martes, 3 de febrero de 2015

GALERÍA FOTOGRÁFICA ULTREYA DIOCESANA SAN PABLO 2015

24 de enero, Parroquia de santos Juan y Pablo de S. Fernando de Henares.
Lema "El amor no pasa nunca". Eucaristía y compartir.
¡De colores!

















































 

lunes, 2 de febrero de 2015

POR QUÉ LA CANDELARIA ES UN DÍA CLAVE PARA LA METEROLOGÍA

Ciencia / Meteorología

¿Por qué el 2 de febrero es un día clave del invierno?

Día 02/02/2015 - 10.26h

Marca el ecuador del invierno y predice cómo será lo que queda de estación. La fiesta cristiana de las Candelas o la de la Marmota recogen esta tradición ancestral entre agricultores

Desde antiguo, los agricultores miraban al cielo el 2 de febrero, una fecha clave para predecir cómo será lo que queda de invierno en este día que coincide con el ecuador de esta estación meteorológica. A partir de hoy quedan más o menos los mismos días de invierno que los ya transcurridos desde el 21 de diciembre, el día más corto del año, es el solsticio de invierno, que marca el comienzo de la estación invernal.
A principios de febrero, los días ya tienen una hora más, como recuerda el refranero (por San Blas, mañana día 3, una hora más), y las gélidas noches de enero, que suelen ser despejadas, se van acortando. Por eso la Candelaria marcaba el momento de volver a sembrar los campos, después de dejar atrás la primera mitad del invierno, más fría y oscura. Pero había que estar seguro antes de sembrar.
Son varios los refranes que, como un registro meteorológico oral, recuerdan que este día predice cómo será lo que queda de invierno: El más conocido: Si por la candelaria plora [llueve], ya está el invierno fora. Y si no plora, ni dentro ni fora. Pero si da en reír [hacer sol], el inverno por venir. Y si no ha nevado y quiere nevar, invierno por comenzar.
Y es que, si en esta época del año los días son soleados, y en especial las noches despejadas, se producen heladas, explica el meteorólogo José Miguel Viñas, en su libro “Preguntas al aire” (Alianza Editorial). De nuevo el refranero lo refleja: “Más vale ver al lobo entre las ovejas que el sol el día de Candelas
Por la trascendencia de ese día sobre la agricultura, en los países de tradición católica en la Candelaria, Patrona de Canarias, se celebra la fiesta de las candelas [velas], o del triunfo de la luz, durante la cual se bendecían velas para conmemorar esta fecha tan señalada para los agricultores. Las velas, una vez bendecidas, se guardaban en las casas para alejar los malos espíritus y las tormentas, sobre todo de granizo, que podían dañar las cosechas.

El equivalente americano

En Estados Unidos y Canadá este día se celebra la conocida fiesta de la Marmota, equivalente a la Candelaria. Los granjeros utilizan a estos roedores para predecir el tiempo. Las marmotas, como los osos, hibernan durante el inverno y desde antiguo, tanto en el Viejo como en el Nuevo Continente, se ha observado su reacción en este día especial. La televisión estadounidense transmite esta tradición en la que a primera hora de la mañana se saca de su madriguera a una marmota, apodada Phil. Si hay sol y el roedor ve proyectada su sombra, quedan seis semanas más de invierno [la candelaria da en reír, según nuestro refranero, el invierno por vernir]. Si amanece cubierto y Phil no proyecta ninguna sombra, lo peor del invierno ya ha pasado.

Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación


Hoy, aguantando el frío del invierno, Simeón aguarda la llegada del Mesías. Hace quinientos años, cuando se comenzaba a levantar el Templo, hubo una penuria tan grande que los constructores se desanimaron. Fue entonces cuando Ageo profetizó: «La gloria de este templo será más grande que la del anterior, dice el Señor del universo, y en este lugar yo daré la paz» (Ag 2,9); y añadió que «los tesoros más preciados de todas las naciones vendrán aquí» (Ag 2,7). Frase que admite diversos significados: «el más preciado», dirán algunos, «el deseado de todas las naciones», afirmará san Jerónimo.

A Simeón «le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor» (Lc 2,26), y hoy, «movido por el Espíritu», ha subido al Templo. Él no es levita, ni escriba, ni doctor de la Ley, tan sólo es un hombre «justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel» (Lc 2,25). Pero el Espíritu sopla allí donde quiere (cf. Jn 3,8).

