domingo, 3 de mayo de 2015

MES DE LAS FLORES A MARÍA. 3 DE MAYO, MADRE DE DIOS

MES DE LAS FLORES A MARÍA
1er. DOMINGO DE MAYO: DÍA DE LA MADRE

La Iglesia ha dedicado el mes de mayo a María, a la dulce Reina de nuestras vidas, es por eso que comenzando con una simple oración le regalamos nuestro corazón:

Oh María, oh dulcísima, oh dueña mía!. Vengo a entregarte lo poco que poseo yo, pues sólo tuyo soy para que lo pongas en oblación ante el Trono de nuestro Señor. Te doy mi voluntad, para que no exista más y sea siempre la Voluntad del Padre Celestial.

Cada día del mes de mayo tiene que ser una flor para María. Por eso le regalaremos en cada jornada de su mes una meditación, una oración, una decena del Santo Rosario y una florecilla. De este modo iremos formando un ramo de flores para nuestra Reina del Cielo que nuestros ángeles custodios le llevarán en actitud de veneración.

Flor del 3 de mayo: Madre de Dios         


Madre de Dios Meditación:
“Por ser su Hijo Dios, María es Madre de Dios” (Lucas 1,3-5). Dios nos amó tanto que no sólo nos entregó a Su Hijo sino que nos dio a Su Madre. “Cuando llegó la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo nacido de Mujer…para que recibiésemos la adopción de Hijos de Dios” (Gálatas 4,5). Este es el maravilloso final del Plan del Padre y el sublime oficio de María, hacernos hijos de Dios, uno en Dios.

Oración: ¡Oh María, te agradecemos el regalo que nos ha hecho nuestro Dios amado, ponernos en tus hermosas manos para hacernos santos!. Amén.

Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).

Florecilla para este día: Examinar mi devoción a la Virgen y cómo la practico.

Hoy quiero llamarte Madre, y decírtelo y cantártelo.


¡Salve, Madre!
En la tierra de mis amores te saludan los cantos que alza el amor,
Reina de nuestras almas, Flor de las flores,
Muestra aquí de tu gloria los resplandores
Que en el cielo tan solo te aman mejor.
¡Virgen santa, Virgen pura, vida, esperanza y dulzura del alma que en ti confía,
Madre de Dios, Madre mía!
Mientras mi vida alentare todo mi amor para ti,
Mas si mi amor te olvidare, ¡Madre, mía!,¡Madre mía!
Mas si mi amor te olvidare, tú no te olvides de mí.
Amén.


 

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