CURSILLISTAS CAMINO DE LOS ALTARES

Estamos convencidos de que, en todo el peregrinar de los Cursillos de Cristiandad, desde sus inicios hasta hoy, son muchas las personas que han vivido y pertenecido a este bendito Movimiento y que están gozando ya de su "5º Día" en la presencia de Dios: son nuestros  "santos anónimos" (aunque seguro que a algunos de ellos los hemos conocido y hemos trabado con ellos esa amistad especialísima de cuando Cristo está enmedio).
Pero tenemos una gran suerte: Damos gracias a Dios por la vida de Manuel Aparici y de Sebastián Gayá especialmente a quienes tanto hemos de agradecer el Movimiento de Cursillos de Cristiandad y que hoy están camino de los altares por su vida de entrega y santidad.
          

MANUEL APARICI NAVARRO (1902-1964)                 SEBASTIÁN GAYÁ RIERA  (1913- 2007)

A ellos encomendamos nuestras actividades apostólicas y todo aquello que deseemos y necesitemos. Podemos comunicar los favores recibidos.





MANUEL APARICI YA ES VENERABLE


Ciudad del Vaticano, 28 marzo 2013 (VIS).- Ayer, El miércoles 27 de marzo de 2013, el Santo Padre Francisco, en audiencia con el cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, autorizó la promulgación, entre otros,  del decreto de las virtudes heroicas del Siervo de Dios, Manuel Aparicio Navarro, sacerdote diocesano nacido en Madrid (España) el 11 de diciembre de 1902 y muerto el 28 de agosto de 1964.


Estampa para la devoción privada
Mons. Sebastián Gayá. ORACIÓN PARA LA DEVOCIÓN PRIVADA.
Dios, Padre Nuestro, que por la Gracia de tu Hijo Jesucristo y la unción del Espíritu encendiste en el corazón de tu hijo Sebastián, sacerdote, el deseo de ser “Santos y apóstoles”.
Te alabamos, te bendecimos, y te damos las gracias por todos los dones que nos has otorgado a través
suyo, especialmente por el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, y te pedimos permanecer unidos a la vid, que es Cristo, y dar mucho fruto en este mundo, para tu gloria eterna.
También te rogamos que, por medio de tu siervo Sebastián, nos concedas esta gracia particular [pídase
aquí lo que se desea], para que, si es tu voluntad, la Iglesia pueda reconocer y proclamar las maravillas que has obrado en él. Junto con san Pablo y la Reina de los Apóstoles, por Jesucristo Nuestro Señor.
Con arreglo a las normas de la Iglesia Católica y sujetos a su juicio definitivo.

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Os mostramos unas pinceladas de sus vidas: 


MANUEL APARICI
«Capitán de Peregrinos»
CAUSA DE CANONIZACIÓN DEL CURSILLISTA

  
El Siervo de Dios Manuel Aparici, Capitán de Peregrinos, Presidente Nacional de los Jóvenes de Acción Católica y, una vez ordenado sacerdote, Consiliario Nacional de los mismos, «una gloria y corona de la Diócesis de Madrid, singular y deslumbrante» <!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]-->,  es una de las figuras más importantes de la Iglesia española en el siglo XX, «Coloso de Cristo, de la Iglesia y del Papa» como lo calificó el Cardenal Herrera Oria <!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]-->,  humilde converso, apóstol infatigable y apóstol con vocación de crucificado, que él mismo pidió al Señor y éste le concedió; él, con su tesón, hizo revivir, y de qué modo, el Camino de Santiago; él anticipándose en muchísimas cosas al Concilio Vaticano II, dio el matiz peregrinante a esa Juventud; él fue el artífice y el alma de la magna peregrinación mundial juvenil a Santiago de Compostela el 28 de Agosto de 1948; él fue el creador en 1940 de los Cursillos de Adelantados, Jefes y Guías de Peregrinos para dar base espiritual honda a los jóvenes «adelantados» camino de Santiago <!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]-->, y después antecedente de los Cursillos de Cristiandad, los cuales recogen entre otros muchos elementos el espíritu peregrinante de Manuel Aparici; él ...

