relaciones con Dios y los hombres.

Día 19º- Ejemplo de prudencia. Tu prudencia, querido santo, se manifestó en la correcta valoración de las circunstancias para tomar en tu vida aquellas decisiones que mejor favorecían a tu propia familia.

Haz, oh san José, que yo no tome decisiones importantes sin antes valorar bien a quienes realmente puedan afectar.

Día 20º- Ejemplo de pobreza. La vida pobre y escondida en Nazaret, a lado de tus seres queridos, te llevó, querido santo, a ser un trabajador responsable y activo, sin escatimar sacrificio alguno.

Obtenme, oh san José, la gracia del espíritu de pobreza, siendo responsable en mis quehaceres.

Día 21º- Ejemplo de gratitud. Nadie después de tu esposa, querido san José, recibió, de la bondad de Dios, tanto como tú. Y después de María, nadie cultivó tanto un corazón agradecido por los dones recibidos.

Haz, oh san José, que yo sea consciente de los dones que Dios me otorga cada día.

Día 22º- Ejemplo para los obreros. Como cada uno de nosotros, también tú, oh san José, sentiste la fatiga y el cansancio del trabajo de cada día.

Ayúdame, oh san José, a valorar la dignidad de mi trabajo, sea cual sea, y a cumplirlo con entusiasmo y responsabilidad.

Día 23º- Ejemplo de la misión. Aunque con una vida escondida, tú, oh querido santo, has cumplido una misión específica, única e irrepetible en la historia.

Haz, oh san José, que yo pueda con la palabra y con el testimonio de vida, colaborar en la misión de la Iglesia para la construcción del reino de Dios.

Día 24º- Custodio de la virginidad. Como esposo de la Madre de Dios cuidaste con amor casto su virginidad respondiendo así al proyecto de Dios.

Haz, oh san José, que yo viva con responsabilidad mi vocación específica, educando y fomentando mi capacidad de amar.

Día 25º- Consuelo de los que sufren. Oh san José, tu vida no estuvo exenta de la sombra del dolor, que has asumido con mucha serenidad y paz del corazón.

Ayúdame, oh san José, a darme cuenta de que una vida de amor no puede estar exenta de la sombra del sufrimiento para que encuentre el camino hacia la verdadera felicidad.

Día 26º- Esperanza de los afligidos. En tu vida, oh san José, no todo fue claro y fácil de comprender. Sin embargo, supiste ubicarte siempre con la seguridad que te daba la esperanza de estar en las manos de Dios.

Te ruego, oh san José, de consolar hoy a todos los que están afligidos por cualquier causa. Llena sus días de personas amigas y desinteresadas.

Día 27º- Patrono de los moribundos. Tú, oh san José, tuviste la suerte de morir asistido por Jesús y tu esposa María. ¡Nadie podría desear algo mejor en el momento más decisivo de su vida!

Asísteme, oh querido santo, en el momento de mi muerte.

Día 28º- Amparo de las familias. Oh san José, la Escritura afirma que a lado tuyo y de María, Jesús “crecía en edad, sabiduría y gracia”.

Te ruego, oh san José, por los niños y los jóvenes para que encuentren en su familia y en la comunidad el ambiente ideal para crecer sanos y felices.

Día 29º- Modelo de vida doméstica. Oh san José, en la Familia de Nazaret asumiste plenamente tu responsabilidad, con espíritu de colaboración y de humildad.

Haz, oh san José, que los padres sepan unir todas las potencialidades del amor humano con una buena vida cristiana.

Día 30º- Terror de los demonios. Oh san José, fortificado por la Palabra de la Escritura, has podido vencer las tentaciones siempre.

Libera, oh san José, mi corazón y mi mente de toda tentación, para que sea un buen cristiano y un honrado ciudadano.

Día 31º- Patrono de la Iglesia Universal. Oh san José, por la misión que te fue confiada, asistes a la Iglesia de Cristo, haciendo que camine siempre en la verdad y en el amor, para ser luz del mundo.

Guía, querido santo, a la Iglesia de Cristo en el camino de la santidad, para que sea siempre más eficaz y alegre anunciadora del Evangelio.



webcatolicodejavier.org

ORAR POR LAS SEMANAS DE EVANGELIZACIÓN


UNA CUARESMA LLENA DE VIDA
 
 
Queridos hermanos:
La Cuaresma es tiempo de conversión; es una ocasión de gracia que nos invita a reavivar la condición de hijos de Dios que recibimos en el bautismo. Nuestra meta es la Pascua, el triunfo sobre el pecado y la muerte. En este contexto cuaresmal algunas parroquias están celebrando las Semanas de Evangelización para proclamar el anuncio de Cristo y promover la renovación de la comunidad parroquial. Es éste un fruto de la Escuela de Evangelización que entre todos hemos de custodiar y promover. A los fieles de la diócesis os pido que oréis por esta intención. 
 
      Santa Cuaresma y feliz Pascua.
Con mi bendición,
+ Juan Antonio Reig Pla, Obispo Complutense
Alcalá de Henares, 26 de febrero de 2015
   

UNA CUARESMA LLENA DE VIDA

Mons. Reig: «Una Cuaresma llena de vida»



UNA CUARESMA LLENA DE VIDA
 
Queridos hermanos:
La Cuaresma es tiempo de conversión; es una ocasión de gracia que nos invita a reavivar la condición de hijos de Dios que recibimos en el bautismo. Nuestra meta es la Pascua, el triunfo sobre el pecado y la muerte. En este contexto cuaresmal algunas parroquias están celebrando las Semanas de Evangelización para proclamar el anuncio de Cristo y promover la renovación de la comunidad parroquial. Es éste un fruto de la Escuela de Evangelización que entre todos hemos de custodiar y promover. A los fieles de la diócesis os pido que oréis por esta intención. 
 
-     El próximo viernes, 6 de marzo, están invitados los niños de los colegios a celebrar el memorial de la Reversión de las Reliquias de los Santos Niños Mártires Justo y Pastor. El acto comenzará a las 10 horas en el Patio de Armas del Palacio Arzobispal. La representación del martirio y la peregrinación a la Cripta de la Catedral es un signo que nos recuerda anualmente las raíces de nuestra diócesis y su vocación martirial.
 
-     Al día siguiente, sábado 7 de marzo, celebraremos el Encuentro Diocesano de Niños que tendrá lugar en Alcalá de Henares. A las 10 horas está prevista la acogida en el mismo Patio del Palacio Arzobispal. Por coincidir este año con la festividad  de la Reversión de las Reliquias, este Encuentro tendrá como objetivo dar a conocer a las familias, a los catequistas y a los niños el testimonio de los Santos Justo y Pastor. Como sabéis, recientemente se presentó la Asociación Diocesana de los Santos Niños (www.santosniños.es) que pretende hacerse presente en todas las parroquias. De manera particular nace esta Asociación con el deseo de promover una pastoral de infancia que acompañe a los niños que han completado su iniciación cristiana.
 
-     Custodiar la infancia y promover la cultura de la vida deben ser dos signos de identidad de nuestra Diócesis Complutense. Por eso quiero animaros a todos a que participéis en la próxima manifestación por la vida, la mujer y la maternidad que bajo el lema «Cada vida importa» tendrá lugar en Madrid el sábado 14 de marzo, a las 12 horas, desde la calle Sevilla a la Puerta de Alcalá (www.cadavidaimporta.es).
 
