sábado, 13 de junio de 2015

INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA


¡Feliz Día del Corazón de María!
 
La fiesta del Inmaculado Corazón de María se celebra el sábado después de Corpus Christi. La Fiesta del Sagrado Corazón es el día anterior (viernes). La Iglesia celebra las dos fiestas en días consecutivos para manifestar que estos dos corazones son inseparables.   

María, Madre de Jesús y nuestra, nos señala hoy su Inmaculado Corazón. Un corazón que arde de amor divino, que rodeado de rosas blancas nos muestra su pureza total y que atravesado por una espada nos invita a vivir el sendero del dolor-alegría.
La Fiesta de su Inmaculado Corazón nos remite de manera directa y misteriosa al Sagrado Corazón de Jesús. Y es que en María todo nos dirige a su Hijo. Los Corazones de Jesús y María están maravillosamente unidos en el tiempo y la eternidad...
 



Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío,
Oh dulce Corazón de María, sé la salvación mía.


Historia
Ya San Juan Eudes, en el siglo XVII, había difundido esta devoción.  En 1942, en plena II Guerra Mundial, el Papa Pío XII consagró el mundo al Corazón Inmaculado de María.
La fiesta del Corazón Inmaculado de María fue oficialmente establecida en toda la Iglesia por el papa Pío XII, el 4 de mayo de 1944, para obtener por medio de la intercesión de María "la paz entre las naciones, libertad para la Iglesia, la conversión de los pecadores, amor a la pureza y la práctica de las virtudes".
El Papa Juan Pablo II declaró que la conmemoración del Inmaculado Corazón de María, será de naturaleza "obligatoria" y no "opcional". Es decir, por primera vez en la Iglesia, la liturgia para esta celebración debe de realizarse en todo el mundo Católico. 
 
Del texto de la consagración de Pío XII: "Ante tu trono nos postramos suplicantes, seguros de alcanzar misericordia, de recibir gracias y el auxilio oportuno... Obtén paz y libertad completa a la Iglesia santa de Dios; detén el diluvio del neopaganismo; fomenta en los fieles el amor a la pureza, la práctica de la vida cristiana y del celo apostólico, para que los que sirven a Dios aumenten en mérito y número"
 
Fundamento:Después de su entrada a los cielos, el Corazón de María sigue ejerciendo a favor nuestro su amorosa intercesión. El amor de su corazón se dirige primero a Dios y a su Hijo Jesús, pero se extiende también con solicitud maternal sobre todo el género humano que Jesús le confió al morir; y así la veneramos por la santidad de su Inmaculado Corazón y le solicitamos su ayuda maternal en nuestro camino a su Hijo.
El Inmaculado Corazón de María, nuestra madre, es el camino mas rápido y seguro para llegar a Jesús.


Venerar el Inmaculado Corazón de María es venerar a la mujer que esta llena del Espíritu Santo, llena de gracia, y siempre pura para Dios. Su corazón femenino siempre está lleno de amor por sus hijos. Por eso se representa rodeado de blancas rosas.

Veneramos el corazón que guarda todas las cosas de Dios en su
Corazón y que nos ayuda a sanar y consagrar a Dios nuestro propio corazón.
 
Devoción de los Cinco Primeros Sábados: Es una devoción al Corazón de María. En diciembre de 1925, la Virgen se le apareció a Lucía Martos, una de las tres pastorcitas vidente de Fátima, y le dijo: "Yo prometo asistir a la hora de la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en los primeros sábados de cinco meses consecutivos, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen la tercera parte del Rosario, con intención de darme reparación".  Junto con la devoción a los nueve Primeros Viernes de Mes, ésta es una de las devociones más conocidas.
 
Oración al Dulce Corazón de María:
Amabilísimo Corazón de María,
que ardéis continuamente en vivas llamas de amor divino;
por él os suplico, Madre mía amorosísima,
abraséis mi tibio corazón en ese divino fuego en
que estáis toda inflamada. Avemaría y Gloria.

 Purísimo Corazón de María,
de quien brota la hermosa azucena de virginal pureza.
Por ella os pido, Madre mía inmaculada,
purifiquéis mi impuro corazón, infundiendo en él la pureza
y castidad. Avemaría y Gloria.

 Afligidísimo Corazón de María,
traspasado con la espada de dolor por la pasión
y muerte de vuestro querido Hijo Jesús,
y por las ofensas que de continuo se hacen a su Divina Majestad;
dignaos, Madre mía dolorida, penetrar mi duro corazón con un vivo
dolor de mis pecados y con el más amargo sentimiento de
los ultrajes e injurias que está recibiendo de los pecadores
el Divino Corazón de mi adorable Redentor.
 Avemaría y Gloria.

¡Oh dulce Corazón
de María, sed la salvación mía!
 
Entreguémonos al Corazón de María diciéndole: "¡Llévanos a Jesús de tu mano! ¡Llévanos, Reina y Madre, hasta las profundidades de su Corazón adorable! ¡Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros!
 
 
 

 

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