miércoles, 30 de abril de 2014

Vino la luz al mundo


Hoy, ante la miríada de opiniones que plantea la vida moderna, puede parecer que la verdad ya no existe —la verdad acerca de Dios, la verdad sobre los temas relativos al género humano, la verdad sobre el matrimonio, las verdades morales y, en última instancia, la verdad sobre mí mismo.

El pasaje del Evangelio de hoy identifica a Jesucristo como «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6). Sin Jesús sólo encontramos desolación, falsedad y muerte. Sólo hay un camino, y sólo uno que lleve al Cielo,que se llama Jesucristo.

Cristo no es una opinión más. Jesucristo es la auténtica Verdad. Negar la verdad es como insistir en cerrar los ojos ante la luz del Sol. Tanto si le gusta como si no, el Sol siempre estará ahí; pero el infeliz ha escogido libremente cerrar sus ojos ante el Sol de la verdad. De igual forma, muchos se consumen en sus carreras con una tremenda fuerza de voluntad y exigen emplear todo su potencial, olvidando que tan solo pueden alcanzar la verdad acerca de sí mismos caminando junto a Jesucristo.

Por otra parte, según Benedicto XVI, «cada uno encuentra su propio bien asumiendo el proyecto que Dios tiene sobre él, para realizarlo plenamente: en efecto, encuentra en dicho proyecto su verdad y, aceptando esta verdad, se hace libre (cf. Jn 8,32)» (Encíclica "Caritas in Veritate"). La verdad de cada uno es una llamada a convertirse en el hijo o la hija de Dios en la Casa Celestial: «Porque ésta es la voluntad de Dios: tu santificación» (1Tes 4,3). Dios quiere hijos e hijas libres, no esclavos.

En realidad, el “yo” perfecto es un proyecto común entre Dios y yo. Cuando buscamos la santidad, empezamos a reflejar la verdad de Dios en nuestras vidas. El Papa lo dijo de una forma hermosísima: «Cada santo es como un rayo de luz que sale de la Palabra de Dios» (Exhortación apostólica "Verbum Domini")

evangeli.net

martes, 29 de abril de 2014

Tenéis que nacer de lo alto


Hoy, Jesús nos expone la dificultad de prevenir y conocer la acción del Espíritu Santo: de hecho, «sopla donde quiere» (Jn 3,8). Esto lo relaciona con el testimonio que Él mismo está dando y con la necesidad de nacer de lo alto. «Tenéis que nacer de lo alto» (Jn 3,7), dice el Señor con claridad; es necesaria una nueva vida para poder entrar en la vida eterna. No es suficiente con un ir tirando para llegar al Reino del Cielo, se necesita una vida nueva regenerada por la acción del Espíritu de Dios. Nuestra vida profesional, familiar, deportiva, cultural, lúdica y, sobre todo, de piedad tiene que ser transformada por el sentido cristiano y por la acción de Dios. Todo, transversalmente, ha de ser impregnado por su Espíritu. Nada, absolutamente nada, debiera quedar fuera de la renovación que Dios realiza en nosotros con su Espíritu.

Una transformación que tiene a Jesucristo como catalizador. Él, que antes había de ser elevado en la Cruz y que también tenía que resucitar, es quien puede hacer que el Espíritu de Dios nos sea enviado. Él que ha venido de lo alto. Él que ha mostrado con muchos milagros su poder y su bondad. Él que en todo hace la voluntad del Padre. Él que ha sufrido hasta derramar la última gota de sangre por nosotros. Gracias al Espíritu que nos enviará, nosotros «podemos subir al Reino de los Cielos, por Él obtenemos la adopción filial, por Él se nos da la confianza de nombrar a Dios con el nombre de “Padre”, la participación de la gracia de Cristo y el derecho a participar de la gloria eterna» (San Basilio el Grande).

Hagamos que la acción del Espíritu tenga acogida en nosotros, escuchémosle, y apliquemos sus inspiraciones para que cada uno sea —en su lugar habitual— un buen ejemplo elevado que irradie la luz de Cristo.

domingo, 27 de abril de 2014

LA SANTIDAD DEBE SER LA META...


”La santidad debe ser la meta luminosa de todo el que sigue Cristo, cualquiera que sea su origen, profesión, sus formas de vida o de actividad”.
S. Juan XXIII

PRECIOSA FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA

Preciosa fiesta de la Divina Misericordia.



S. Juan Pablo II y S. Juan XXIII, hombres valerosos y testigos del Amor y la Misericordia de Dios.
¡Rogad siempre por nosotros!