-     El viernes 20 de marzo, celebraremos la Vigilia por la Vida en Alcalá de Henares. Como en años anteriores se iniciará a las 20 horas en la Plaza de Cervantes con el rezo del Santo Rosario. La Delegación de Pastoral Familiar nos invita a participar a las familias con sus hijos para que particularmente los niños vayan siendo educados en el respeto de la vida humana reconociendo su carácter sagrado. Para los pequeños está previsto que acompañen el Rosario y la peregrinación a la Catedral con ramos de olivo simbolizando el deseo de que la paz llegue a los concebidos no nacidos. A las 21 horas tendrá lugar la Vigilia en la Catedral-Magistral con un Vía Crucis acompañado de testimonios.
-     El 25 de marzo, solemnidad de la Anunciación del Señor, la Iglesia que camina en España celebra la Jornada por la vida. El lema de este año es «Hay mucha vida en cada vida» (www.conferenciaepiscopal.es/index.php/jornada-vida.html). Esta Jornada ha de celebrarse en cada parroquia con la finalidad de sensibilizar a los fieles y promover grupos provida siguiendo el programa “Parroquias por la vida” (http://speimater.com) que se hará público y se entregará el día 20 en la Vigilia de la Catedral.
 
Todas estas iniciativas van encaminadas a despertar las conciencias ante lo que el Santo Padre llama «la globalización de la indiferencia». Los católicos, discípulos de Cristo, estamos llamados a desarrollar en estos momentos la vocación profética que recibimos en nuestro bautismo. Como centinelas que descubren los signos de la presencia de Cristo, hemos de alertar también a quienes pueden ser sofocados por las fuerzas del mal que inspiran la cultura de la muerte. A ello nos invita el itinerario cuaresmal con las prácticas penitenciales.
      Santa Cuaresma y feliz Pascua.
Con mi bendición,
+ Juan Antonio Reig Pla, Obispo Complutense

MEDITACIONES CUARESMALES P.CEFERINO SANTOS: SÁBADO 1º

OTROS, COMO PASTORES Y MAESTROS
 
trabajarAunque el creyente no tenga que desempeñar un puesto o un ministerio importante en la Iglesia, siempre tendrá tareas importantes que realizar en la Casa de Dios. Sólo por el mero hecho de haber sido llamado y elegido para ser hijo adoptivo de Dios desde la fe, se da en todo cristiano la dignidad radical de hijo y la base fundamental de los posteriores ministerios y misiones.
De cualquier hijo de Dios podríamos decir con las palabras del Deuteronomio: "Dios te elevará por encima de todas las naciones, que ha hecho, en gloria, renombre y esplendor: y serás un pueblo consagrado al Señor, tu Dios" (Dt 26, 9). Si uno es fiel a la gracia y se esfuerza en el servicio continuado del Señor, podrá sentir, como dichas a sí mismo, las palabras del salmista: "Dichoso el que con vida intachable camina en la voluntad del Señor" (Sl 118,1). El servicio sacrificado de nuestro Dios es una tarea gloriosa para el hombre.
Todo fiel cristiano ha de aspirar a ejercer el ministerio del amor universal de Dios, que se extiende a todos los hombres de todos los siglos: "Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian (Mt 5,44). Al procurar que nuestro amor se parezca al amor de Dios sin exclusivismos ni parcialidades, nos iremos pareciendo más a nuestro Padre del cielo. Cuando uno se acerque a la perfección en el amor, tenderá a ser perfecto como nuestro Padre celeste es perfecto (Mt 5,48).
La perfección del amor es la santidad. Ser santos es el título de gloria y la realidad sobrenatural que dignifica a los hijos de Dios. No todos estamos llamados a desempeñar cargos importantes en la Iglesia; pero todos estamos llamados a vivir la santidad de Dios. ¡Gracias, Padre, porque nos llamas a la santidad y al amor perfecto! ¡Gracias por nuestra vocación a ser hijos tuyos santos, a imitación de tu amado Hijo Jesús!
"Hijos míos amados: todos sois importantes a mis ojos. Yo os amo y en mi amor os asigno a cada uno en vuestra vida mortal el puesto en donde me améis me sirváis y os santifiquéis. Aceptad mis designios de amor: Vivid como hijos fieles. Amad como Yo os amo y estad dispuestos a dar vuestra vida por Mí".
 
EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY
CICLO B Pág. 71 y 72 (Ceferino Santos S.J.)
 
rcc-es.com

6 RAZONES DEL PAPA POR LAS QUE REZAR EL VIA CRUCIS

¿Por qué rezar el Vía Crucis? 6 razones del Papa Francisco

Por Abel Camasca

Via Crucis / Flickr - Jornada Mundial Da Juventude (CC-BY-NC-SA-2.0) 
Via Crucis / Flickr - Jornada Mundial Da Juventude (CC-BY-NC-SA-2.0)
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ROMA, 27 Feb. 15 / 04:20 pm (ACI).- El Vía Crucis es una antigua tradición en la Iglesia Católica que surgió de las peregrinaciones que los cristianos realizaban a Tierra Santa y encierra un rico y profundo significado, sobre todo para vivir la Cuaresma. Aquí 6 razones del Papa Francisco para rezar el Vía Crucis.
El Vía Crucis se realiza tradicionalmente los días viernes, y especialmente durante la Cuaresma esta devoción se intensifica aún más. A continuación, algunas claves que el Pontífice dio el 26 de julio del 2013, en la JMJ Río, para entender mejor el significado de la cruz:
1.- Nos permite poner nuestra confianza en Dios
“En la Cruz de Cristo está todo el amor de Dios, está su inmensa misericordia. Y es un amor del que podemos fiarnos, en el que podemos creer. Queridos jóvenes, fiémonos de Jesús, confiemos en Él (cf. Lumen fidei, 16). Porque Él nunca defrauda a nadie. Sólo en Cristo muerto y resucitado encontramos la salvación y redención”.
2.- Nos ubica en la historia
“Miren, Jesús con su Cruz recorre nuestras calles y carga nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros sufrimientos, también los más profundos. Con la Cruz, Jesús se une al silencio de las víctimas de la violencia, que ya no pueden gritar, sobre todo los inocentes y los indefensos”.
“Con la Cruz Jesús se une a todas las personas que sufren hambre… está junto a tantas madres y padres que sufren al ver a sus hijos víctimas de paraísos artificiales, como la droga… se une a quien es perseguido por su religión, por sus ideas, o simplemente por el color de su piel”.
3.- Nos interpela
“Vos, ¿como quien querés ser? ¿Querés ser como Pilato, que no tiene la valentía de ir a contracorriente, para salvar la vida de Jesús, y se lava las manos? Decidme: Vos, sos de los que se lavan las manos, se hacen los distraídos y miran para otro lado, o sos como el Cireneo, que ayuda a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tienen miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura”.
4.- Nos lleva a la acción
“Nos enseña así a mirar siempre al otro con misericordia y amor, sobre todo a quien sufre, a quien tiene necesidad de ayuda, a quien espera una palabra, un gesto. La Cruz nos invita a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de ellos y tenderles la mano”.
5.- Nos anima a seguir el camino
“En la Cruz de Cristo está el sufrimiento, el pecado del hombre, también el nuestro, y Él acoge todo con los brazos abiertos, carga sobre su espalda nuestras cruces y nos dice: ¡Ánimo! No la llevás vos solo. Yo la llevo con vos y yo he vencido a la muerte y he venido a darte esperanza, a darte vida (cf. Jn 3,16)”.
6.- Nos da certeza del amor fiel de Dios
“Llevemos nuestras alegrías, nuestros sufrimientos, nuestros fracasos a la Cruz de Cristo; encontraremos un Corazón abierto que nos comprende, nos perdona, nos ama y nos pide llevar este mismo amor a nuestra vida, amar a cada hermano o hermana nuestra con ese mismo amor”.


