miércoles, 9 de mayo de 2012

YO SOY LA VID VERDADERA Y MI PADRE ES EL LABRADOR


Evangelio según san Juan 15,1-8
No deberíamos leer este pasaje evangélico dejando de lado la primera afirmación de Jesús: “Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador”. El evangelio de Juan parece reiterativo. Sus frases se parecen a las olas del mar. Parecen todas iguales, pero cada una añade algo a la anterior.
“Yo soy la verdadera vid”. Jesús se revela como el camino, la verdad y la vida. Dos hermosas alegorías lo presentan como el Buen Pastor y como la Vid verdadera. En esta última, recoge una larga tradición de su pueblo. Según Isaías, Israel es la viña de Dios (Is 5). Ahora Jesús se nos muestra como el definitivo Israel de Dios.
“Mi Padre es el labrador”. En su parábola, también Isaías se refería a Dios como el viñador que planta y cuida su viña. Ahora Jesús reconoce a Dios como Padre. Jesús nos revela el cuidado del Padre. Se sitúa entre Dios y nosotros. Nosotros gozamos de la atención que Dios nos demuestra a través de Jesús.

Comentarios realizados por: José Valiente Lendrino (Viceconsiliario Nacional de Cursillos en España)
http://www.cursillosdecristiandad.es/

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