«La Iglesia española -dice José Díaz Rincón- está en deuda con este santo apóstol, educador y generoso sin límites» <!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]--> Y un año después aproximadamente escribe: «Hemos tenido la suerte, la gracia y el favor de tratar y de ser pastoreados por un santo excepcional, por su profunda espiritualidad, por su generosa entrega, por su cercanía de Dios, su competencia, su espíritu apostólico e incomparable Caridad y ternura» <!--[if !supportFootnotes]-->[5]<!--[endif]-->.

«A pesar de ser un hombre de su tiempo, su actualidad para la Iglesia no ha decrecido en esta difícil coyuntura [...]», afirman los Peritos Teólogos en su Informe. Y añaden: «Sí, Aparici, siendo hombre de su tiempo, es, a la vez, actual por la urgencia con que nuestra sociedad necesita de esa “Vanguardia de Cristiandad” que en aquellos años de guerra y postguerra él alentó».

«Sus ideales peregrinantes, de santidad y apostolado, del papel del seglar en la Iglesia, etc. son tan actuales hoy como lo fueron en su época», asegura, por su parte, InfoMadrid. Servicio Agencia Noticias Arzobispado de Madrid, Delegación de Medios de Comunicación Social. Oficina de Información en su número del 19 de marzo de 2002.
            «Habrá que despertar –escribe José Luis López Mosteiro, testigo– en los de “ahora” el conocimiento de MANOLO como guía de santidad y habrá que entusiasmar a los mayores [...].obra y la fecunda experiencia de toda aquella época para el bien de la Iglesia» <!--[if !supportFootnotes]-->[6]<!--[endif]-->.

            «En estos momentos de la Iglesia –decía Mons. Francisco Javier Martínez Fernández, siendo Obispo Auxiliar de Madrid, a la Asociación de Peregrinos de la Iglesia en el acto de apertura de la Causa de Canonización del Siervo de Dios– <!--[if !supportFootnotes]-->[7]<!--[endif]--> son muy necesarios los testimonios de una vida seglar cristiana, que muestre la belleza de la fe en medio de la realidad cotidiana de los hombres. «Tenéis –dijo a los miembros de la Asociación de Peregrinos de la Iglesia en el acto de apertura de su Causa de Canonización– el deber de difundir su figura, su obra y la fecunda experiencia de toda aquella época para el bien de la Iglesia» <!--[if !supportFootnotes]-->[8]<!--[endif]-->.


Por su parte, estiman los testigos en la Causa de Canonización que debe ponerse sobre el candelero una vida ejemplar digna de imitación y rica en enseñanzas. La vida de este gran varón cristiano y apostólico, heraldo de Cristo, bien merece la pena ser conocida y venerada por las nuevas generaciones, ya que sigue siendo una referencia sin ambigüedad, faro y modelo singular del apostolado seglar más genuino y ortodoxo, así como del sacerdocio más exigente.
Todos ellos se pronunciaron favorablemente a la introducción de la Causa. Estiman seriamente que su canonización será provechosa para la Iglesia: ejemplo para la juventud y para los sacerdotes y piden al Señor quiera llevarla adelante.

            Los restos mortales del «Capitán», gran propagandista <!--[if !supportFootnotes]-->[9]<!--[endif]--> y hombre de un gran entusiasmo, vitalidad y caridad sin límites, que fue decisivo en la vida de muchos jóvenes, descansan en la Capilla de la sede de la Asociación de Peregrinos de la Iglesia, parte actora de la Causa de Canonización junto con la Archidiócesis de Madrid (España).

            «Manuel Aparici (1902-1964) –escribe la Delegación para la Religiosidad Popular de la Diócesis de Zamora, España, cuyo Delegado declara su interés en Aparici <!--[if !supportFootnotes]-->[10]<!--[endif]-->– es uno de esos gigantes de la Iglesia española en los difíciles años de la primera mitad del siglo XX. Él pone en marcha e impulsa las Juventudes de Acción Católica, primero como presidente seglar (1934-1941), luego como sacerdote y consiliario nacional (1950-1959) hasta que su larga y penosa enfermedad se lo impida. De su fecundidad quedan muchas huellas (la revista ECCLESIA, los Cursillos de Cristiandad…), pero seguramente su “obra magna” fuera aquella peregrinación de jóvenes a Santiago del año 1948. Sus dos grandes consignas, la santidad (“pedir a los jóvenes santidad y hasta santidad heroica”) y el ideal peregrinante, se combinan en esta gran concentración: “Cien mil jóvenes santos a Santiago” será el lema. Sólo los chicos fueron 70.000, venidos de toda España, Hispanoamérica, Europa…; las chicas llegaron unos días más tarde. Con ellos,  multitud de obispos y sacerdotes. Es el relanzamiento de las peregrinaciones jacobeas, y un antecedente ilustre de la visita de Juan Pablo II a Santiago e incluso de las JMJ.
            »¿Tienen actualidad los ideales de Aparici? Basta asomarse al Camino para sospechar que sí».

