lunes, 25 de junio de 2012

NO HAY MAYOR TORPEZA PARA VIVIR ABIERTOS AL DON HACIA LOS DEMÁS QUE EL YO QUE DOMINA Y SÓLO VE LO SUYO


Evangelio según San Mateo 7, 1-5
La primera condición para una buena convivencia comunitaria es no juzgar al hermano y a la hermana, o sea eliminar los preconceptos que impiden la convivencia transparente. ¿Qué significa esto concretamente?
Jesús es un libro abierto para sus compañeros. Esta transparencia nace de su total confianza en los hermanos y en las hermanas y tiene su raíz en su intimidad con el Padre que da fuerza para abrirse totalmente a los demás. Quien convive así con los hermanos y hermanas, acepta al otro como es, sin ideas preconcebidas, sin imponer condiciones previas, sin juzgar al otro. ¡Aceptación mutua sin fingimiento y en total transparencia! ¡Este es el ideal de la nueva vida comunitaria, nacida de la Buena Nueva que Jesús nos trae de que Dios es Padre/Madre y que, por tanto, todos somos hermanos y hermanas unos de otros. Es un ideal tan difícil y tan bonito y atrayente como aquel otro:”Sed perfecto como el Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48).
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? En realidad, la frase de Jesús sirve para todos. Por ejemplo, hoy, muchos de nosotros que somos católicos pensamos que somos mejores que los demás cristianos. Pensamos que los demás son menos fieles al evangelio que nosotros. Vemos la brizna en el ojo del otro, sin ver la viga en nuestros ojos. Esta viga es la causa por la cual, hoy, mucha gente tiene dificultad en creer en la Buena Nueva de Jesús.
Tampoco vemos la viga en nuestro ojo cuando sólo queremos que el otro quite su paja. No hay mayor viga en el ojo que el YO que sólo ve como realizable lo que él piensa y es incapaz de abrirse al otro y continuamente le juzga que su paja impide todo. No hay mayor torpeza e impotencia para vivir abiertos al don hacia el otro/a que el YO que domina y sólo ve lo suyo.
No juzgar al otro y eliminar los preconceptos: ¿cuál es la experiencia personal que tengo sobre este punto?
Brizna y viga: ¿cuál es la viga en mí que dificulta mi entrega generosa y mi amor como el otro necesita en la relación personal de vida en el amor que el Señor nos entrega en la vida y en comunidad?

Comentarios realizados por: José Valiente Lendrino (Viceconsiliario Nacional de Cursillos en España)
http://www.cursillosdecristiandad.es/

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