lunes, 16 de julio de 2012

EN EL DON TOTAL DE SÍ EL DISCÍPULO SE IDENTIFICA CON JESÚS; ALLÍ SE REALIZA SU ENCUENTRO CON DIOS Y ALLI DIOS SE DEJA ENCONTRAR POR QUIEN LE BUSCA



 Evangelio según San Mateo 10, 34-11, 1

En dos versículos, Jesús da dos consejos importantes y exigentes:
1/ Tomar la cruz y seguir a Jesús: Quien no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. Para percibir todo el alcance de este primer consejo, es conveniente tener presente el testimonio de San Pablo: “Yo sólo me gloriaré en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, como yo lo estoy para el mundo.” (Gal 6,14). Cargar la cruz supone, hasta hoy, la ruptura radical con el sistema inicuo vigente en el mundo.
2/ Tener el valor de dar la vida: El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. Sólo se siente realizado en la vida aquel que fue y es capaz de darse enteramente a los demás. Pierde la vida aquel que quiere conservarla sólo para sí. Este segundo consejo es la confirmación de la experiencia humana más profunda: la fuente de vida está en el don de la propia vida. Dando se recibe. Si el grano de trigo no muere … (Jn 12,24).
Esta experiencia tan humana de don y de entrega recibe aquí una aclaración, una profundización. “Quien os recibe, a mí me recibe; y quien a mí me recibe, recibe a aquel que me ha enviado”. En el don total de sí el discípulo se identifica con Jesús; allí se realiza su encuentro con Dios, y allí Dios se deja encontrar por aquel que le busca.
Perder la vida para poderla ganar. ¿Has tenido alguna experiencia de sentirte recompensado/a por una entrega gratuita de ti a los demás?
Aquel que os recibe a vosotros a mí me recibe, y aquel que me recibe a mí, recibe a aquel que me ha enviado. Detente y piensa en lo que Jesús dice aquí: él y Dios mismo se identifican contigo.

Comentarios realizados por: José Valiente Lendrino (Viceconsiliario Nacional de Cursillos en España)
http://www.cursillosdecristiandad.es/

FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN


La Virgen del Carmen

Nuestra Señora del Carmen / Fiesta: 16 de Julio
Virgen del Carmen
"También yo llevo sobre mi corazón, desde hace tanto tiempo, el Escapulario del Carmen! Por ello, pido a la Virgen del Carmen que nos ayude a todos los religiosos y las religiosas del Carmelo y a los piadosos fieles que la veneran filialmente, para crecer en su amor e irradiar en el mundo la presencia de esta Mujer del silencio y de la oración, invocada como Madre de la misericordia, Madre de la esperanza y de la gracia".
Juan Pablo II

ASÍ NACIÓ LA ORDEN DEL CARMEN Y LA ADVOCACIÓN DEL CARMEN


ASÍ NACIÓ LA ORDEN DEL CARMEN Y LA ADVOCACIÓN DEL CARMEN

Virgen del Carmen1. ORIGEN HISTÓRICO DEL CARMELO
Dificultades ha encontrado la historiografía carmelita de todos los tiempos pero especialmente en sus orígenes, ya que carece de escritos fiables para conocer su origen y evolución. La Orden del Carmen no tiene un hombre o mujer a quien pueda acudir como fundador o fundadora. Su origen es sencillo, modesto, sin relieve. Un grupo de cruzados, penitentes y peregrinos dieron vida a la futura Orden del Carmen en la última década del siglo Xll en las laderas del Monte Carmelo, en Palestina.
El primer documento histórico que poseemos es la Regla. Alberto Avogadro o de Vercelli, Patriarca de Jerusalén (+ 1214), de acuerdo con su propósito, les entregó una breve Norma de vida. La Regla albertina recibida por el 1209 será siempre punto de referencia y el libro fundamental de la historia y espiritualidad de la Orden del Carmen. Bien podemos afirmar que con ella incipit Carmelus.

Las primeras Constituciones que conocemos - 1281 - ya traen la Rúbrica prima pero que hubo de ser anterior, en la que se afirma que estos primeros habitantes del Carmelo se propusieron vivir en comunidad y trataron de emular a San Elías y a él lo tomaron como padre espiritual. Estas Normas de vida se convirtieron en Regla al ser aprobadas canónicamente por el Papa Honorio III, el 30 de enero de 1226.