            Por su E-Mail de fecha 20 de Junio de 2011 me decía el Delegado: «La base ideológica de Aparici me parece ideal para el trabajo que desarrollamos en esta Delegación, que tienen grandes paralelismos con sus orientaciones. […]. Igualmente se le debiera reconocer su labor en la recuperación de las peregrinaciones jacobeas».

            «[…] Con su muerte, el 28 de Agosto de 1964 tras nueve años de inmisericorde dolencia que lo tuvo recluido, inmóvil entre acerbos dolores, pero con fe acrecida y con su sonrisa característica en su relación con el prójimo, con su muerte, decimos, pareció olvidarse la España peregrinante y Vanguardia de Cristiandad por él impulsada. Pero veinticinco años después, el 19 de Agosto de 1989 [con ocasión de la IV Jornada Mundial de la Juventud; peregrinación convocada y presidida por Juan Pablo II para impetrar y recibir de cara al “Tercer Milenio empuje apostólico para la recristianización de Europa y de sus respectivos países], una nueva y populosa peregrinación de jóvenes a Santiago de Compostela, de jóvenes de todo el mundo, por cientos de miles, multiplicando las decenas de miles de la de 1948, hasta entonces la mayor peregrinación llegada a Santiago, tan sobrepasada luego por la de 1989. Sobrepasada y presidida por el mismo Vicario de Cristo …  Juan Pablo II. ¡Qué respuesta a la sed de Manuel Aparici …!» <!--[if !supportFootnotes]-->[11]<!--[endif]-->.

            Precisamente en dicho mes se cumplían los veinticinco años de la muerte de Manuel Aparici y de la magna Peregrinación a Santiago en 1948, alma de la misma. Aunque tal vez no lo fuese, no pudo haber mejor acto conmemorativo de aniversario del “Adelantado y Capitán de Peregrinos”.

«Cierto es que también existe y crece otra juventud, por ventura y gracia de Dios. El Cardenal Rouco, Arzobispo de Madrid, acaba de explicar bellamente, en una Tercera de ABC (diario español de tirada nacional), que una riada juvenil nació en aquella Jornada con Juan Pablo II en Santiago de Compostela, hace ya cerca de veinte años; y nunca la olvidaremos quienes tuvimos la fortuna de vivirla. Resucitó entonces un hecho admirable: la gran peregrinación juvenil a la tumba del Apóstol que inventó un extraordinario líder de juventudes llamado Manolo Aparici […]» <!--[if !supportFootnotes]-->[12]<!--[endif]-->.

            «[…] Con Juan Pablo II –dijo el señor Cardenal en la Homilía en la Eucaristía de apertura de la XXVI Jornada Mundial de la Juventud 17 de Agosto de 2011, como podéis leer– se inicia un periodo histórico nuevo, ¡inédito! en la relación del Sucesor de Pedro con la juventud […].
            »Sí, los jóvenes de las Jornadas Mundiales de la Juventud han sido desde Santiago de Compostela y para siempre peregrinos de la Iglesia […].
            »En su llamada dirigida a vosotros, jóvenes del avanzado comienzo del Tercer Milenio, resuenan con nuevos y sugestivos acentos la misma solicitud paternal y el mismo amor que movió al Beato Juan Pablo II a instituir las Jornadas Mundiales de la Juventud […].
            »Juan Pablo II concebía las Jornadas Mundiales de la Juventud como un valiosísimo instrumento de la nueva evangelización. También, nuestro Santo Padre Benedicto XVI».

            Manuel Aparici, con su palabra y ejemplo, como apóstol seglar y sacerdote, nos enseñó a hacer de nuestra vida una peregrinación: «Caminar por Cristo al Padre, a impulsos del Espíritu Santo, con la ayuda de María y llevando consigo a la hermanos». Veinte años después de que formulase esta definición, el Concilio Vaticano II, en todos sus documentos, proclama el carácter peregrinante de la Iglesia y la espiritualidad que de ella se deriva, y así lo proclama la liturgia.