HOMILÍA DEL PAPA EN LA MISA CANONIZACIÓN


Homilía del Papa Francisco en la canonización de

San Juan XXIII y San Juan Pablo II



En el centro de este domingo, con el que se termina la octava de pascua, y que  San Juan Pablo II quiso dedicar a la Divina Misericordia, están las llagas gloriosas de Cristo resucitado.
Él ya las enseñó la primera vez que se apareció a los apóstoles la misma tarde del primer día de la semana, el día de la resurrección. Pero Tomás aquella tarde no estaba; y, cuando los demás le dijeron que habían visto al Señor, respondió que, mientras no viera y tocara aquellas llagas, no lo creería. Ocho días después, Jesús se apareció de nuevo en el cenáculo, en medio de los discípulos, y Tomás también estaba; se dirigió a él y lo invitó a tocar sus llagas. Y entonces, aquel hombre sincero, aquel hombre acostumbrado a comprobar personalmente las cosas, se arrodilló delante de Jesús y dijo: «Señor mío y Dios mío» (Jn 20,28).
Las llagas de Jesús son un escándalo para la fe, pero son también la comprobación de la fe. Por eso, en el cuerpo de Cristo resucitado las llagas no desaparecen, permanecen, porque aquellas llagas son el signo permanente del amor de Dios por nosotros, y son indispensables para creer en Dios. No para creer que Dios existe, sino para creer que Dios es amor, misericordia, fidelidad. San Pedro, citando a Isaías, escribe a los cristianos: «Sus heridas nos han curado» (1 P 2,24; cf. Is 53,5).
San Juan XXIII y San Juan Pablo II tuvieron el valor de mirar las heridas de Jesús, de tocar sus manos llagadas y su costado traspasado. No se avergonzaron de la carne de Cristo, no se escandalizaron de él, de su cruz; no se avergonzaron de la carne del hermano (cf. Is 58,7), porque en cada persona que sufría veían a Jesús. Fueron dos hombres valerosos, llenos de la parresia del Espíritu Santo, y dieron testimonio ante la Iglesia y el mundo de la bondad de Dios, de su misericordia.
Fueron sacerdotes, obispos y papas del siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte; fue más fuerte la fe en Jesucristo Redentor del hombre y Señor de la historia; en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas; más fuerte la cercanía materna de María.
En estos dos hombres contemplativos de las llagas de Cristo y testigos de su misericordia había «una esperanza viva», junto a un «gozo inefable y radiante» (1 P 1,3.8). La esperanza y el gozo que Cristo resucitado da a sus discípulos, y de los que nada ni nadie les podrá privar. La esperanza y el gozo pascual, purificados en el crisol de la humillación, del vaciamiento, de la cercanía a los pecadores hasta el extremo, hasta la náusea a causa de la amargura de aquel cáliz.
Ésta es la esperanza y el gozo que los dos papas santos recibieron como un don del Señor resucitado, y que a su vez dieron abundantemente al Pueblo de Dios, recibiendo de él un reconocimiento eterno. Esta esperanza y esta alegría se respiraba en la primera comunidad de los creyentes, en Jerusalén, como se nos narra en los Hechos de los Apóstoles (cf. 2,42-47). Es una comunidad en la que se vive la esencia del Evangelio, esto es, el amor, la misericordia, con simplicidad y fraternidad.
Y ésta es la imagen de la Iglesia que el Concilio Vaticano II tuvo ante sí. San Juan XXIII y San Juan Pablo II colaboraron con el Espíritu Santo para restaurar y actualizar la Iglesia según su fisionomía originaria, la fisionomía que le dieron los santos a lo largo de los siglos. No olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen crecer la Iglesia. En la convocatoria del Concilio, San Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía-guiado. Éste fue su gran servicio a la Iglesia; fue el Papa de la docilidad al Espíritu.
En este servicio al Pueblo de Dios, San Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado, como el Papa de la familia. Me gusta subrayarlo ahora que estamos viviendo un camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el Cielo, ciertamente acompaña y sostiene.
Que estos dos nuevos santos pastores del Pueblo de Dios intercedan por la Iglesia, para que, durante estos dos años de camino sinodal, sea dócil al Espíritu Santo en el servicio pastoral a la familia. Que ambos nos enseñen a no escandalizarnos de las llagas de Cristo, a adentrarnos en el misterio de la misericordia divina que siempre espera, siempre perdona, porque siempre ama.

 

JUAN XXIII Y JUAN PABLO II

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"Juan XXIII, el Papa de la docilidad al Espíritu Santo;
Juan Pablo II, el Papa de la Familia"
Papa Francisco, misa de beatificación.

San Juan XXIII y San Juan Pablo II, rogad hoy y siempre por nosotros.

viernes, 25 de abril de 2014

AÑO JUBILAR PARA TODA ESPAÑA

Con motivo del V Centenario de Santa Teresa de Jesús

El papa Francisco concede la gracia de Año Jubilar para todas las diócesis de España

El Papa Francisco ha concedido la gracia de Año Jubilar Teresiano para todas las diócesis de España, desde 15 de octubre de 2014 hasta el 15 de octubre de 2015, con motivo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Se concede Indulgencia Plenaria a los fieles verdaderamente arrepentidos, con las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa).
25/04/14 1:05 PM | Imprimir | Enviar
(CEE) Más adelante se comunicarán los templos y santuarios jubilares donde los fieles puedan conseguir la citada Indulgencia. Asimismo, el Santo Padre ha concedido al Presidente de la Conferencia Episcopal y al Obispo de Ávila la gracia de impartir durante el Año Jubilar la Bendición Papal, con la consiguiente Indulgencia Plenaria, a todos los fieles cristianos presentes en las celebraciones que se determinen, y que, verdaderamente arrepentidos y movidos por la caridad, hayan asistido a los Ritos Sagrados y cumplan con las condiciones anteriormente citadas.
La lectura del Decreto, firmado por el Cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor de la Santa Sede, y en el que concede el Año Jubilar, tuvo lugar al finalizar la Eucaristía que, con motivo del IV Centenario de la Beatificación de Santa Teresa, se celebró ayer por la tarde en la Catedral de Ávila.
Durante la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal, de noviembre de 2011, el Cardenal Rouco Varela, en ese momento Presidente de la CEE, remitió un escrito al Papa en el que, además de solicitar el mencionado Año Jubilar – como ya había hecho también el obispo de Ávila -, recordaba la vida de Santa Teresa de Jesús y la intención de celebrar solemnemente su centenario en toda España.
Teresa de Cepeda y Ahumada (Santa Teresa de Jesús) nació en Ávila, el 28 de marzo de 1515, y murió en Alba de Tormes (Salamanca), en 1582. Fue beatificada por Pablo V en 1614, canonizada por Gregorio XV en 1622 y nombrada Doctora de la Iglesia Universal por Pablo VI en 1970. En 2015 celebramos el V Centenario de su nacimiento.
    


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jueves, 24 de abril de 2014

SABÍAS QUE VIVIR UN CURSILLO ES MUCHO MÁS QUE...


La paz con vosotros


Hoy, Cristo resucitado saluda a los discípulos, nuevamente, con el deseo de la paz: «La paz con vosotros» (Lc 24,36). Así disipa los temores y presentimientos que los Apóstoles han acumulado durante los días de pasión y de soledad.