Valioso es también, para conocer los orígenes del Carmelo, el testimonio de Jaime de Vitry (+ 1240), que fue obispo de Acre (1210 - 1228), y escribió en su "Historia Orientalis" sobre este grupo naciente de carmelitas. Afirma que no pocos de aquellos devotos peregrinos, en lugar de volver a su patria, preferían quedarse en Palestina para consagrarse al Señor, abrazando allí la vida monástica en el Monte Carmelo, en las cercanías de la fuente de Elías. Allí, siguiendo el ejemplo del santo y solitario profeta Elías, "vivían en pequeñas celdas y, cual abejas del Señor, se dedicaban a elaborar en sus colmenas una miel espiritual de exquisita dulzura".

El famoso historiador de la Edad Media, el dominico Vicente de Beauvais, en su "Speculum maius", ofrece también datos preciosos sobre el origen de los carmelitas en el Monte Carmelo.

Nos encontramos, pues, en Palestina ante un grupo de ermitaños, provenientes de varios países europeos. No son nativos, sino occidentales; de rito latino, y por tanto, distintos de los monjes grecoortodoxos del cercano monasterio de Santa Margarita o Marina.

Este grupo anónimo de consagrados, en obsequio de Jesucristo, pronto se dedicarán también a María en el espíritu de Elías.

2. TESTIMONIOS DE PEREGRINOS

Ninguno de los documentos que vamos a recordar se propuso estudiar el marianismo del Carmelo. Sólo de pasada refieren datos de interés, lo que prueba que cuando ellos escriben eran ya hechos conocidos de todos.

Tierra Santa fue siempre lugar de peregrinaciones, pues los cristianos de todos los tiempos sentían ansias de visitar la tierra donde vivió y murió el Señor. A escritos de estos peregrinos o palmeros debemos el primer testimonio claro y explícito acerca del título mariano de nuestra primera capilla en el Monte Carmelo. He aquí los testimonios más importantes:

a) "Citez de Jherusalem o Les Pelerinages pour aller en Jherusalem". Fue escrito hacia 1230. En el capítulo primero trae este precioso testimonio:

"En esta misma montaña (del Carmelo) se encuentra la abadía de Santa Margarita, que pertenece a los monjes griegos, y que está en un hermoso paraje. En esa abadía, se conserva el lugar donde vivió San Elías y allí hay una capilla en la roca. Detrás de la abadía de Santa Margarita, en la ladera de la misma montaña hay un lugar muy bello y deleitoso donde viven los eremitas latinos llamados Hermanos Carmelitas; allí encuentra una pequeña iglesia de la Virgen; en toda esta zona hay abundancia de buenas aguas, que salen de la misma roca de la montaña; desde la abadía de los griegos hasta los eremitas latinos; la distancia es de una legua y media."

b) "Les sains pelerinages que l'en doit requerre en la Terre Sainte". Probablemente es contemporáneo del anterior. Añade este nuevo dato:
"Cerca de esa abadía de Santa Margarita, en la ladera de la misma montaña (el Carmelo), se encuentra un lugar muy bello y deleitoso donde viven los ermitaños latinos llamados Hermanos Carmelitas. Hay allí una hermosa iglesia de la Virgen; y existen allí por todas partes grandes plantaciones, regadas con el agua que mana de la misma montaña."

c) El dominico francés Humberto de Dijon en 1330 realizó una peregrinación a Tierra Santa que describió en su obra "Liber peregrinationis". En ella trae este interesante testimonio:

"En el Monte Carmelo se encuentra una capilla bastante devota, erigida en honor de la Santa Virgen. De este monte y de esa capilla como ellos mismos lo afirman traen su origen y su nombre los Hermanos Carmelitas llamados Hermanos de Santa María del Carmelo..."

Todos los testimonios conocidos concuerdan con los descubrimientos arqueológicos realizados en 1958 en el Wadies Siah. Aquí han aparecido las ruinas del monasterio y de la iglesia que los ermitaños latinos levantaron en el primer cuarto del siglo XIII en honor de la Virgen María, V que es la célula germinal de la Orden del Carmen.


3. DOCUMENTOS PONTIFICIOS

La primera mención del título mariano aparecería en la constitución "Devotionis vestrae", dirigido desde Lyon por Inocencio IV, el 12 de julio de 1247, al Prior y a los hermanos de Santa María del Monte Carmelo.

La fórmula breve Orden de Santa María del Monte Carmelo es más constante en los ambientes de la Curia romana y ampliamente usada por los glossatores de la Cancillería Apostólica. De hecho, la usa a menudo, no sólo en los encabezamientos, sino también en el cuerpo del texto.

Otros papas, en varias de sus bulas o decretos, a lo largo de este siglo XIII, darán a la Orden este título mariano.