«[...] Los cursillos nacen –afirma Jesús Valls, Presidente del Secretariado de Cursillos de Cristiandad de la Diócesis de Mallorca en el prólogo al libro de Guillermo Bibiloni–- para hacer un cristianismo fuerte y su fuerza les infunde un espíritu peregrino [...]» <!--[if !supportFootnotes]-->[13]<!--[endif]-->.

«[...] La vida es un peregrinaje –le dice Bonnín a Eduardo Suárez–, y esta imagen no ha perdido validez. La pena insisto, es que algunos crean que ya han llegado» <!--[if !supportFootnotes]-->[14]<!--[endif]-->.

Con motivo de la asistencia a la I Ultreya Mundial, en Roma, el 28 de Mayo de 1966, Bonnín no puede olvidar las palabras que les dirigió Pablo VI. «Sus palabras –le dice a Eduardo Suárez–, no las puedo olvidar: “Cursillos de Cristiandad: es una palabra, acrisolada en la experiencia, acreditada en sus frutos, que hoy recorre con acta de ciudadanía los caminos del mundo. Y es ésta ya universal expresión el resorte mágico que en este día os convoca en Roma. ¿Para qué? Para actuar con ellos en vosotros el sentido peregrinante que da estilo a vuestro método [...]» <!--[if !supportFootnotes]-->[15]<!--[endif]-->.

            Una vez más Manuel Aparici y su Ideal Peregrinante salen al encuentro de Bonnín y de los Cursillos de Cristiandad y esta vez por medio de S.S. Pablo VI: «para actuar con ellos en vosotros el sentido peregrinante que da estilo a vuestro método». Es decir, lo que da estilo a los Cursillos de Cristiandad, según el Santo Padre, es el sentido peregrinante; sentido peregrinante que Manuel Aparici infundió a sus amados jóvenes. Y Bonnín no puede olvidar estas palabras de Su Santidad.

Su Causa de Canonización está en fase romana con presunto milagro. Tenemos que seguir esperando y pidiendo al Señor por su pronta glorificación si esa es su Voluntad. Su voz, biografía y algunas publicaciones, tales como Manuel Aparici y los Cursillos de Cristiandad, etc. se encuentran en la página Web de la Asociación de Peregrinos de la Iglesia: www.peregrinosdelaiglesia.org.

Eduardo Bonnín pensó en él como líder a nivel nacional (España) y quizá a nivel mundial. Pero no pudo ser porque ya estaba muy enfermo, y, aún así, siguió impartiendo Cursillos de Cristiandad hasta que sus fuerzas se lo permitieron, prácticamente hasta su santa muerte. Recorrió toda España dando Cursillos.

«Ya sé –decía el Siervo de Dios en una de sus meditaciones para cursillistas de España y esto mismo se lo diría a los cursillistas de vuestra amada Diócesis y del mundo entero– que hay algunos que le amáis con pasión loca, que sabéis llorar junto a su cárcel del Sagrario y pedirle con los brazos en cruz su sed de almas. Ya sé que sois pocos, pero que al hacer de vuestra alma su Sagrario y de su Sagrario vuestra  alma, sabéis qué con Él sois mayoría que arrolla,  aplasta y salva. No cejéis en el empeño, amados cursillistas; vivamos juntos en Él, con Él y por Él, a la jineta, la gran aventura de hacer santa a toda la juventud de España: nos llamarán locos, mas ¡que importa!, si ya he dicho que su amor, de no  ser divino, fuera loco. Vivamos en la luz de esos  colores del iris que su paz infunde en muestras almas con los siete sagrados dones de su Espíritu; y Él, si quiere hacemos acueductos de Dios, irrigará el agua viva de su gracia, que en la ardiente  presión de su sed santa lavará a la juventud de España» <!--[if !supportFootnotes]-->[16]<!--[endif]-->.

Un cordial saludo DE COLORES.

            Carlos Peinó Agrelo.