Él no es un fantasma, es totalmente real, pero, a veces, el miedo en nuestra vida va tomando cuerpo como si fuese la única realidad. En ocasiones es la falta de fe y de vida interior lo que va cambiando las cosas: el miedo pasa a ser la realidad y Cristo se desdibuja de nuestra vida. En cambio, la presencia de Cristo en la vida del cristiano aleja las dudas, ilumina nuestra existencia, especialmente los rincones que ninguna explicación humana puede esclarecer. San Gregorio Nacianceno nos exhorta: «Debiéramos avergonzarnos al prescindir del saludo de la paz, que el Señor nos dejó cuando iba a salir del mundo. La paz es un nombre y una cosa sabrosa, que sabemos proviene de Dios, según dice el Apóstol a los filipenses: ‘La paz de Dios’; y que es de Dios lo muestra también cuando dice a los efesios: ‘Él es nuestra paz’».

La resurrección de Cristo es lo que da sentido a todas las vicisitudes y sentimientos, lo que nos ayuda a recobrar la calma y a serenarnos en las tinieblas de nuestra vida. Las otras pequeñas luces que encontramos en la vida sólo tienen sentido en esta Luz.

«Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí...»: nuevamente les «abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras» (Lc 24,44-45), como ya lo había hecho con los discípulos de Emaús. También quiere el Señor abrirnos a nosotros el sentido de las Escrituras para nuestra vida; desea transformar nuestro pobre corazón en un corazón que sea también ardiente, como el suyo: con la explicación de la Escritura y la fracción del Pan, la Eucaristía. En otras palabras: la tarea del cristiano es ir viendo cómo su historia Él la quiere convertir en historia de salvación.

miércoles, 23 de abril de 2014

ESTE VIERNES 25: VIGILIA POR NUESTRO PRÓX. CURSILLO

VIERNES 25 DE ABRIL A LAS 21h: VIGILIA POR NUESTRO PRÓXIMO CURSILLO  Parroquia de S. Juan de Ávila de Alcalá.

Nuestro próximo Cursillo, el nº 62, ¡ya está ahí!.
Hemos de renovar nuestro esfuerzo, orando con intensidad y echando las redes a diestro y siniestro, para conseguir una buena redada y muchas personas puedan encontrarse con Cristo.
¡Hay tanta gente a tan sólo 3 días de Dios!
Y tú... ¿qué estás haciendo para llevarlos a Él? Ahora tienes y tienen una oportunidad excepcional: ¡vivir el Cursillo!

martes, 22 de abril de 2014

ALÉGRATE, REINA DEL CIELO

Regina Coeli (Texto en Español y en Latín)


Durante el tiempo pascual, en lugar del Ángelus, se dice el "Regina Coeli"  (Reina del Cielo):

V. Reina del cielo, alégrate.
R. Aleluya.

V. Porque el Señor, a quien mereciste llevar.
R. Aleluya.

V. Ha resucitado, como lo había dicho.
R. Aleluya.

V. Ruega al Señor por nosotros.
R. Aleluya.

V. Goza y alégrate, Virgen María. Aleluya.
R. Porque verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya.

Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a alcanzar los gozos eternos. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.


A Sabbato Sancto in meridie usque ad meridiem sabbati post Pentecosten inclusive dicitur:

V. Regína coeli, laetáre.
R. Allelúja.

V. Quia quem meruísti portáre.
R. Allelúja.

V. Resurréxit, sicut dixit.
R. Allelúja.

V. Ora pro nobis Deum.
R. Allelúja.

V. Gaude et laetáre, Virgo María. Allelúja.
R. Quia surréxit Dóminus vere. Allelúja.

Orémus:
Deus, qui per resurrectiónem Fílii tui Dómini nostri Jesu Christi mundum laetificáre dignátus es: praesta quaésumus ut per ejus Genitrícem Vírginem Maríam perpétuae capiámus gáudia vitae. Per eúmdem Christum Dóminum nostrum.
R. Amen.

SEGUIMOS FELICITÁNDONOS LA PASCUA


¡¡Seguimos felicitándonos la Pascua!!
Resurrexit sicut dixit, ¡Aleluia!


038

ORACIÓN A SAN JUAN PABLO II

Juan Pablo II

"Concédeles volver a soñar"

Oración a San Juan Pablo II

"Tú advertiste del asalto de satanás"

 
Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz
Juan Pablo II, santo/>

Juan Pablo II, santo

Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.
Bendice las familias, ¡bendice cada familia! Tú advertiste el asalto de satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.
Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.
Cardenal Angelo Comastri
Vicario General de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano

lunes, 21 de abril de 2014




¿Quieres conocerme?
¡Ven al Cursillo de Cristiandad!
¡Te estoy esperando!

Cursillo del 30 abril al 3 de mayo. Alcalá de Henares.
Info y reservas: 650.37.00.05; 91.882.44.30, 699.02.33.45

JESÚS, EL SEÑOR, HA RESUCITADO



Sí, verdaderamente Jesús, el Señor,
¡HA RESUCITADO!

¡MUY FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

A todos nuestros amigos y hermanos y hermanas en Cristo
os deseamos una muy feliz PASCUA DE RESURRECCIÓN.