Un paso más, el del patrocinio de María sobre el Carmelo, es defendido y vivido por la Orden ya en el siglo XIII. El Papa Urbano IV, el 19 de febrero de 1263, en su rescripto "Quoniam ut ait", anima a los fieles de Tierra Santa concediéndoles cien días de indulgencia por cada ayuda material que diesen al Provincial de los carmelitas, entregado a la reconstrucción del monasterio cuna de la Orden. Precisamente en ese contexto prosaico, el Papa recuerda, de pasada, que María es la Patrona del Carmelo, cosa que se da por vez primera en un documento pontificio.

A partir de estos años de mediados del siglo XIII ya abundan tanto los documentos pontificios que no vale la pena aducirlos. Casi todos los papas hablan del marianismo de la Orden del Carmen y la recomiendan a reyes, príncipes y obispos, a la vez que elogian su labor.

Habría que traer aquí, especialmente, los hermosos testimonios sobre este tema de Pío XII, Pablo VI y Juan Pablo II, que en repetidas ocasiones han hablado sobre la Orden del Carmen y su bendito Escapulario, pero ello nos llevaría a extender demasiado este breve artículo.

Que María del Carmen, nuestra Santísima Madre, como la llamamos desde hace casi ocho siglos los carmelitas, proteja al mundo, a la iglesia y al Carmelo.

Autor: Rafael María López Melús, Carmelita.
Texto procedente de la Revista Ave María, nº 699, Julio de 2004.


sábado, 14 de julio de 2012

¡NO TENGÁIS MIEDO DE SER SANTOS! (S.S. JUAN PABLO II)



¡NO TENGÁIS MIEDO DE SER SANTOS! (S.S. JUAN PABLO II)

UN VERANO CON CRISTO


Decálogo para un verano con Cristo


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  1. Un cristiano, en el verano, no esconde ni guarda su fe como quien deja en el armario el abrigo de invierno. Somos cristianos siempre y, por lo tanto, nuestra comunión con Cristo ha de ser consciente y constante.
2. La vida cristiana no se sostiene solamente en el “ser buenos”. Bondadoso, al cien por cien, sólo Dios. Por ello mismo este tiempo es propicio para no olvidar a Dios y ser rostros vivos de su presencia. Las prisas son enemigas de la caridad sin ruido.
3. Sin oración, un cristiano, es un molino paralizado. Muchos de nuestros fracasos y deserciones se deben a que hemos roto la “línea” telefónica con el Señor. La oración nos hace fuertes, nos clarifica, nos hace reflexionar y llevar a cabo la voluntad del Padre.
4. La Eucaristía (además de obligación moral) es una necesidad física y espiritual. Si ya con ella nos resulta llevar una vida relativamente cristiana, sin ella nos convertimos en marionetas del mundo. Quedamos a merced del único alimento material que el mundo ofrece o que el escaparate efímero nos presenta.
5. En el verano vamos buscando el sol. El culto al cuerpo no puede estar por encima de la adoración a Dios. Él sí que es el único Sol de justicia. Es quien broncea de verdad aquellas entrañas que, sin verlas, sabemos que son importantes para ser solidarios con los demás y amantes de Dios: el corazón y el alma.
6. “Dime lo qué lees y te diré cómo piensas”. ¿Acaso un cristiano no ha de nutrirse con palabras de esperanza? Un buen libro, con criterios cristianos, será garantía de un pensamiento recto, de una conciencia lúcida.
7. La Creación la ha puesto Dios para nuestro deleite. Nuestra tierra está sometida a una constante alteración y degradación fruto de las ansias de disfrute del hombre. Respetemos el entorno donde descansamos y gocemos de tantas cosas buenas que el Señor pone a nuestro alcance. Cuesta siglos repoblar la tierra, horas el incendiarla.
8. La belleza, el arte, la música clásica…nos puede llevar al encuentro y al disfrute personal de Dios. Un santuario es una puerta abierta a la fe. María Virgen es una mano que nos empuja hacia el Señor. La grandiosidad de un templo es un aperitivo de la gloria que nos aguarda en el cielo. ¡Disfruta de la huella que el hombre ha dejado a través del arte y como fruto de su fe!
9. El silencio y la contemplación junto al mar. La escalada de montañas como signo de nuestro esfuerzo por llegar al cielo. Nuestro descanso como antesala de lo que un día desea Dios para cada uno de nosotros…pueden ser reflexiones que nos ayuden a vivir este tiempo estival con sentido cristiano
10. En el valle o en el mar, en la montaña o en una aldea, adentrados en el bosque o perdidos en un desierto. Frente a una catedral o por las calles de una gran ciudad: no olvidemos que somos cristianos. No olvidemos que, Dios, va con nosotros.

