Divorcio, separación, adulterio y rupturas, realidades que se dan por lo terco que son quienes no quieren comprender que el designio original de Dios hizo el matrimonio para la pareja y la pareja para el matrimonio; otras relecturas, otras adaptaciones del prototipo y otras doctrinas bonachonas están viciadas y no corresponden a como se dictaron “en el principio de la creación”.
Si podemos salvar hoy una sola familia, una pareja matrimonial, un hogar, estaremos quizá salvando al mundo.
Al menos hemos de rezar por ello.
Comentarios realizados por: José Valiente Lendrino (Viceconsiliario Nacional de Cursillos en España)
http://www.cursillosdecristiandad.es/
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