MENSAJE URBI ET ORBI


Mensaje Urbi et Orbi del Papa Francisco - Pascua 2014

  Queridos hermanos y hermanas, Feliz y santa Pascua.
El anuncio del ángel a las mujeres resuena en la Iglesia esparcida por todo el mundo: « Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí. Ha resucitado... Venid a ver el sitio donde lo pusieron» ( Mt 28,5-6).
Esta es la culminación del Evangelio, es la Buena Noticia por excelencia: Jesús, el crucificado, ha resucitado. Este acontecimiento es la base de nuestra fe y de nuestra esperanza: si Cristo no hubiera resucitado, el cristianismo perdería su valor; toda la misión de la Iglesia se quedaría sin brío, pues desde aquí ha comenzado y desde aquí reemprende siempre de nuevo. El mensaje que los cristianos llevan al mundo es este: Jesús, el Amor encarnado, murió en la cruz por nuestros pecados, pero Dios Padre lo resucitó y lo ha constituido Señor de la vida y de la muerte. En Jesús, el Amor ha vencido al odio, la misericordia al pecado, el bien al mal, la verdad a la mentira, la vida a la muerte.
Por esto decimos a todos: «Venid y veréis». En toda situación humana, marcada por la fragilidad, el pecado y la muerte, la Buena Nueva no es sólo una palabra, sino un testimonio de amor gratuito y fiel: es un salir de sí mismo para ir al encuentro del otro, estar al lado de los heridos por la vida, compartir con quien carece de lo necesario, permanecer junto al enfermo, al anciano, al excluido... « Venid y veréis»: El amor es más fuerte, el amor da vida, el amor hace florecer la esperanza en el desierto.
Con esta gozosa certeza, nos dirigimos hoy a ti, Señor resucitado.
Ayúdanos a buscarte para que todos podamos encontrarte, saber que tenemos un Padre y no nos sentimos huérfanos; que podemos amarte y adorarte.
Ayúdanos a derrotar el flagelo del hambre, agravada por los conflictos y los inmensos derroches de los que a menudo somos cómplices.
Haznos disponibles para proteger a los indefensos, especialmente a los niños, a las mujeres y a los ancianos, a veces sometidos a la explotación y al abandono.
Haz que podamos curar a los hermanos afectados por la epidemia de Ébola en Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia, y a aquellos que padecen tantas otras enfermedades, que también se difunden a causa de la incuria y de la extrema pobreza.
Consuela a todos los que hoy no pueden celebrar la Pascua con sus seres queridos, por haber sido injustamente arrancados de su afecto, como tantas personas, sacerdotes y laicos, secuestradas en diferentes partes del mundo.
Conforta a quienes han dejado su propia tierra para emigrar a lugares donde poder esperar en un futuro mejor, vivir su vida con dignidad y, muchas veces, profesar libremente su fe.
Te rogamos, Jesús glorioso, que cesen todas las guerras, toda hostilidad pequeña o grande, antigua o reciente.
Te pedimos por Siria: la amada Siria, que cuantos sufren las consecuencias del conflicto puedan recibir la ayuda humanitaria necesaria; que las partes en causa dejen de usar la fuerza para sembrar muerte, sobre todo entre la población inerme, y tengan la audacia de negociar la paz, tan anhelada desde hace tanto tiempo.
Jesús glorioso, te rogamos que consueles a las víctimas de la violencia fratricida en Irak y sostengas las esperanzas que suscitan la reanudación de las negociaciones entre israelíes y palestinos.
Te invocamos para que se ponga fin a los enfrentamientos en la República Centroafricana, se detengan los atroces ataques terroristas en algunas partes de Nigeria y la violencia en Sudán del Sur.
Y te pedimos por Venezuela, para que los ánimos se encaminen hacia la reconciliación y la concordia fraterna.
Que por tu resurrección, que este año celebramos junto con las iglesias que siguen el calendario juliano, te pedimos que ilumines e inspires iniciativas de paz en Ucrania, para que todas las partes implicadas, apoyadas por la Comunidad internacional, lleven a cabo todo esfuerzo para impedir la violencia y construir, con un espíritu de unidad y diálogo, el futuro del País. Que como hermanos puedan hoy cantar Хрhctос Воскрес.
Te rogamos, Señor, por todos los pueblos de la Tierra: Tú, que has vencido a la muerte, concédenos tu vida, danos tu paz. Queridos hermanos y hermanas, feliz Pascua.

Saludo
Queridos hermanos y hermanas:
Renuevo mi felicitación pascual a todos los que, llegados desde todas las partes del mundo, os habéis reunido en esta Plaza. Hago extensiva esta felicitación pascual a cuantos se unen a nosotros a través de los medios de comunicación social. Llevad a vuestras familias y a vuestras comunidades la alegre noticia de que Cristo nuestra paz y nuestra esperanza ha resucitado.
Gracias por vuestra presencia, por vuestra oración y por vuestro testimonio de fe. Un recuerdo particular y agradecido por el regalo de las bellísimas flores, que vienen de Holanda. Buena Pascua a todos.

news.va

EL AMOR HA VENCIDO A LA MUERTE

El Amor ha vencido a la muerte - Pregón Pascual <BR>Por Karl Rahner* <BR> <BR>Atención. Atención. Noticia de última hora. <BR>Os anuncio una buena noticia. <BR>La buena noticia es sobre Jesucristo. <BR>Cristo ha resucitado. <BR>Está vivo entre nosotros. <BR>Rotas las cadenas de la muerte, <BR>Cristo ha salido victorioso del sepulcro. <BR>La tierra se ha llenado de luz <BR>y huyen las tinieblas que cubrían el orbe entero. <BR> <BR>Jesús había venido hacia nosotros <BR>y había vivido como viven los hombres. <BR>Los hombres lo destrozaron con sus propias manos <BR>y su vida desembocó en la muerte. <BR>Pero Dios hizo lo imposible: <BR>en este día, El resucitó para nosotros, <BR>desarmada y muerta quedó la muerte. <BR> <BR>Y ahora está aquí. <BR>Está aquí como el primer día. <BR>Está aquí, entre nosotros, igual que el primer día, <BR>eternamente aquí todos los días. <BR> <BR>Jesús es el sentido concreto y final de nuestras vidas. <BR>El es el impulso de toda creación, <BR>el punto de arranque de toda iniciativa, <BR>el ala de toda novedad, <BR>la risa sorprendente de la eterna juventud. <BR> <BR>Si resucitó no fue para marcharse <BR>dejando tras de Sí un vacío sin esperanza. <BR>Su cuerpo forma, ya para siempre, parte de nuestra tierra. <BR> <BR>Pascua es la señal externa del fuego interno <BR>que recorre las entrañas de la tierra. <BR>En la superficie, sin embargo, todo ha quedado igual: <BR>el mal continúa marcando el rostro de las cosas, <BR>y nosotros, tomando la apariencia por realidad, <BR>creemos que el amor está muerto. <BR> <BR>¡NO! Cristo está presente en el corazón de la historia. <BR>Pero ésta no será realidad plena sin nuestra propia colaboración. <BR> <BR>Lo que hoy os anuncio con palabras <BR>anunciadlo vosotros con la vida. <BR>Yo os anuncio la buena, buenísima noticia, <BR>mucho más importante que todas las noticias escritas en la prensa. <BR> <BR>Los amigos directos de Jesús, <BR>los que le vieron sudar en los caminos, <BR>los que luego le vieron preso y triste, <BR>los que huyeron al verlo conducido a la muerte, <BR>han visto y sentido a su manera, <BR>han visto, amigos, <BR>¡que Jesús está vivo! <BR> <BR>Y que se deja ver por quien tiene los ojos bien abiertos, <BR>el alma esperanzada y el corazón inquieto. - Fotolog