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<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]-->  José Díaz Rincón, testigo (Su carta de fecha 14 de Diciembre de 2002).
<!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]-->  Mons. Mauro Rubio Repullés, testigo (C.P. pp. 462-482).
<!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]--> Antonio García-Pablos y González-Quijano, testigo, que sucedió a Manuel Aparici en la Presidencia Nacional de los Jóvenes de Acción Católica, fue uno de los jóvenes que participó en el Cursillo de Adelantado de Peregrinos celebrado en 1940 en La Coruña dirigido por Manuel Aparici ... Algo inolvidable (José Luis López Mosteiro, testigo. C.P. pp. 406-420).
<!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]-->  Su carta de fecha 13 de Julio de 2002.
<!--[if !supportFootnotes]-->[5]<!--[endif]-->  Su carta de fecha 10 de Diciembre de 2003.
<!--[if !supportFootnotes]-->[6]<!--[endif]-->  BORDÓN DE PEREGRINO, Boletín de la Asociación de Peregrinos de la Iglesia, Agosto 1994.
<!--[if !supportFootnotes]-->[7]<!--[endif]--> Algunos Obispos fueron dirigidos suyos, otros lo tuvieron o lo tienen como modelo y muchos fueron amigos, algunos amigos muy entrañables.
<!--[if !supportFootnotes]-->[8]<!--[endif]-->  BORDÓN DE PEREGRINO, Boletín de la Asociación de Peregrinos de la Iglesia, Agosto 1994.
<!--[if !supportFootnotes]-->[9]<!--[endif]-->  Mons. Jacinto Argaya Goicoechea, siendo Obispo de San Sebastián.
<!--[if !supportFootnotes]-->[10]<!--[endif]-->  Religiosidadpopularzamora.blogspot.com/ y su E-Mail de fecha 20 de Junio de 2011.
<!--[if !supportFootnotes]-->[11]<!--[endif]-->  Manuel Vigil, testigo (Su escrito de fecha 15 de Julio de 1994).
<!--[if !supportFootnotes]-->[12]<!--[endif]-->  Carlos Robles Piquer en Alfa y Omega, Semanario Católico de Información, del 25 de Septiembre de 2008, p. 29, que edita la Fundación San Agustín, Arzobispado de Madrid, España.
<!--[if !supportFootnotes]-->[13]<!--[endif]-->  «Historia de los Cursillos de Cristiandad. Mallorca, 1944-2001» (HCC), p. 12. Forma parte de  la Colección: CURSILLOS DE CRISTIANDAD. Dirección: Jesús R. Valls. Fundación CURSILLOS DE CRISTIANDAD. Primera edición: Abril 2002.
<!--[if !supportFootnotes]-->[14]<!--[endif]--> «Eduardo Bonnín un aprendiz de cristiano», (EBAC) p. 100 y HCC p. 145. Forma parte de la Colección: CURSILLOS DE CRISTIANDAD. Dirección: Jesús R. Valls. Fundación CURSILLOS DE CRISTIANDAD. Segunda edición revisada: Marzo de 2002.
<!--[if !supportFootnotes]-->[16]<!--[endif]-->  A. Soto en PROA Núm. 189, de Abril de 1954, Órgano de los Cursillos de Cristiandad, Unión Diocesana de los Jóvenes de Acción Católica de Mallorca, Suplemento del Boletín Oficial del Obispado, tomado de SIGNO, revista de la Juventud de Acción Católica de España creada por el Siervo de Dios Manuel Aparici en Junio de 1936.