viernes, 13 de julio de 2012

LA LUZ DEL AMOR DE DIOS DEBE DIFUNDIRSE CON ALEGRÍA (Benedicto XVI)


BENEDICTO XVI

“La Luz del amor de Dios debe difundirse con alegría”

Redacción.   Su Santidad Benedicto XVI ha realizado este lunes una visita privada al Centro "Ad Gentes" de los Misioneros Verbitas en Nemi (Roma), donde ha señalado que “la luz del amor de Dios, que es la bondad misma, debe difundirse con alegría”.
Así lo indicó el Pontífice al recordar su participación como perito teólogo en la redacción del decreto Ad gentes, entre el 29 de marzo y el 3 de abril de 1965, como parte de los trabajos de la Comisión Conciliar de las Misiones, según informa ACI Prensa.
 
"Estoy verdaderamente agradecido por la posibilidad de volver a ver, luego de 47 años, esta casa en Nermi. Tengo de esta un recuerdo bellísimo, tal vez el más bello recuerdo de todo el Concilio", dijo el Papa.
Benedicto XVI recordó luego al superior general de los misioneros verbitas en ese tiempo, "el Padre Schütte, que sufrió en China, que fue condenado y luego expulsado. Estaba lleno de dinamismo misionero, de la necesidad de dar un nuevo impulso al espíritu misionero. Y estaba yo, que era un teólogo sin gran importancia, muy joven, invitado no sé por qué, pero era todo un gran don para mí".
 
El Papa recordó luego que también estaba presente el venerable Obispo estadounidense Fulton Sheen "que nos fascinaba en las noches con sus discursos (…). Todo apuntaba a un único dinamismo de la necesidad de llevar la luz de la Palabra de Dios, la luz del amor de Dios al mundo y dar una nueva alegría con este anuncio".
 
Benedicto XVI dijo que el decreto Ad gentes es un complemento de otro documento conciliar, la Lumen gentium, sobre la Iglesia en el mundo, "porque se ve una eclesiología trinitaria, que parte sobre todo de la idea clásica delbonum diffusivum sui, el bien que tiene necesidad de comunicarse, de darse porque no puede quedarse en sí mismo. La cosa buena, la bondad misma esencialmente es communicatio".
"Y esto aparece en el misterio trinitario, al interior de Dios, y se difunde en la historia de la salvación y en nuestra necesidad de dar a otros el bien que hemos recibido", agregó.
 
El Santo Padre recordó luego que "claramente el dinamismo misionero vive, y vive solo si es que hay la alegría del Evangelio, si estamos en la experiencia del bien que viene de Dios y que debe y se quiere comunicar". 

PABLO VI Y JUAN PABLO I, CAMINO DE LOS ALTARES


  • DOS CURACIONES MILAGROSAS

    Pablo VI y Juan Pablo I, camino de los altares

    El Papa Pablo VI. / Getty Images
    13 JUL 2012 | I.C. DE VALLDAURA
    El cardenal Saraiva confirma que el Vaticano prepara un documento sobre las virtudes heroicas de los dos papas.
  • Según informan Catholic News Agency (CNA) y Catholic Culture, el cardenal José Saraiva Martins, emérito prefecto de la Congregación para las Causas de de los Santos, revela que el Vaticano está estudiando la posibilidad de beatificar a los papas Pablo VI y Juan Pablo I.
    Después de la beatificación de Juan Pablo II en mayo de 2011, sería la primera vez en la historia que un papa beatifica a tres de sus predecesores. Sin embargo, el cardenal José Saraiva Martins declaró a Corriere Delle que "un proceso de beatificación es, por lo general, verdaderamente complejo".
    Monseñor Enrico Dal Covolo, uno de los encargados de la beatificación de Juan Pablo I, anunció el pasado 6 de julio que se está elaborando un documento donde se recogen las virtudes heroicas del futuro beato y una narración de su vida. Por el contrario, el documento de Pablo VI está terminado. "Si queda demostrado que cada uno de ambos papas fue dueño de virtudes heroicas, solo se requeriría que fuese probado un milagro", confirman fuentes de Catholic Culture.
    Catholic News Agency indica que es posible, "aunque no oficial", que le sea atribuida a Juan Pablo Ila intercesión en la milagrosa curación de Giuseppe Denora, aquel italiano que fue curado de un tumor grave. Pablo VI, por su parte, podría haber intercedido en la curación de un bebé que se hallaba en peligro de muerte en el vientre de su madre.
    Ambos procesos de beatificación han sido abiertos a 50 años del Concilio Vaticano II, cuyo aniversario tendrá lugar el próximo 11 de octubre