El Amor ha vencido a la muerte

Pregón Pascual
Por Karl Rahner*

Atención. Atención. Noticia de última hora.
Os anuncio una buena noticia.
La buena noticia es sobre Jesucristo.
Cristo ha resucitado.
Está vivo entre nosotros.
Rotas las cadenas de la muerte,
Cristo ha salido victorioso del sepulcro.
La tierra se ha llenado de luz
y huyen las tinieblas que cubrían el orbe entero.

Jesús había venido hacia nosotros
y había vivido como viven los hombres.
Los hombres lo destrozaron con sus propias manos
y su vida desembocó en la muerte.
Pero Dios hizo lo imposible:
en este día, El resucitó para nosotros,
desarmada y muerta quedó la muerte.

Y ahora está aquí.
Está aquí como el primer día.
Está aquí, entre nosotros, igual que el primer día,
eternamente aquí todos los días.

Jesús es el sentido concreto y final de nuestras vidas.
El es el impulso de toda creación,
el punto de arranque de toda iniciativa,
el ala de toda novedad,
la risa sorprendente de la eterna juventud.

Si resucitó no fue para marcharse
dejando tras de Sí un vacío sin esperanza.
Su cuerpo forma, ya para siempre, parte de nuestra tierra.

Pascua es la señal externa del fuego interno
que recorre las entrañas de la tierra.
En la superficie, sin embargo, todo ha quedado igual:
el mal continúa marcando el rostro de las cosas,
y nosotros, tomando la apariencia por realidad,
creemos que el amor está muerto.

¡NO! Cristo está presente en el corazón de la historia.
Pero ésta no será realidad plena sin nuestra propia colaboración.

Lo que hoy os anuncio con palabras
anunciadlo vosotros con la vida.
Yo os anuncio la buena, buenísima noticia,
mucho más importante que todas las noticias escritas en la prensa.

Los amigos directos de Jesús,
los que le vieron sudar en los caminos,
los que luego le vieron preso y triste,
los que huyeron al verlo conducido a la muerte,
han visto y sentido a su manera,
han visto, amigos,
¡que Jesús está vivo!

Y que se deja ver por quien tiene los ojos bien abiertos,
el alma esperanzada y el corazón inquieto.

¡RESUCITÓ! - <BR>¡CRISTO RESUCITÓ! ¡ALELUYA! <BR> <BR>SU RESURRECCIÓN ES UN REGALO QUE ILUMINA NUESTRO CAMINO Y TRAE ALEGRÍA Y PAZ A NUESTRO CORAZÓN. <BR> <BR>¡QUE SU AMOR TE BENDIGA SIEMPRE! <BR> <BR>¡FELIZ PASCUA! <BR> <BR> - Fotolog

JESÚS HA RESUCITADO, ¡ALELUYA!



Hechos 2, 14. 22-33

El día de Pentecostés, se presentó Pedro, junto con los Once, ante la multitud, y levantando la voz, dijo: "Israelitas, escúchenme. Jesús de Nazaret fue un hombre acreditado por Dios ante ustedes, mediante los milagros, prodigios y señales que Dios realizó por medio de él y que ustedes bien conocen. Conforme al plan previsto y sancionado por Dios, Jesús fue entregado, y ustedes utilizaron a los paganos para clavarlo en la cruz.

Pero Dios lo resucitó, rompiendo las ataduras de la muerte, ya que no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio. En efecto, David dice, refiriéndose a él: Yo veía constantemente al Señor delante de mí, puesto que él está a mi lado para que yo no tropiece. Por eso se alegra mi corazón y mi lengua se alboroza; por eso también mi cuerpo vivirá en la esperanza, porque tú, Señor, no me abandonarás a la muerte, ni dejarás que tu santo sufra la corrupción. Me has enseñado el sendero de la vida y me saciarás de gozo en tu presencia.

Hermanos, que me sea permitido hablarles con toda claridad; el patriarca David murió y lo enterraron, y su sepulcro se conserva entre nosotros hasta el día de hoy. Pero como era profeta y sabía que Dios le había prometido con juramento que un descendiente suyo ocuparía su trono, con visión profética habló de la resurrección de Cristo, el cual no fue abandonado a la muerte ni sufrió la corrupción.

Pues bien, a este Jesús, Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros somos testigos. Llevado a los cielos por el poder de Dios, recibió del Padre el Espíritu Santo prometido a él y lo ha comunicado, como ustedes lo están viendo y oyendo".


Meditatio
Escuchamos este primer testimonio sobre la Resurrección de Jesús. Este testimonio no sólo es importante por su contenido sino por su contexto, pues recordemos que sólo han pasado unos días de que los judíos habían dado muerte a Jesús por lo que la comunidad de discípulos permanecía silenciosa y oculta.