Sebastián Gayá Riera. Curriculum Vitae 
El Ilustrísimo Monseñor Sebastián Gayá Riera, sacerdote de la diócesis de Mallorca y canónigo de su catedral, ha desempeñado un singular papel en los orígenes y en toda la historia del Movimiento de Cursillos, como reconoce el Estatuto del Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad aprobado por la Santa Sede (Pontificio Consejo para los Laicos, 30 de mayo de 2004), el cual cita, dentro del grupo de los Iniciadores del Movimiento, su nombre, junto a los del laico Eduardo Bonnin Aguiló y del Obispo Monseñor Juan Hervás Benet (Introducción, número 3).
Sebastián nació en Felanitx (Mallorca) el 30 de julio de 1913 y fue bautizado al día siguiente en esa misma parroquia. Tras la primera infancia transcurrida con sus padres emigrantes en Argentina, regresó él solo a los trece años para ingresar en el seminario de Palma de Mallorca, cursando sus estudios desde 1926 a 1937, con la calificación final de “meritissimus”. Durante la carrera consiguió diferentes premios en certámenes literarios, dentro y fuera del Seminario, así como ser, a los quince años, Becario por oposición del Pontificio Colegio Mayor de Nuestra Señora de la Sapiencia y, más tarde, a los veintiuno, Rector del mismo elegido por unanimidad.
Ordenación y primeras lides ministeriales.
El 22 de mayo de 1937 fue ordenado sacerdote en la catedral de Palma de Mallorca. Durante la guerra civil, aparte de prestar servicios de confianza como capellán de la Capitanía General mallorquina, creó seis Centros Castrenses de Acción Católica, elaborando el reglamento por el que, en adelante, se rigieron tales Centros en toda España.
Apenas desmovilizado en 1939 fue designado Catedrático del Seminario, y permaneció en esta responsabilidad hasta 1956. Se encargó sucesivamente de las asignaturas de Lengua Castellana, Lengua Latina, Lengua Mallorquina, Preceptiva Literaria, Historia de la Literatura Castellana, Latina y Griega, Historia de la Filosofía y Oratoria.
Trabajó también en las Congregaciones Marianas, en la Secretaría de la Junta Diocesana del Congreso Nacional Mariano (1940) y como Director de los colegios de segunda enseñanza “Cervantes” y “Juan Luis Vives”; pero especialmente se consagró a diversos Centros Parroquiales de Acción Católica y al Centro Interparroquial Universitario.
La Escuela y los Cursillos.
En 1944 don Sebastián fundó la Escuela de Propagandistas del Consejo Diocesano de los Jóvenes de Acción Católica, de los que en 1947 fue nombrado Consiliario Diocesano por el Arzobispo- Obispo don José Miralles, a instancias del Obispo Coadjutor don Juan Hervás. Desde dicha Escuela y el Consejo Diocesano gestó, junto con Eduardo Bonnín y los demás Iniciadores de Cursillos, el Método evangelizador que dio origen al Movimiento eclesial hoy extendido por los cinco continentes.
Su aportación personal al nacimiento de Cursillos se concreta en dos aspectos: formación doctrinal y espiritualidad. De la primera dan fe la serie de artículos publicados en PROA (Boletín de los Jóvenes de A. C. de Mallorca) a partir de diciembre de 1946 hasta la peregrinación a Santiago, bajo el título Etapas de un peregrinar. Sus contenidos diseñan en gran parte lo que luego serían los “rollos místicos” y las meditaciones del Cursillo de Cristiandad. La espiritualidad peregrinante y evangelizadora de Cursillos, que halla su expresión en la Guía del Peregrino con su personalísima Hora Apostólica, se forjó gracias a la acción pastoral de don Sebastián sobre la juventud isleña y cuajó en el Congreso de Lluch (1948), obra totalmente suya.
Desde la Escuela impulsó la preparación de la juventud mallorquina para la Peregrinación Nacional a Santiago de Compostela de 1948, cuya representación de 700 jóvenes, la más numerosa a pesar de ser la más lejana de cuantas diócesis participaron, presidió como Delegado Episcopal. El clima de fervor alcanzado a lo largo de la preparación y vivido durante la peregrinación misma, fue el crisol donde se acendraron los Cursillos de Cristiandad, conforme al lema personal de don Sebastián: “A Santiago santos; desde Santiago: ¡Santos y apóstoles!”, que desarrollaba el de la Acción Católica del Siervo de Dios don Manuel Aparici.