Para leer el discurso completo, visite: https://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-discurso-del-papa-francisco-en-via-crucis-con-los-jovenes-en-jmj-rio-2013--18427/

viernes, 27 de febrero de 2015

MEDITACIONES CUARESMALES P.CEFERINO SANTOS: VIERNES 1º

RESPONSABLES DEL MAL Y DEL BIEN
 
 
actuarLa conversión que Dios nos pide tiene un doble aspecto. La conversión a Dios es también conversión al prójimo. Dios quiso hacer al hombre libre y responsable de sus actos. Es verdad que el hombre está limitado por influencias ajenas, que pueden disminuir su culpabilidad moral; pero también es cierto que "el que peca, ése morirá; el hijo no cargará con la culpa del padre ni el padre con la culpa del hijo" (Ez 18,20). El hombre normal es responsable de sus actos y de sus palabras; puede rechazar a Dios y odiar u ofender a su hermano. Ante Dios tendremos que responder de nuestras acciones y omisiones: "Si uno está peleado con su hermano, será procesado" (Mt 5,22). Dios nos ayuda para convertirnos a Él y a los hermanos.
Si de nuestros actos injustos, somos responsables; en cambio, de nuestros actos buenos somos responsables con la ayuda de una gracia colaboradora que viene de Dios. No podríamos hacer el bien sin la ayuda gratuita de Dios: "Sin mí nada podéis hacer" (Jn 15,5). Cuando vamos a reconciliarnos con el hermano que tiene quejas de nosotros (Mt 5,23-24), la gracia de Dios que nos reconcilia, está actuando en nosotros. Es Dios quien reconstruye la unidad, el amor y el perdón entre nosotros. ¡Gracias, Señor, por cooperar con nosotros en nuestros actos buenos!
Señor Jesús: concédenos realizar obras buenas Contigo y con tu ayuda ayúdanos a responsabilizarnos de hacer el bien Contigo. Sin Ti, nada bueno podemos. Contigo podemos hacer milagros y las obras que el Padre hace y que Tú haces con Él.
"Mi poder omnipotente quiere actuar en vosotros. Os pido vuestra aceptación libre y generosa. La actividad de mi gracia es como un nuevo encarnacionismo de mi santidad y de mi poder en vosotros. Yo me gozo cuando realizo mi santidad en vosotros y vosotros actuáis, trabajáis y oráis unidos a Mí".
 
 
EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY
CICLO B Pág. 70 y 71 (Ceferino Santos S.J.)
 
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Deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano


Hoy, el Señor, al hablarnos de lo que ocurre en nuestros corazones, nos incita a convertirnos. El mandamiento dice «No matarás» (Mt 5,21), pero Jesús nos recuerda que existen otras formas de privar de la vida a los demás. Podemos privar de la vida a los demás abrigando en nuestro corazón una ira excesiva hacia ellos, o al no tratarlos con respeto e insultarlos («imbécil»; «renegado»: cf. Mt 5,22).

El Señor nos llama a ser personas íntegras: «Deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano» (Mt 5,24), es decir, la fe que profesamos cuando celebramos la Liturgia debería influir en nuestra vida cotidiana y afectar a nuestra conducta. Por ello, Jesús nos pide que nos reconciliemos con nuestros enemigos. Un primer paso en el camino hacia la reconciliación es rogar por nuestros enemigos, como Jesús solicita. Si se nos hace difícil, entonces, sería bueno recordar y revivir en nuestra imaginación a Jesucristo muriendo por aquellos que nos disgustan. Si hemos sido seriamente dañados por otros, roguemos para que cicatrice el doloroso recuerdo y para conseguir la gracia de poder perdonar. Y, a la vez que rogamos, pidamos al Señor que retroceda con nosotros en el tiempo y lugar de la herida —reemplazándola con su amor— para que así seamos libres para poder perdonar.

En palabras de Benedicto XVI, «si queremos presentaros ante Él, también debemos ponernos en camino para ir al encuentro unos de otros. Por eso, es necesario aprender la gran lección del perdón: no dejar que se insinúe en el corazón la polilla del resentimiento, sino abrir el corazón a la magnanimidad de la escucha del otro, abrir el corazón a la comprensión, a la posible aceptación de sus disculpas y al generoso ofrecimiento de las propias».
 
evangeli.net

jueves, 26 de febrero de 2015

LUNES 2 MARZO: 33 ANIVERSARIO ULTREYA S. JUAN PABLO II


PROGRAMACIÓN ESCUELA RESPONSABLES ÚLTIMO CUATRIMESTRE


NUESTRO IDEAL Y NUESTRA VIDA

Recuerda que tienes un Ideal en tu vida, y que es un Ideal de altura.
¡De Colores!


CURSILLOS, MOVIMIENTO EVANGELIZADOR DE 1er ANUNCIO


VIGILIA POR NUESTRO PRÓXIMO CURSILLO


¡Ven y ora con nosotros por los frutos del Cursillo! ¡Te esperamos!

MEDITACIONES CUARESMALES P.CEFERINO SANTOS: JUEVES 1º

NO ESTAMOS SOLOS
 
auxilioLa oración de intercesión de la reina Ester ante Dios por el peligro inminente de la destrucción de su pueblo resulta vitalmente realista, aunque algo inexacta teológicamente. Cuando la reina Ester ora: "Señor mío, único rey nuestro, protégeme que estoy sola" (Est 14,3), se olvida de que Dios no nos deja nunca abandonados a nuestra propia suerte y de que interviene sin cesar en nuestra historia humana. Pero a Dios le agrada escuchar nuestra oración y nuestros gemidos: "Líbranos con tu mano, y a mí, que no tengo otro auxilio, protégeme" (Est 14,14).
Desde la fe sabemos que "si pedimos al Señor, se nos dará", "porque quien pide recibe" (Mt 7,7-8).Dios quiere "dar cosas buenas a los que las piden" (Mt 7,11), porque es Padre solícito y bueno con los hijos que se acogen a Él. Por esto, Señor y Padre, confiamos siempre en Ti.
Tú, Señor, no nos dejas solos y desprotegidos, y haces con nosotros un pacto, como con Noé, para asegurarnos que el diluvio no volverá a destruir la vida (Gn 9,11) Tú, Señor, nunca nos dejas solos. Eres nuestro fiel compañero de camino, como lo fuiste de los dos desesperanzados discípulos de Emaús.
Tú quieres estar con nosotros hasta el fin de los siglos y nosotros queremos vivir Contigo y ser tuyos hasta el final de nuestros días y por toda la eternidad, que nos tienes preparada para compartirla Contigo en presencia del Padre y en tu Espíritu Santo. Tú nunca nos has dejado solos y nunca nos abandonarás. ¡A Ti, Señor Dios nuestro, acción de gracias, honor y bendición por los siglos!
''Yo soy vuestro Defensor constante. Invocadme y os escucharé. En María mi Madre, tenéis una nueva Ester, que intercede por vosotros ante el trono de mi Padre. Ella es omnipotencia suplicante, a quien el Padre y Yo siempre escuchamos. Acudid a Ella cada día".
 
EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY
CICLO B Pág. 69 (Ceferino Santos S.J.)
 
rcc-es.com

Todo el que pide recibe; el que busca, halla


Hoy, Jesús nos habla de la necesidad y del poder de la oración. No podemos entender la vida cristiana sin relación con Dios, y en esta relación, la oración ocupa un lugar central. Mientras vivimos en este mundo, los cristianos nos encontramos en un camino de peregrinaje, pero la oración nos acerca a Dios, nos abre las puertas de su amor inmenso y nos anticipa ya las delicias del cielo. Por esto, la vida cristiana es una continua petición y búsqueda: «Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá» (Mt 7,7), nos dice Jesús.

Al mismo tiempo, la oración va transformando el corazón de piedra en un corazón de carne: «Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las pidan!» (Mt 7,11). El mejor resumen que podemos pedir a Dios se encuentra en el Padrenuestro: «Venga a nosotros tu Reino, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo» (cf. Mt 6,10). Por tanto, no podemos pedir en la oración cualquier cosa, sino aquello que sea realmente un bien. Nadie desea un daño para sí mismo; por esto, tampoco no lo podemos querer para los demás.

Hay quien se queja de que Dios no le escucha, porque no ve los resultados de manera inmediata o porque piensa que Dios no le ama. En casos así, no nos vendrá mal recordar este consejo de san Jerónimo: «Es cierto que Dios da a quien se lo pide, que quien busca encuentra, y a quien llama le abren: se ve claramente que aquel que no ha recibido, que no ha encontrado, ni tampoco le han abierto, es porque no ha pedido bien, no ha buscado bien, ni ha llamado bien a la puerta». Pidamos, pues, en primer lugar a Dios que haga bondadoso nuestro corazón como el de Jesucristo.

miércoles, 25 de febrero de 2015

ESCUELA DE RESPONSABLES DEL MCC ESTA SEMANA

Esta semana en la Escuela de Responsables abordaremos:

-Jueves 26: Los 3 primeros Mandamientos. Con el nuestro querido amigo el padre Pablo Ormazábal. Alcalá.

-Viernes 27: El carisma del MCC. Con nuestra querida ex presidenta Juanamari. Colada.


*Se tratan ambos de temas muy interesantes.
*El tema del Carisma del MCC es altamente recomendable para quienes no pudieron acudir a la sesión que se dio en Alcalá, por lo que os invitamos a que podáis asistir el viernes en Coslada.

Así como Jonás fue señal para los ninivitas, así lo será el Hijo del hombre para esta generación


Hoy, Jesús nos dice que la señal que dará a la “generación malvada” será Él mismo, como la “señal de Jonás” (cf. Lc 11,30). De la misma manera que Jonás dejó que lo arrojaran por la borda para calmar la tempestad que amenazaba con hundirlos —y, así, salvar la vida de la tripulación—, de igual modo permitió Jesús que le arrojasen por la borda para calmar las tempestades del pecado que hacen peligrar nuestras vidas. Y, de igual forma que Jonás pasó tres días en el vientre de la ballena antes de que ésta lo vomitara sano y salvo a tierra, así Jesús pasaría tres días en el seno de la tierra antes de abandonar la tumba (cf. Mt 12,40).

La señal que Jesús dará a los “malvados” de cada generación es su muerte y resurrección. Su muerte, aceptada libremente, es la señal del increíble amor de Dios por nosotros: Jesús dio su vida para salvar la nuestra. Y su resurrección de entre los muertos es la señal de su divino poder. Se trata de la señal más poderosa y conmovedora jamás dada.

Pero, además, Jesús es también la señal de Jonás en otro sentido. Jonás fue un icono y un medio de conversión. Cuando en su predicación «dentro de cuarenta días Nínive será destruida» (Jon 3,4) advierte a los ninivitas paganos, éstos se convierten, pues todos ellos —desde el rey hasta niños y animales— se cubren con arpillera y cenizas. Durante estos cuarenta días de Cuaresma, tenemos a alguien “mucho más grande que Jonás” (cf. Lc 11,32) predicando la conversión a todos nosotros: el propio Jesús. Por tanto, nuestra conversión debiera ser igualmente exhaustiva.

«Pues Jonás era un sirviente», escribe san Juan Crisóstomo en la persona de Jesucristo, «pero yo soy el Maestro; y él fue arrojado por la ballena, pero yo resucité de entre los muertos; y él proclamaba la destrucción, pero yo he venido a predicar la Buena Nueva y el Reino».

La semana pasada, el Miércoles de Ceniza, nos cubrimos con ceniza, y cada uno escuchó las palabras de la primera homilía de Jesucristo, «Arrepiéntete y cree en el Evangelio» (cf. Mc 1,15). La pregunta que debemos hacernos es: —¿Hemos respondido ya con una profunda conversión como la de los ninivitas y abrazado aquel Evangelio?
 
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MEDITACIONES CUARESMALES P.CEFERINO SANTOS: MIÉRCOLES 1º

ACEPTAD LA PALABRA QUE OS SALVA
 
palabraLos habitantes de Nínive, la capital de Asiria, que había destruido al reino de Israel, eran unos paganos, que se arrepintieron de sus pecados ante el pregón de Jonás: "Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada" (Jon 3,4). Los ninivitas creyeron en Dios y en su profecía por las palabras de Jonás (Jon 3,5), ayunaron y "Dios tuvo piedad de aquel pueblo" (Jon 3,10).
Santiago nos exhorta a que "aceptemos dócilmente la Palabra que ha sido plantada y es capaz de salvamos" (St 1,21) y a que la pongamos en práctica (St 1,22) en nuestras vidas. Aceptar la Palabra es aceptar a Jesús mismo, el Verbo de Dios hecho carne; es abrirle nuestros corazones y nuestras vidas para practicar las buenas obras. Al aceptar a Jesús como dueño y como Señor estamos recibiendo su salvación, sus bendiciones y su misma persona.
Los hombres de Nínive se convirtieron con la predicación de Jonás (Lc 11,32), Y nosotros nos resistimos a convertimos ante el mensaje de Jesús, Palabra viva de Dios. Jonás fue sólo "signo para los habitantes de Nínive" (Lc 11,30); en cambio, Jesús, el Cristo de Dios, es señal de salvación para todos los pueblos. Por eso, Jesús ha de ser anunciado a todos los hombres para que se salven.
Señor Jesús: queremos aceptarte como el centro de nuestras vidas. Te las consagramos para tu servicio exclusivo. Defiéndenos como a Jonás y como a Noé en medio de los oleajes airados de este mundo y llévanos a la tierra firme de tu salvación y de tu paz. Que se arrepientan todos los que no creen en Ti y Te rechazan, para que puedan alcanzar tu vida y tu salvación.
"Aceptadme como vuestro único Señor y Salvador. Recibid mi Palabra, que os salva, y arrepentíos de corazón. Dejadme que cure vuestras cegueras e ignorancias. Recibid mi Palabra y mi Luz. Yo soy vuestro Salvador, que os amo sin límites desde siempre".
 
EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY
CICLO B Pág. 67 y 68 (Ceferino Santos S.J.)