Pedro, lleno del Espíritu Santo, habla, como él mismo dice: "Claramente". No le tiene miedo al qué dirán o a las consecuencias que pudiera traer hablar con claridad de Cristo. Hoy en día, necesitamos más cristianos que estén dispuestos a hablar con claridad de Jesús, cristianos que no tengan miedo de portarse como tales delante de sus superiores, de sus hermanos y de sus mismos padres. Cristianos que con su vida sean capaces de testimoniar a SU SEÑOR.

Permítanme ahora hablarles con claridad, es necesario que dejemos de ser cristianos ocultos, cristianos solo de nombre o de bautismo, para ser auténticos seguidores del Resucitado. Hermano, hermana, preséntate hoy ante los demás como un auténtico cristiano, vive la caridad y habla abiertamente de tu Señor, de Aquél que estaba muerto pero ahora vive resucitado entre nosotros.


Oratio
Señor, creo en tu resurrección, creo que moriste por amor a mí y que te levantaste de entre los muertos con poder y que ahora vives y reinas eternamente. Por eso, en cada situación alzaré mi voz diciendo que tú vives.

Operatio
Hoy repetiré durante el día: Jesús ha resucitado, ¡Aleluya!

evangelizacionactiva

Vive la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II con nosotros en Alcalá

 





Programa de la Jornada:

9:00 h. Acogida de los asistentes y testimonios de agradecimiento.

10:00 h. Visionado en gran pantalla de la Santa Misa de Canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II celebrada por el Santo Padre el papa Francisco en la Plaza de San Pedro de la Ciudad del Vaticano.

12:00 h. Visionado en directo del Rezo del Ángelus por el papa Francisco. Descanso.

13:00 h. Agape fraterno en la Galería de Concilios. Compartiremos lo que cada uno aporte (salado, dulce y bebidas).
La entrada es gratuita hasta completar aforo, pero es necesaria
la preinscripción mandando un correo electrónico a:

pijuanpablo2@obispadoalcala.org


o llamando al teléfono 91 888 27 00
de lunes a viernes de 11:00 a 14:00 h.


PRESIDIRÁ EL ENCUENTRO NUESTRO OBISPO, D. JUAN ANTONIO REIG PLA

Organiza:

Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia
(Extensión en Alcalá de Henares)


Medios para conocer todo lo que rodea a este importante acontecimiento eclesial:

Sitio oficial:
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jueves, 17 de abril de 2014

CATEQUESIS AUDIENCIA MIERCOLES

Catequesis en la audiencia del miércoles

El papa Francisco recuerda que la Pasión de Cristo estaba profetizada y no fue un accidente

El Papa ha dedicado la catequesis de la audiencia de este miércoles a explicar el sentido del sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz. El Santo Padre ha recordado que la pasión del Señor «no es un accidente; su muerte -aquella muerte- estaba escrita». Fue «un doloroso camino que Él elige con libertad absoluta». El Papa ha asegurado a los fieles que en estos días les hará «bien tomar el Crucifijo en la mano y besarlo tantas veces, y decir: «gracias Jesús, gracias Señor».
16/04/14 4:13 PM | Imprimir | Enviar
(RV/InfoCatólica) Catequesis completa del Papa:
«El camino de la humillación de Cristo»
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy, en medio de la Semana Santa, la liturgia nos presenta aquel episodio triste, la historia de la traición de Judas, que va ante los jefes del Sanedrín para regatear y entregarles a su Maestro. ¿Cuánto me dan si yo se los entrego? Y Jesús, desde aquel momento tiene un precio. Este acto dramático marca el inicio de la Pasión de Cristo, un doloroso camino que Él elige con libertad absoluta. Y lo dice claramente Él mismo: «yo doy mi vida …Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de retomarla »(Jn 10:17-18). Y así, comienza ese camino de la humillación, de la expoliación, con esta traición. Jesús, como si estuviera en el mercado: «esto cuesta 30 denarios» y Jesús recorre este camino de humillación y de la expoliación hasta el final.
Jesús alcanza la humillación completa con la «muerte en cruz». Se trata de la peor de las muertes, destinada a los esclavos y a los delincuentes. Jesús era considerado un profeta, pero muere como un delincuente. Observando a Jesús en su pasión, vemos como en un espejo, también los sufrimientos de toda la humanidad y encontramos la respuesta divina al misterio del mal, del dolor, de la muerte. Y muchas veces sentimos horror ante el mal y el dolor que nos rodea y nos preguntamos: «¿Por qué Dios permite esto?». Es una herida profunda para nosotros ver el sufrimiento y la muerte, ¡sobre todo la de los inocentes! Cuando vemos sufrir a los niños es una herida en el corazón, es el misterio del mal y Jesús toma todo este mal, todo este sufrimiento sobre sí mismo.
Esta semana nos hará bien a todos nosotros mirar el Crucifijo, besar las llagas de Jesús, besarlas en el Crucifijo. Él ha tomado sobre Él todo el sufrimiento humano, se ha «vestido» de ese sufrimiento.
Nosotros esperamos que Dios en su omnipotencia derrote la injusticia, el mal, el pecado y el sufrimiento con una triunfante victoria. Dios nos muestra, en cambio, una humilde victoria que humanamente parece un fracaso. Y podemos decir, Dios vence en la derrota precisamente. El Hijo de Dios, de hecho, aparece en la cruz como un hombre derrotado: sufre, es traicionado, insultado y finalmente muere. Jesús permite que el mal se ensañe con Él y lo toma sobre sí para vencerlo. Su pasión no es un accidente; su muerte - aquella muerte - estaba «escrita». De verdad, no tenemos tanta explicación, es un misterio desconcertante, el misterio de la gran humildad de Dios: «Dios - en efecto - amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único». (Jn 3,16).
La pasión y la muerte de Jesús y las frustraciones de tantas esperanzas humanas son el camino real a través del cual Dios obra nuestra salvación. Un camino que no corresponde a los criterios humanos, es más, los abate. En sus heridas somos curados (cf. 1 P 2,24).
Esta semana, pensemos tanto en el dolor de Jesús, y digámonos a nosotros mismos: «¡y ésto es por mí!» Aunque yo hubiera sido la única persona en el mundo, Él lo habría hecho. ¡Lo ha hecho por mí! Y besemos el Crucifijo y digamos: «por mí, gracias Jesús, por mí».
Y cuando todo parece perdido, cuando no queda ninguno porque herirán al pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño (Mt 26,31), es entonces cuando Dios interviene con el poder de la resurrección. La resurrección de Jesús no es el final feliz de un cuento de hadas, no es un final feliz de una película, sino que es la intervención de Dios Padre, allí donde está desecha la esperanza humana. En el momento en el cual todo parece perdido, en el momento del dolor en el cual tantas personas sienten la necesidad de bajar de la cruz, es el momento más cercano a la resurrección. La noche se hace más oscura justamente antes de que empiece la mañana, antes que comience la luz. En el momento más oscuro interviene Dios y resucita.
Jesús, quien optó seguir por este camino, nos llama a seguirlo en su propio camino de humillación. Cuando en ciertos momentos de la vida no encontramos vía de escape a nuestras dificultades, cuando precipitamos en la oscuridad más densa, es el momento de nuestra humillación y expoliación total, es el tiempo en el que experimentamos que somos débiles y pecadores, es entonces, en aquel momento, que no debemos enmascarar nuestro fracaso, sino abrirnos confiadamente a la esperanza en Dios, como hizo Jesús.
Queridos hermanos y hermanas, esta semana nos hará bien tomar el Crucifijo en la mano y besarlo tantas veces, y decir: «gracias Jesús, gracias Señor». Así sea.