Desde el mismo día de la toma de posesión por Monseñor Hervás de la diócesis mallorquina, en diciembre de 1947, don Sebastián fue nombrado Canciller Secretario de Cámara y Gobierno del Obispado, y contó durante todo ese pontificado con la absoluta confianza de su Ordinario. Esto permitió allanar las dificultades que surgieron ante un método, el de Cursillos, por entonces tan innovador. No pudiendo participar directamente, por expresa voluntad del Obispo que quería se distinguiera entre las tareas diocesanas del Canciller Secretario y los nacientes Cursillos, intervino sólo en el tercer día del que se ha llamado Primer Cursillo de Cristiandad (San Honorato, 7-10 de enero de 1949), donde pronunció una lección, y cuya clausura presidió en nombre del Obispo, leyendo una carta suya y proclamando aquel profético: “¡Mayores maravillas veréis!” Él mismo había redactado esa carta en que el Prelado bendecía de antemano el Cursillo.
Cuando en 1950 le fueron encomendadas las superiores responsabilidades eclesiásticas de Vicedelegado Episcopal y Consiliario de la Junta Diocesana de Acción Católica, sucediéndole don Juan Capó en la consiliaría de los Jóvenes, los cursillistas de Mallorca en su Boletín PROA le proclamaron su “Consiliario perpetuo”. A ellos dedicó sus últimas “consignas”, aparecidas en la misma publicación: “Seáis optimistas... Seáis generosos... Llevad la caridad hasta los últimos extremos... Y no olvidéis que 'Ha llegado la hora de la acción'.”
Otros ministerios en Mallorca.
En aquellos mismos años de Mallorca fue, además, Asesor Religioso del Sindicato Español Universitario, Capellán Provincial del Frente de Juventudes, Delegado Provincial de Educación Nacional (promoviendo la pública representación del poema lírico Nuredduna en homenaje a su eximio autor, Miguel Costa y Llovera) y Delegado Episcopal de Enseñanza. Fue, además, Presidente de la Prensa Católica Diocesana, Director de la Asociación de la Adoración Perpetua al Santísimo Sacramento y de la Obra de las Iglesias Pobres, y Visitador de las Hermanas Celadoras del Culto Eucarístico.
En julio de 1948 se le confirió, previa presentación de S. E. el Jefe del Estado, una Canongía en la Santa Iglesia Catedral Basílica de Mallorca, de la que, años más tarde, fue nombrado por Monseñor Teodoro Úbeda, Dignidad de Chantre.
Durante el pontificado de Monseñor Hervás, además de ser Canciller Secretario, estuvo al frente de la mayoría de las obras pastorales diocesanas como Vicepresidente y principal responsable de la Comisión Ejecutiva del Año Mariano de la Asunción (1948), Visitador del Pontificio Colegio de Nuestra Señora de la Sapiencia (1948-55), Delegado Episcopal en la Junta General Organizadora de la Santa Misión General de Palma (1951), Presidente de la Junta General del Año Mariano de la Inmaculada (1954) y Delegado Episcopal en la Comisión Ejecutiva del mismo, Delegado Episcopal en los Asuntos Ordinarios de régimen del Instituto de la Pureza de María Santísima (1954), Delegado Diocesano de las Oficinas de Información y Estadística de la Iglesia y Director del Boletín Oficial del Obispado, Asistente Eclesiástico del Opus Dei (1946-55) y Director del Postseminario Diocesano (Formación Permanente del Clero joven).
Traslado a Madrid.
Poco después del traslado de Monseñor Hervás a Ciudad Real, el año 1956, don Sebastián fue llamado a Madrid, por petición del Nuncio Apostólico Monseñor Antoniutti y a propuesta de los cardenales de Toledo, don Enrique Pla y Deniel, y de Tarragona, don Benjamín de Arriba y Castro, para incorporarse a la Dirección de Operaciones de la Comisión Católica de Migraciones, desde la que impulsó la expansión internacional del Movimiento de Cursillos invitando a los futuros capellanes de nuestros emigrantes a participar en Cursillos de Cristiandad antes de marchar al extranjero. La Santa Sede intervino para autorizar su residencia en Madrid sin menoscabo de continuar ostentando su canongía en Mallorca. Al poco tiempo de su llegada a Madrid participó en la fundación de la Hermandad de Santa María Espejo de Justicia, para familiares de Magistrados, de la que continuó siendo Director durante 25 años en los que promovió la construcción de la Casa de Santa María, residencia para señoras de la tercera edad pertenecientes a la Hermandad.
Secretariado Nacional de Cursillos.
Al ser creado, el 12 de julio de 1962, por la Conferencia de Reverendísimos Metropolitanos Españoles el Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad, el Director del mismo, Monseñor Hervás, entonces obispo de Ciudad Real, solicitó de nuevo su colaboración como Vicedirector, encargándole totalmente de su organización, funcionamiento y desarrollo en Madrid. Desde tal responsabilidad promovió la Primera Ultreya Mundial (Roma, 1966) con la memorable intervención del Papa Pablo VI.