Ahora comprueba con extrañeza que no se ha hecho ningún preparativo, no se ven banderas, ni guirnaldas, ni escudos en ningún sitio. José y María cruzan la explanada llevando el Niño en brazos. «¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!» (Sal 24,7), clama el salmista.

Simeón se avanza a saludar a la Madre con los brazos extendidos, recibe al Niño y bendice a Dios, diciendo: «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz; porque han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel» (Lc 2,29-32).

Después dice a María: «¡y a ti misma una espada te atravesará el alma!» (Lc 2,35). ¡Madre!, —le digo— cuando llegue el momento de ir a la casa del Padre, llévame en brazos como a Jesús, que también yo soy hijo tuyo y niño.

domingo, 1 de febrero de 2015

NUESTRO PRÓXIMO CURSILLO 19-22 MARZO



Nuestro próximo Cursillo ya está ahí: del 19 al 22 de marzo, para posibilitar el encuentro con el Amor de Dios en primera persona. ¡No hay nada igual!

ULTREYA DIOCESANA CONVERSIÓN DE SAN PABLO




ULTREYA CONVERSION DE SAN PABLO (ALCALÁ DE HENARES):

 
“El amor no pasa nunca” (1.Cor 13,8), este es el lema sobre el que centramos nuestra Ultreya diocesana en honor a la conversión de San Pablo.

En el Año de la Caridad, nada mejor que reflexionar sobre el amor.

La celebramos todas las ultreyas de la diócesis de Alcalá el día 24 de enero en la parroquia de los Santos Juan y Pablo en San Fernando de Henares.

Comenzamos con la Eucaristía, celebrada por nuestro consiliario D. Javier Ortega; terminada la misma, el padre Arturo Otero nos dio una charla, en tono testimonial, que comenzaba con las palabras de San Pablo en su carta a los Corintios sobre el canto al amor y nos invitaba a leerla pensando que así es como somos amados por Dios; ¿podemos amar nosotros así?, no sin su gracia.

Seguidamente hubo un turno de testimonios por un representante de cada ultreya de la Diócesis, respondiendo a la pregunta ¿qué es el amor para ti?, destacando en las respuestas que el amor es Cristo, y la comunidad y el cursillo donde descubren ese amor, un amor de Dios personal que da la vida, con el que aprender a quererse a sí mismo.

“Al final de la vida nos examinarán del amor”(San Juan de la Cruz).

Para terminar, nos esperaba un ágape donde compartir la alegría del encuentro.

Emma Muñoz
Corresponsal Kerygma MCC Alcalá



¡Una doctrina nueva, expuesta con autoridad!


Hoy, Cristo nos dirige su enérgico grito, sin dudas y con autoridad: «Cállate y sal de él» (Mc 1,25). Lo dice a los espíritus malignos que viven en nosotros y que no nos dejan ser libres, tal y como Dios nos ha creado y deseado.

Si te has fijado, los fundadores de las órdenes religiosas, la primera norma que ponen cuando establecen la vida comunitaria, es la del silencio: en una casa donde se tenga que rezar, ha de reinar el silencio y la contemplación. Como reza el adagio: «El bien no hace ruido; el ruido no hace bien». Por esto, Cristo ordena a aquel espíritu maligno que calle, porque su obligación es rendirse ante quien es la Palabra, que «se hizo carne, y puso su morada entre nosotros» (Jn 1,14).

Pero es cierto que con la admiración que sentimos ante el Señor, se puede mezclar también un sentimiento de suficiencia, de tal manera que lleguemos a pensar tal como san Agustín decía en las propias confesiones: «Señor, hazme casto, pero todavía no». Y es que la tentación es la de dejar para más tarde la propia conversión, porque ahora no encaja con los propios planes personales.

La llamada al seguimiento radical de Jesucristo, es para el aquí y ahora, para hacer posible su Reino, que se abre paso con dificultad entre nosotros. Él conoce nuestra tibieza, sabe que no nos gastamos decididamente en la opción por el Evangelio, sino que queremos contemporizar, ir tirando, ir viviendo, sin estridencias y sin prisa.

El mal no puede convivir con el bien. La vida santa no permite el pecado. «Nadie puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno y amará al otro» (Mt 6,24), dice Jesucristo. Refugiémonos en el árbol santo de la Cruz y que su sombra se proyecte sobre nuestra vida, y dejemos que sea Él quien nos conforte, nos haga entender el porqué de nuestra existencia y nos conceda una vida digna de Hijos de Dios.