EN ESTOS DÍAS NOS HARÁ BIEN TOMAR EL CRUCIFIJO...


En estos días nos hará bien tomar el Crucifijo en la mano y besarlo tantas veces, y decir:

«gracias Jesús, gracias Señor».
              Papa Francisco

miércoles, 16 de abril de 2014

NOS HARÁ BIEN MIRAR LA CRUZ Y BESAR A CRISTO


“Nos hará bien en esta Semana mirar la Cruz y besar a Cristo en la Cruz” Papa Francisco. Audiencia 16 abril

LA RESURRECCIÓN NO ES EL FINAL FELIZ DE UN CUENTO DE HADAS


“La resurrección de Jesús no es el final feliz de un cuento de hadas, no es un final feliz de una película, sino que es la intervención de Dios Padre, allí donde está desecha la esperanza humana”. Audiencia General miércoles, 16 de abril. Papa Francisco sobre la pasión del Señor.

HE DADO LA VIDA POR TI Y DESEO ENCONTRARME CONTIGO

EL SUFRIMIENTO HUMANO HA ALCANZADO SU CULMEN...


"El sufrimiento humano ha alcanzado su culmen en la pasión de Cristo."

Juan Pablo II

¿QUÉ HIZO JESÚS EL MIÉRCOLES SANTO?


MIÉRCOLES SANTO (16 de Abril)

Jesús se queda en Betania. Simón, el leproso que había sido curado por Jesús, invita al Señor a comer en su casa, por lo agradecido que le estaba. Mientras están comiendo, entra en la casa una mujer del pueblo llamada María; rompe un frasco de perfume carísimo y lo echa a los pies del Señor. Los besa y los seca con sus cabellos. A Jesús le gustó ese detalle de cariño.

Es entonces cuando Judas busca a los jefes del pueblo judío y les dice: "¿Qué me dais si os lo entrego?". Ellos se alegraron y prometieron darle dinero.

¿Eres agradecido como Simón por las veces que a ti también te he curado de tus pecados? Cada vez, después de confesarte, dale gracias por haberte perdonado.

A Jesús le gustará que hoy tengas algún detalle de cariño con Él, como María. Piensa ahora uno concreto y regálaselo ya.

Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará


Hoy, el Evangelio nos propone —por lo menos— tres consideraciones. La primera es que, cuando el amor hacia el Señor se entibia, entonces la voluntad cede a otros reclamos, donde la voluptuosidad parece ofrecernos platos más sabrosos pero, en realidad, condimentados por degradantes e inquietantes venenos. Dada nuestra nativa fragilidad, no hay que permitir que disminuya el fuego del fervor que, si no sensible, por lo menos mental, nos une con Aquel que nos ha amado hasta ofrecer su vida por nosotros.

La segunda consideración se refiere a la misteriosa elección del sitio donde Jesús quiere consumir su cena pascual. «Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: ‘El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos’» (Mt 26,18). El dueño de la casa, quizá, no fuera uno de los amigos declarados del Señor; pero debía tener el oído despierto para escuchar las llamadas “interiores”. El Señor le habría hablado en lo íntimo —como a menudo nos habla—, a través de mil incentivos para que le abriera la puerta. Su fantasía y su omnipotencia, soportes del amor infinito con el cual nos ama, no conocen fronteras y se expresan de maneras siempre aptas a cada situación personal. Cuando oigamos la llamada hemos de “rendirnos”, dejando aparte los sofismas y aceptando con alegría ese “mensajero libertador”. Es como si alguien se hubiese presentado a la puerta de la cárcel y nos invita a seguirlo, como hizo el Ángel con Pedro diciéndole: «Rápido, levántate y sígueme» (Hch 12,7).