En la actualidad, tras innumerables servicios como Director del Boletín durante 23 años, Director de Publicaciones y Secretario General, continúa en la capital de España trabajando para el Movimiento en el cargo de Viceconsiliario del Secretariado Nacional de Cursillos de Cristiandad de España. En esta condición ha visitado muchos Secretariados Diocesanos, ha colaborado en diversas publicaciones nacionales y extranjeras, ha viajado por diferentes países de Europa y América, interviniendo decisivamente en la creación del Grupo Europeo de Trabajo (GET), de cuyo Boletín ha sido Director durante ocho años.
En 1977 creó, con un grupo de laicos, la Escuela de Dirigentes de San Pablo, integrada en el Secretariado Diocesano de Madrid, de cuya Dirección Espiritual se ha ocupado personalmente hasta 1998. Además de celebrar centenares de Cursillos de Cristiandad con muchos miles de participantes, dicha Escuela ha generado una docena de Ultreyas que se reúnen cada semana en distintos puntos de la diócesis de Madrid, las que han pasado a las diócesis de Getafe y Alcalá y, en 2002, la Escuela de Dirigentes de Santiago Apóstol.
Fundación Sebastián Gayá.
A instancias de un grupo de amigos, entre los que destacan el Sr. Obispo de Tarrasa, Mons. José Angel Saiz Meneses, y el Presidente y el Consiliario del Secretariado Diocesano de Cursillos de Madrid, Eugenio Pérez Freire y Jordi Girau Reverter, don Sebastián solicitó y obtuvo, el 18 de febrero de 2005, de don Antonio María Rouco Varela, Cardenal Arzobispo de Madrid, la creación de una Fundación Pía Autónoma destinada a prolongar en el tiempo su servicio a Cursillos, legando a dicha fundación, entre otras cosas, sus ricos archivos y biblioteca.
Prelado Pontificio.
El 10 de marzo de 2005 Su Santidad el Papa Juan Pablo II le nombró Prelado de Honor con tratamiento de Monseñor. El viernes 30 de octubre de 2005 el Señor Cardenal Arzobispo de Madrid, don Antonio María Rouco Varela, acompañado por los Sres. Obispos Auxiliares don Fidel Herráez y don César Franco, y por varios Vicarios Episcopales, le hizo entrega del correspondiente título, con una concurrencia de cursillistas que llenó el salón de actos del Arzobispado de Madrid. En dicho acto se leyó un “currículum vitae” del nuevo Prelado que destaca entre sus méritos, especialmente lo relativo a Cursillos de Cristiandad.
Dos testimonios.
De él dijo don Juan Hervás, en el prólogo que espontáneamente escribió para el libro de don Sebastián Reflexiones para cursillistas de cristiandad: “D. Sebastián Gayá es uno de los obreros de primera hora, que ha trabajado, durante la mayor parte de su existencia y con lo mejor de su vida, como colaborador íntimo del que fue su Obispo diocesano... Al ser nombrado, por breve pero decisivo tiempo, Consiliario Diocesano de los Jóvenes de Acción Católica, poco después Secretario de Cámara y Gobierno, y en la actualidad destacado colaborador de su antiguo Obispo en el Secretariado Nacional, se fue perfilando con toda claridad, lo que había de ser la vocación principal de su vida: los Cursillos de Cristiandad.”
Y su sucesor en la Consiliaría Diocesana de los Jóvenes y en Cursillos, don Juan Capó, en Pequeñas historias de la historia de Cursillos de Cristiandad, hablando de los primeros tiempos de la Escuela, escribe: “Después de un letargo de años, la inoperancia y la lentitud roma de años anteriores, D. Sebastián impulsó dinamismo juvenil, alentó una mística de acción y de entrega. Impulsó y comprendió. Compartió y estuvo o en la raíz o en la avanzadilla de todo lo que se intentó de fecundo entre la juventud de entonces de Mallorca.
Recuerdo cómo miraba, intenso y callado, cuando se discutía. Cómo presidía las reuniones del primer esbozo de Escuela de Profesores. Era por la noche, a última hora... Escuchaba; intervenía, equilibraba, enderezaba, pero sobre todo encontraba la palabra de síntesis. ¿Quién no recuerda las emisiones [radiofónicas] Ultreya? Las vigilias de Pentecostés, la mística de la peregrinación. El estilo de la Guía del Peregrino delata su mano. La Hora Apostólica... traduce su espíritu y su estilo. [...] Estaba en el ajo de todo lo que se hacía y se pensaba.”





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