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martes, 24 de febrero de 2015

EL CURSILLO ES UNA VIVENCIA, UN ENCUENTRO PROFUNDO... ¡VÍVELO!



Nuestro próximo Cursillo está ahí:
del 19 al 22 de marzo.
¡VÍVELO!

MEDITACIONES CUARESMALES P.CEFERINO SANTOS: MARTES 2º

COMPENDIO DE ORACIÓN Y DE VIDA
 
 
orarCristo nos dio en el "Padre Nuestro" un compendio de todo lo que tenemos que vivir y reclamar a Dios, Padre de todos los hombres (Mt 6,9-13). Si Él nos, dice que acojamos la Palabra que sale de su boca (Is 55,11) para que no vuelva a Él vacía y su voluntad se realice y se cumpla su encargo, estamos pidiendo con otras palabras "que se haga su voluntad en la tierra como en el cielo" (Mt 6,10b) Y que nos dé ya hoy el pan del siglo venidero, su misma Palabra y manjar de vida eterna (Mt 6,11).
Si Le decimos a Dios que queremos que "su palabra germine y dé semilla al sembrador y pan al que come" (Is 55,10), estamos pidiendo al Padre que "su Reino venga a nosotros" (Mt 6,10), que su Santo Espíritu lo haga fructificar en nosotros y que nunca falte en nosotros su mensaje.
Cuando acudimos a Dios y le decimos que nos falta el pan material (Mc 8,15), le estamos ya pidiendo que nos dé el pan de cada día (Mt 6,11). Si le pedimos que nos "guarde de la levadura de los fariseos y de Herodes" (Mc 8,15), le estamos rogando que nos proteja de caer en la tentación (Mt 6, 13a) y que nos libre los enemigos de Jesús, que son los nuestros.
Si obedecemos al Señor y nos refugiamos con todos los hijos de Dios en el arca (Gn 7,1) protectora, que es su Iglesia, estaremos viviendo entonces la petición de que "nos libre del mal" (Mt 6,13b), de Satanás y del pecado, que inundan al mundo. Cuando Dios anega el reino del pecado con un diluvio de bautismo y de perdón (Gn 7,4), entonces el nombre de Dios es santificado (Mt 6,9b) y su Reino se fortalece entre los hombres.
Como en el bautismo y "con la palabra de verdad, Dios nos engendró, para que seamos como la primicia de sus criaturas" (St 1,18), podremos llamar de verdad a Dios "Padre nuestro" (Mt 6,9a) y a los hombres nuestros hermanos. Si pedimos perdón al Padre del cielo por nuestras ofensas y perdonamos a los que nos han ofendido (Mt 6,12), seguiremos cumpliendo su santa voluntad y apresurando el triunfo del Reino de Dios. Su Reino llegará en plenitud, cuando "soportadas las pruebas, recibamos la corona de vida que el Señor ha prometido a los que le aman" (St 1,12).
Padre del cielo, eres bueno y no tientas a nadie (St 1,13), sino que nos ayudas constantemente para no caer en la tentación. De Ti, Padre de los astros, viene todo don perfecto (St 1,17) y toda gracia. A Ti te suplicamos con el "Padre nuestro" que vivamos siempre como hijos tuyos. Amén.
"Hijos míos, que estáis en la tierra, preocupados, en pruebas o alegres, Yo, como Padre, conozco vuestros nombres y vuestros sufrimientos y problemas. Yo os amo. Hablad Conmigo de las cosas de mi Reino. Escucharéis mis respuestas, recibiréis mis dones y juntos construiremos mi Reino. Estoy siempre con vosotros".
 
EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY
CICLO B Pág. 66 y 67 (Ceferino Santos S.J.)
 
 
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Al orar, no charléis mucho porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis


Hoy, Jesús —que es el Hijo de Dios— me enseña a comportarme como un hijo de Dios. Un primer aspecto es el de la confianza cuando hablo con Él. Pero el Señor nos advierte: «No charléis mucho» (Mt 6,7). Y es que los hijos, cuando hablan con sus padres, no lo hacen con razonamientos complicados, ni diciendo muchas palabras, sino que con sencillez piden todo aquello que necesitan. Siempre tengo la confianza de ser escuchado porque Dios —que es Padre— me ama y me escucha. De hecho, orar no es informar a Dios, sino pedirle todo lo que necesito, ya que «vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo» (Mt 6,8). No seré buen cristiano si no hago oración, como no puede ser buen hijo quien no habla habitualmente con sus padres.

El Padrenuestro es la oración que Jesús mismo nos ha enseñado, y es un resumen de la vida cristiana. Cada vez que rezo al Padre nuestro me dejo llevar de su mano y le pido aquello que necesito cada día para llegar a ser mejor hijo de Dios. Necesito no solamente el pan material, sino —sobre todo— el Pan del Cielo. «Pidamos que nunca nos falte el Pan de la Eucaristía». También aprender a perdonar y ser perdonados: «Para poder recibir el perdón que Dios nos ofrece, dirijámonos al Padre que nos ama», dicen las fórmulas introductorias al Padrenuestro de la Misa.

Durante la Cuaresma, la Iglesia me pide profundizar en la oración. «La oración, el coloquio con Dios, es el bien más alto, porque constituye (...) una unión con Él» (San Juan Crisóstomo). Señor, necesito aprender a rezar y a sacar consecuencias concretas para mi vida. Sobre todo, para vivir la virtud de la caridad: la oración me da fuerzas para vivirla cada día mejor. Por esto, pido diariamente que me ayude a disculpar tanto las pequeñas molestias de los otros, como perdonar las palabras y actitudes ofensivas y, sobre todo, a no tener rencores, y así podré decirle sinceramente que perdono de todo corazón a mis deudores. Lo podré conseguir porque me ayudará en todo momento la Madre de Dios.

lunes, 23 de febrero de 2015

MEDITACIONES CUARESMALES P.CEFERINO SANTOS: LUNES 1º

SERÉIS SANTOS
 
santidadCuando Dios nos pide que "seamos santos, porque Yo, vuestro Dios, soy santo" (Lv 1,2), Él no nos pide un imposible. Él mismo quiere darnos la gracia necesaria para quedar consagrados a Él plenamente y para vivir de su amor y santidad. Con el amor divino y con su gracia podemos vivir el difícil mandato del amor a Dios y al prójimo, como a nosotros mismos (Lv 1,18), sin vengarnos o guardar rencor a nuestros hermanos. Gran parte de los mandatos que Dios nos da se refieren a los derechos y al amor debido a los demás: " No robaréis. No mentiréis. No engañaréis a vuestro prójimo" (Lv 19,11). "No oprimirás ni explotarás a tu prójimo. No retendrás hasta el día siguiente el jornal de tu obrero" (Lv 19,13).
Con la ayuda poderosa de Dios podremos amar a Cristo en su persona sobre todas las cosas, y a los pobres, a los hambrientos y sedientos, a los desnudos y encarcelados (Mt 25,35-36), como si amáramos a Cristo mismo en ellos: "Cada vez que lo hicisteis con uno de estos pequeños hermanos, Conmigo lo hicisteis" (Mt 25,40).
Vivimos en un mundo alejado de la santidad del amor perfecto e inmerso en odios, atentados, crímenes, homicidios y abortos. Estamos de nuevo oprimiendo y matando a Cristo, que vive escondido en sus hermanos los hombres.
Señor Jesús: concédenos vivir Contigo en la santidad y en el amor perfecto. Da numerosos santos a tu Iglesia santa, para que sean signos del cielo y testigos eficaces ante los hombres de que Tú vives y eres la fuente inagotable de la santidad en la Iglesia y en el mundo de los hombres.
''Venid a Mí todos, los pecadores, los pobres, los que necesitáis amor y perdón, pues Yo soy la fuente de la santidad y del amor perfecto. Pedid, recibid mi amor y seréis santos, limpios y puros en mi presencia. Adorad mi Persona, mi Amor y mi santidad inagotable".
 
EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY
CICLO B Pág. 65 y 66 (Ceferino Santos S.J.)
 
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Cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también conmigo dejasteis de hacerlo


Hoy se nos recuerda el juicio final, «cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles» (Mt 25,31), y nos remarca que dar de comer, beber, vestir... resultan obras de amor para un cristiano, cuando al hacerlas se sabe ver en ellas al mismo Cristo.

Dice san Juan de la Cruz: «A la tarde te examinarán en el amor. Aprende a amar a Dios como Dios quiere ser amado y deja tu propia condición». No hacer una cosa que hay que hacer, en servicio de los otros hijos de Dios y hermanos nuestros, supone dejar a Cristo sin estos detalles de amor debido: pecados de omisión.

El Concilio Vaticano II, en la Gaudium et spes, al explicar las exigencias de la caridad cristiana, que da sentido a la llamada asistencia social, dice: «En nuestra época, especialmente urge la obligación de hacernos prójimo de cualquier hombre que sea y de servirlos con afecto, ya se trate de un anciano abandonado por todos, o de un niño nacido de ilegítima unión que se ve expuesto a pagar sin razón el pecado que él no ha cometido, o del hambriento que apela a nuestra conciencia trayéndonos a la memoria las palabras del Señor: ‘Cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis’ (Mt 25,40)».

Recordemos que Cristo vive en los cristianos... y nos dice: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).

El Concilio Lateranense IV define el juicio final como verdad de fe: «Jesucristo ha de venir al fin del mundo, para juzgar a vivos y muertos, y para dar a cada uno según sus obras, tanto a los reprobados como a los elegidos (...) para recibir según sus obras, buenas o malas: aquellos con el diablo castigo eterno, y éstos con Cristo gloria eterna».

Pidamos a María que nos ayude en las acciones de servicio a su Hijo en los hermanos.

MEDITACIONES CUARESMALES P.CEFERINO SANTOS: DOMINGO 1º

HAY UNOS NUEVOS DILUVIOS
 
lloverDios sumergió a una antigua generación impenitente, rebelde y pecadora en un diluvio de aguas torrenciales. Hoy nos encontramos con otros diluvios de piedad y con el arco iris de su misericordia (Gn 9,14-15). Ante la lluvia continua de desórdenes y de pecados de los hombres de hoy, enfrentados con Dios, con la naturaleza y entre sí mismos, el Señor podía haber elegido el destruirlos con un nuevo diluvio que devastase la tierra (Gn 9,10). Pero Dios no eligió un nuevo diluvio de castigo y de destrucción, sino un diluvio de salvación y de piedad inagotable.
En vez del primer diluvio de agua destructora, nos envía Dios Padre un diluvio de agua que purifica la conciencia (1 P 3,21), por medio del sacramento del bautismo que nos sumerge en la muerte y en la vida de Cristo. En vez de otro desbordamiento anegador, nos envía el diluvio de la sangre de Cristo, que nos justifica, que muere por nuestros pecados (1 P 3,18) y que alcanza a todas las humanas generaciones y también a los espíritus encarcelados, que en el tiempo habían sido rebeldes (1 P 3,19-20) ya los que no había llegado el sacramento del bautismo santificador.
Como Dios desea ardientemente que nos salvemos, nos envía un nuevo diluvio, derramando su Santo Espíritu sobre toda carne, para que hechos criaturas nuevas e hijos adoptivos de Dios, pueda devolvemos a la vida (1 P 2,18). Y finalmente, Dios está enviando un diluvio de amor misericordioso sobre todos los hombres "por la resurrección de Cristo, Jesús Señor nuestro, que está a la derecha de Dios" (1 P 3,22).
Para que nos convirtamos y creamos, Dios nos envía un diluvio de palabras de vida y la Buena Noticia de su Hijo, que creída nos salva: "Convertíos y creed en la buena noticia" (Mc 1,15). La Palabra de Dios puede convertirnos, librarnos de los ataques de Satanás, restaurarnos de nuestras rupturas y hacernos criaturas nuevas y liberadas. No habrá nuevos diluvios universales y catastróficos; pero sí seguirá habiendo un diluvio de gracias y de misericordia sobre la miseria de los hombres. Sobre ellos brilla como señal de redención y arco iris de esperanza la bendita Cruz de Cristo, que nos redimió y nos salvó. Él nos ayudará a vencer las tentaciones de Satanás y a las alimañas peligrosas en el desierto (Mc 1,13) de este mundo pecador.
Derrama, Señor Jesús, sobre nosotros el diluvio de tu amor, que nos lave y nos purifique de nuestras culpas y nos lleve a vivir la gracia y la cercanía de tu reino. Amén.
 
 
EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY
CICLO B Pág. 63 y 64 (Ceferino Santos S.J.)
 
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sábado, 21 de febrero de 2015

NO ES AYUNO NO COMER CARNE... Papa Francisco

Meditación Cuaresmal Padre Ceferino Santos. Sábado 21 febrero

SÁBADO 21 FEBERO: SÁBADO DE CENIZA


LOS QUE ESPERAN EN JESÚS
esperar"Es todo poderoso quien desconfía enteramente de sí mismo para confiar únicamente en Mí", le dijo Jesús a Santa María Margarita Alacoque como recado para San Claudio de la Colombiere. Confían verdaderamente en el Señor los que están dispuestos a dejarlo todo para seguir a Cristo, como lo hizo Leví Mateo, el recaudador de impuestos (Lc 5,28). Confían en Jesús los que Le siguen con la seguridad de que puede curarlos y perdonarles sus pecados: "No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan" (LC 5,32).
Desconfían de sí mismos y se apoyan en su Dios los que esperan que "en el desierto el Señor saciará su hambre, hará fuertes sus huesos y serán un huerto bien regado" (Is 58,11). No podemos esperar en nosotros mismos para mejorar el mundo, pero por el don y la elección gratuita de Dios sí acertaremos a "reconstruir las viejas ruinas, a levantar sobre los cimientos de antaño, a reparar brechas y a restaurar la casa de Dios en ruinas" (Is 58,12).
 
Señor Dios nuestro: confiamos únicamente en Ti y sabemos que nos amas. Haz que nuestro servicio sea humilde y agradable a tus ojos, y que Te sigamos cada día, fiados en tu amor y en tu omnipotencia.
"Yo soy vuestra vida para siempre. He venido al mundo para que los muertos por el pecado vuelvan a la existencia y posean vida eterna, y para que los justos posean mi vida en abundancia. No os separéis de mí, que soy la fuente de la vida perdurable. Confiad siempre en Mí. A los que esperáis en Mí, Yo no os abandonaré".
EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY
CICLO B Pág. 62 y 63 (Ceferino Santos S.J.)
 
