domingo, 16 de noviembre de 2014

A CADA UNO SE NOS DA NUESTROS TALENTOS PARA...


Jesús es claro en su parábola.
A cada uno nos da nuestros talentos.
No para que los metamos en la caja fuerte.
No para que los enterremos por miedo a perderlos.
Sino para que los negociemos.
Para que corramos el riesgo negociándolos.
Jesús nos dejó su Evangelio y su Iglesia:
No para que la conservemos en el armario de la inmovilidad.
No para que la conservemos tal como él nos la dejó.
Sino para que nos arriesguemos.
Para que la hagamos crecer.
Para que la actualicemos cada día.
No nos pedirá cuentas de lo que nos entregó.
Nos pedirá cuenta de lo que nosotros hemos hecho.
La fidelidad no es conservar intacto el pasado.
La fidelidad no es para que la conservemos bien planchadita.
La fidelidad no es para que la conservemos bien perfumada.
La fidelidad es negociar.
La fidelidad es hacerla crecer.
La fidelidad es prolongar el pasado en el futuro.
La fidelidad es renovarla cada día.
La fidelidad es hacerla florecer cada día.
Hemos vivido más del miedo que del riesgo.
Hemos vivido más del espíritu de conservación que de creatividad.
Ha habido más de la vigilancia sobre el cambio que sobre la conservación.
No somos fieles al niño, impidiéndole crecer.
No somos fieles a las semillas impidiéndoles brotar.
No somos fieles a los raíces impidiéndoles echar tronco.
Ser fieles no es renegar del pasado.
Pero tampoco es quedarnos en el pasado.
Ser fieles es dar nueva vida al pasado.
Ser fieles no es dejar inutilizado el pasado.
Ser fieles es facilitar la primavera al pasado.
Ser fieles es dar futuro al pasado.
Ser fieles es ser creativos.
Ser fieles no es quedarnos mirando a lo que hicimos, sino mirar lo que podemos hacer.
Ser fieles no es conservar el talento, sino invertirlo y multiplicarlo.
Ser fieles no es conservar por el miedo al fracaso.
Ser fieles es tener el coraje de mirar hacia delante.
Es tener el coraje de invertir y jugarnos el futuro.
La misión del Espíritu es hacer memoria del pasado, pero también de anunciarnos lo que está por venir.
El miedo no es cristiano.
Cristiano es la valentía, el coraje y el mirar lejos.
Clemente Sobrado C. P.

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