El tercer motivo de meditación nos lo ofrece el traidor que intenta esconder su crimen ante la mirada escudriñadora del Omnisciente. Lo había intentado ya el mismo Adán y, después, su hijo fratricida Caín, pero inútilmente. Antes de ser nuestro exactísimo Juez, Dios se nos presenta como padre y madre, que no se rinde ante la idea de perder a un hijo. A Jesús le duele el corazón no tanto por haber sido traicionado cuanto por ver a un hijo alejarse irremediablemente de Él.

martes, 15 de abril de 2014

ESTA ESTA ES MI MÁS GRANDE PRUEBA

NADIE NOS AMA COMO CRISTO.

¿Qué sentirías, si hubieras sido condenado por un crimen que no cometiste? 
¿Y entonces juzgado como un loco, e insultado en frente de todo mundo?.
Cristo sufrió esto.

¿Qué sentirías, si después de todos esos insultos, y la gente escupiéndote en la cara, hubieras sido golpeado, y más aún, forzado a usar una corona de espinas?.
Cristo sufrió esto.

¿Qué sentirías, si fueras obligado a cargar con un gran peso, tan pesado que no resistirías el cargarlo? ¿Y entonces, mirar a tu propia madre llorar ante ti... y ver sus lágrimas?.
Cristo sufrió esto.

¿Qué sentirías, si te hubieran quitado las ropas, y puesto en frente de todos por algo que no fue tu culpa?.
Cristo sufrió esto.

Sí, Cristo sufrió todas estas cosas... ¿Por qué? Por TI y por mí.

Dio su vida en la cruz por amor a nosotros, esa fue su más grande prueba.

Nadie nos ama, como JESÚS…….

¡¡ D E C O L O R E S !!

¿QUIÉN SOY YO EN ESTA SEMANA SANTA?

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SEMANA SANTA, BUEN MOMENTO PARA...





“La Semana Santa es un buen momento
para confesarse y retomar el camino correcto”
Papa Francisco

LA SEMANA SANTA DÍA A DÍA

LA SEMANA SANTA DÍA A DÍA

CRONOLOGÍA LITÚRGICA Y PROCESIONAL
La gran virtud de los calendarios y almanaques es que ofrecen sus contenidos, entre ellos las calendas en que se explica el significado de cada fiesta, en porciones bien medidas, de manera que haya un tiempo asignado a cada lección. 
Los cantos, ritos, oraciones y el culto propiamente dicho, al que no podían asistir ni los catecúmenos ni los penitentes, complementan la parte de enseñanza, a la que sí tenían acceso. 
Al ser la Semana Santa, en especial el Triduo Sacro, un tiempo denso en cultos religiosos, se hace necesaria la presentación siguiendo criterios cronológicos y litúrgicos. Junto a las celebraciones de la iglesia, ocupan lugar de honor las del pueblo.
 
DOMINGO DE RAMOS Se celebra la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Es un anticipo de la Pascua. Los tradicionales ramos son los protagonistas. La primera lectura de la Pasión. Primeras procesiones populares. 

LUNES SANTO Tras el esplendor del Domingo, la liturgia entra en la angustia de la pasión siguiendo los últimos días de vida de Jesús. El Evangelio nos presenta el episodio de la Magdalena lavando y ungiendo los pies de Jesús, con el escándalo de Judas. En él se han inspirado algunos pasos y procesiones. 

MARTES SANTO Se caracteriza su liturgia por la exaltación de la Cruz, que se propone como motivo de orgullo para los cristianos. El Evangelio de la misa de este día es la Pasión según san Marcos. En muchos lugares el protagonista de las procesiones de este día es la Cruz. 

MIÉRCOLES SANTO Es el día en que se reúne el Sanedrín (el tribunal religioso judío) para condenar a Jesús.. Este episodio es el que convirtió los miércoles en días de ayuno. Hoy es el primer día de luto de la iglesia, en que se celebra el OFICIO DE TINIEBLAS, una especie de funeral por la muerte de Jesús. Los pasos y procesiones de este día reflejan el aumento del dramatismo. 

JUEVES SANTO Es, con el Corpus Cristi y la Ascensión, el primero de los Tres Jueves del año que relucen más que el sol. Es el día en que se celebra la ültima Cena en que Cristo instituyó la Eucaristía. Es el día del Lavatorio de los pies (sobre esto versa el Evangelio), de la atención especial a los pobres, del Amor Fraterno. Los pasos y procesiones se vuelcan en estas significaciones y empiezan a avanzar, ya en la noche, el misterio del Viernes Santo. 

VIERNES SANTO Este día constituye el núcleo central de la Semana Santa. Es el día del máximo dolor y de la muerte de Jesús. Es día de riguroso luto y no se celebra misa sino un rito de oración. Se lee la Pasión según san Juan, se reza por todas las causas en una continua ceremonia de arrodillarse (Flectamus genua) y levantarse (Levate), y en el centro de la celebración está la solemne adoración de la Cruz: “He aquí el leño de la Cruz del que pendió la salvación del mundo”. “Venid , adorémoslo”. Hoy es el segundo gran día de las procesiones en que se vuelca el dolor por la muerte de Cristo y el dolor de su madre.

SÁBADO SANTO Este día propiamente no hay culto oficial. Es día de luto por la muerte del Salvador. Continúa durante el día la visita de los monumentos, la celebración del Vía crucis y otras prácticas piadosas. Al anochecer empieza la gran Vigilia Pascual, que en su primera parte (bendición el fuego nuevo y del agua, lecturas, letanías, profesión de fe y Bautizos) corresponde propiamente al Sábado santo; pero la Misa de Gloria, solemnísima, con volteo de campanas y llena de aleluyas, corresponde a la celebración pascual de la Resurrección.  

DOMINGO DE PASCUA DE RESURRECCIÓN La alegría iniciada en la misa de la Vigilia Pascual, que siempre es después de las 12 de la noche, la primera hora del domingo, se prolonga durante toda la mañana. Al mediodía vuelve a celebrarse una Misa solemnísima para celebrar la Resurrección. Aleqh CristoV aneste (Alezé Jristós aneste), En verdad, Cristo ha resucitado. Ese es el saludo pascual en la iglesia ortodoxa.