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No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores


Hoy vemos cómo avanza la Cuaresma y la intensidad de la conversión a la que el Señor nos llama. La figura del apóstol y evangelista Mateo es muy representativa de quienes podemos llegar a pensar que, por causa de nuestro historial, o por los pecados personales o situaciones complicadas, es difícil que el Señor se fije en nosotros para colaborar con Él.

Pues bien, Jesucristo, para sacarnos toda duda nos pone como primer evangelista el cobrador de impuestos Leví, a quien le dice sin más: «Sígueme» (Lc 5,27). Con él hace exactamente lo contrario de lo que una mentalidad “prudente” pudiera considerar si quisiéramos aparentar ser “políticamente correctos”. Leví —en cambio— venía de un mundo donde padecía el rechazo de todos sus compatriotas, ya que se le consideraba, sólo por el hecho de ser publicano, colaboracionista de los romanos y, posiblemente, defraudador por las “comisiones”, el que ahogaba a los pobres para cobrarles los impuestos, en fin, un pecador público.

A los que se consideraban perfectos no se les podía pasar por la cabeza que Jesús no solamente le llamara a seguirlo, sino ni tan sólo a sentarse en la misma mesa.

Pero con esta actitud de escogerlo, Nuestro Señor Jesucristo nos dice que más bien es este tipo de gente de quien le gusta servirse para extender su Reino; ha escogido a los malvados, a los pecadores, a los que no se creen justos: «Para confundir a los fuertes, ha escogido a los que son débiles a los ojos del mundo» (1Cor 1,27). Son éstos los que necesitan al médico, y sobre todo, ellos son los que entenderán que los otros lo necesiten.

Hemos de huir, pues, de pensar que Dios quiere expedientes limpios e inmaculados para servirle. Este expediente sólo lo preparó para Nuestra Madre. Pero para nosotros, sujetos de la salvación de Dios y protagonistas de la Cuaresma, Dios quiere un corazón contrito y humillado. Precisamente, «Dios te ha escogido débil para darte su propio poder» (San Agustín). Éste es el tipo de gente que, como dice el salmista, Dios no menosprecia.

viernes, 20 de febrero de 2015

PEQUEÑOS Y SENCILLOS ACTOS COTIDIANOS DE CARIDAD


15 sencillos actos de caridad que olvidamos a menudo: pueden hacerse en nuestra vida cotidiana

15 sencillos actos de caridad que olvidamos a menudo: pueden hacerse en nuestra vida cotidiana
Muchos pequeños gestos pueden cambiar la vida y ayudar a transmitir el Evangelio desde lo cotidiano
Adentrándonos en la Cuaresma y acogiendo las palabras del Papa Francisco para este año, hemos querido hacer una recopilación de actos sencillos de caridad que muchas veces pasamos por alto pero que, en su sencillez son manifestaciones concretas del amor de Dios.

Un corazón que se ha encontrado con Él no puede permanecer indiferente a los demás. ¡No privemos a los demás de nuestra sonrisa, de nuestra alegría, de la esperanza que nos da Cristo! El mundo lo necesita.

Por lo tanto, para vivir este testimonio de la caridad es indispensable el encuentro con el Señor que transforma el corazón y la mirada del hombre. En efecto, es el testimonio del amor de Dios hacia cada uno de nuestros hermanos en humanidad que da el verdadero sentido de la caridad cristiana.

Esta no se puede reducir a un simple humanismo o a una empresa de promoción humana. La ayuda material, aun siendo verdaderamente necesaria, no lo es todo en la misma caridad, que es participación en el amor de Cristo recibido y compartido.

Toda obra de caridad auténtica es, por lo tanto, una manifestación concreta del amor de Dios a los hombres y por ello se vuelve anuncio del Evangelio. ¡Que en este tiempo de Cuaresma, los gestos de caridad, cumplidos generosamente, permitan a cada uno avanzar en el camino hacia Cristo, que no cesa de salir al encuentro de los hombres! (Benedicto XVI)

1. Sonreír ¡Un cristiano siempre es alegre!
No nos damos cuenta pero cuando sonreímos aligeramos la carga a quienes nos rodean. Cuando vamos por la calle, en el trabajo, en la casa, en la universidad. La felicidad del cristiano es una bendición para los demás y para uno mismo. ¡Quién tiene a Cristo en su vida no puede estar triste!

2. Dar las gracias siempre (aunque no "debas" hacerlo).
Nunca te acostumbres a recibir porque lo necesitas o porque tienes "derecho a". Todo lo recibes como un regalo, nada te "lo deben" aunque hayas pagado por ello. Da siempre las gracias. Es más feliz quien es agradecido.

3. Recordarle a los demás cuánto los amas.
Tú sabes que los amas ... ¿y ellos? Las caricias, los abrazos y las palabras nunca sobran. Si Jesús no se hubiera hecho carne, nosotros jamás habríamos entendido que Dios es Amor.

4. Saludar con alegría a esas personas que ves a diario.
Seguro es quien abre la puerta, quien limpia, quien contesta las llamadas. Lo ves a diario y al saludarlo le recuerdas que es importantísimo lo que hace. Tanto tu trabajo como el de él/ella se hace más a gusto si le haces ver que es valioso para otros, que su presencia cambia las cosas.

5. Escuchar la historia del otro, sin prejuicios, con amor.
¿Qué puede hacernos más humanos que saber escuchar? Cada historia que te cuentan te une más con el otro: sus hijos, su pareja, la jefa, el profesor, sus preocupaciones y alegrías ... tú sabes que no sólo son palabras, son partes de su vida que necesitan ser compartidas.



6. Detenerte para ayudar. Estar atento a quien te necesita.¿Qué más podemos decir? No importa si es un problema de matemáticas, una simple pregunta o alguien que tiene hambre ¡jamás sobra la ayuda! Todos necesitamos de los demás. Aunque suelas ayudar, recuerda que tu también eres necesitado.

7. Levantarle los ánimos a alguien.
Sabes que no anda bien o nada bien y no sabes qué hacer. Decides sacarle una sonrisa para hacerle saber que no todo es malo. Siempre es bueno saber que hay alguien que te ama y que estará siempre a pesar de las dificultades.



8. Celebrar las cualidades o éxitos de otro.
Solemos callarnos lo que nos gusta y nos alegra de los demás: sus éxitos, sus cualidades, sus buenas actitudes. Simples frases como "¡Felicidades!", "Me alegro mucho por ti" o "Ese color te queda muy bien" le han hecho el día a tu compañero y nos ayudan a vernos entre nosotros como Dios nos ve.

9. Seleccionar lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita.¿Te has imaginado alguna vez que tu playera favorita de cuando tenías 17 años, ahora es la playera favorita de una adolescente que no tiene mucho que ponerse? Si eres hermano mayor, lo sabes. Por eso es bueno acostumbrarnos a valorar lo que tenemos y si tenemos más de lo que necesitamos, regalarlo nos ensancha el corazón y protege del frío a otro.

10. Ayudar cuando se necesite para que otro descanse.
Esto se vive en las familias: cuando uno descansa otro trabaja. Nada más hermoso que saber que alguien más ya comenzó a hacer algo que necesitabas por ti o que siempre puedes pedir ayuda. Cuando nos ayudamos mutuamente a llevar las responsabilides diarias la vida es más llevadera.




11. Corregir con amor, no callar por miedo.
Corregir es un arte. Muchas veces nos encontramos en situaciones que no sabemos manejar. El mejor método es el amor. El amor no sólo sabe corregir, sino que sabe perdonar, aceptar y seguir adelante. No tengas miedo de corregir y ser corregido, eso es una muestra que los demás apuestan por ti y quieren que seas mejor.

12. Tener buenos detalles con los que están cerca de ti.
Sabes lo que le gusta mejor que nadie, ¿por qué no aprovechar eso? Nada se disfruta más que aquello que es dado con amor, él se gana unos minutos de descanso y tú una sonrisa auténtica. Salir de uno mismo y pensar en los demás siempre es mejor y alegra el corazón.

13. Limpiar lo que uso en casa.
Si vives con tu familia o ya vives fuera de casa, sabes lo importante que es recoger y limpiar lo que usas. Hay una voz dentro de ti que te dice que deberías ayudar un poco más de lo que quisieras... Y sorprendentemente te sientes muy bien de hacerlo.

14. Ayudar a los demás a superar obstáculos.
De chiquitos lo hacíamos, ¿porqué no hacerlo ahora? Ayudarle a alcanzar el transporte, a cargar sus maletas, a cruzar la calle o regalarle unas monedas para que pueda pagar. Esos detalles nunca se olvidan. Eres el extraño que aún cree en la humanidad.

15. Llamar por teléfono a tus padres.
Ahora tú vives solo, te mueves solo y quizá hasta tienes tu propia familia. Sin embargo, tus padres aún se conmueven cuando les haces saber que piensas en ellos. Estar atentos a lo que necesitan o simplemente saber cómo están es algo que no te cuesta mucho y es un gesto enorme de gratitud.
 
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AYUNO SIN AMOR NO VALE NADA


Mateo (9,14-15):
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: «Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?»
Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio y entonces ayunaran.»

Reflexión:
Posiblemente alguno hoy al levantarse, habrá pensado hoy primer viernes de cuaresma, “hay que hacer algo especial”
“¿Por qué tus discípulos no ayunan?” Ayuno sin amor no vale nada. Amor sin compartir no hay quien lo crea. Ayunar en la fiesta no tiene sentido.
El verdadero creyente hace de la misericordia su mejor sacrificio, y del amar y compartir, ayudar y liberar, partir el pan, hospedar y vestir al pobre, su ayuno y su penitencia. Pero Jesús aún da un paso más y se presenta como el “novio”, como el “esposo”.
El que pierde a Cristo por el pecado necesita ayunar en un tiempo de ausencia y de búsqueda. Pero el que llega a descubrir a Cristo, o a reencontrarse con su gracia ¿Cómo va a guardar ayuno? Celebrara la fiesta más alegre y gozosa.

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IMPORTANTE DESCUBRIMIENTO RELACIONADO CON LOS SANTOS NIÑOS

Importante descubrimiento: una pieza artística de la Catedral relacionada con los Santos Niños



Se trata de una placa de plata de pequeñas dimensiones,
probablemente del siglo XVII






Tal y como aparece reseñado en la última edición del semanario alcalaíno PUERTA DE MADRID –nº 2.365, del 21 de febrero de 2015– los responsables de la Catedral Magistral de Alcalá de Henares han identificado e incorporado al Tesoro-Museo catedralicio una pieza artística de enorme interés, ya que representa el momento en que el obispo Asturio encuentra la sepultura de los Santos Niños Justo y Pastor, en las afueras de la antigua ciudad romana de Complutum, en el lugar conocido por la tradición como "campo laudable".

Recogemos a continuación el artículo escrito por Trinidad Yunquera, historiadora del arte del obispado complutense y Angela Flores, historiadora del arte y restauradora.


El obispo Asturio y el hallazgo de los cuerpos de los Santos Niños Justo y Pastor

El patrimonio mueble de la Santa e Insigne Iglesia Magistral-Catedral de Alcalá de Henares se ha visto incrementado recientemente con una pieza de gran belleza y buena factura, cuya finalidad exacta desconocemos. Se trata de una placa de plata corleada, con unas dimensiones de 10,5 cm. x 9,3 cm. Compuesta por dos láminas de plata repujada y cincelada superpuestas, la lámina del anverso presenta una corladura que le proporciona un aspecto dorado y luminoso. Posee dos solapillas laterales y una trabilla posterior con orificio central con marcas de haber estado encajada en otra pieza. En cuanto a la datación podemos sugerir posiblemente el siglo XVII, tanto por su hechura como por su técnica. La pieza se encontraba en los fondos de la propia Magistral y ahora sale a la luz añadiéndose al Tesoro-Museo de la Catedral.

Gracias a las dos solapillas mencionadas podemos aventurar el uso posible de la pieza, pues parecen tener la función de hacerla encajar, como era usual, en una de las cruces parroquiales que poseía el templo. O bien podría tratarse de una de las escenas de un posible retablillo que representara la vida de Asturio, hoy perdido.

De indudable significación es el elemento iconográfico al que hace referencia este relieve, pues la escena representa el momento en que Asturio, obispo de Toledo, por inspiración divina encuentra en el llamado “campo laudable”, a comienzos del siglo V, los cuerpos de los Santos Niños Justo y Pastor y la piedra o ara martirial sobre la que fueron decapitados. Asturio aparece arrodillado, con la mitra depuesta en el suelo en señal de veneración, junto a la piedra del martirio –la misma que se conserva actualmente en la cripta de la Magistral– que acaba de ser desenterrada por un mozo, azada en mano. En la piedra pueden verse las huellas dejadas por los santos mártires al apoyar sus rodillas para ser ejecutados. En alto, un ángel entre nubes señala el lugar exacto del hallazgo. Al fondo vemos las murallas de una ciudad fortificada, indicando claramente que el hecho sucede extramuros de Alcalá, en el ya citado “campo laudable”. Como referencia iconográfica podemos recordar el gran lienzo que Gregorio Ferro pintó en 1807 para el altar mayor de la Iglesia de San Justo y Pastor de Toledo.

Esta iconografía es muy querida para los alcalaínos, pues gracias a este obispo toledano y complutense, Asturio, y a su “invención” (hallazgo, en el sentido latino) hoy sabemos y tenemos constancia fehaciente del lugar del martirio y del descubrimiento de los restos de los Santos Niños Justo y Pastor, nuestros patronos, en la ciudad de Alcalá de Henares.

Según relata San Ildefonso, tras este magnífico descubrimiento Asturio decidió no regresar a Toledo, permaneciendo en la ciudad complutense como obispo de la misma y custodio de los cuerpos de los Santos Niños, para lo cual mandó edificar, en el mismo lugar del hallazgo, un templo para custodia y honra de los santos patronos de la ciudad, solicitando ser enterrado en este mismo lugar a su muerte, como así sucedió. Desde entonces el culto y veneración de Justo y Pastor ha sido constante en nuestra ciudad, no habiéndose interrumpido ni siquiera durante el periodo de ocupación musulmana, cuando sus cuerpos fueron trasladados al norte de la Península. Tras la reconquista cristiana Alcalá hizo todo lo posible para que las reliquias de los Santos Niños –o al menos parte de ellas– volvieran a su lugar de origen, cosa que sucedió, como es bien sabido, el 7 de marzo de 1568. La recuperación de esta pieza, de iconografía inédita en nuestra ciudad, es así una preciosa contribución a la Fiesta de la Reversión que celebraremos dentro de unos días.

Angela Flores y Trinidad Yunquera
 
obispadoalcala.org