El sábado 8 de
diciembre, coincidiendo con la festividad de la Inmaculada, hemos clausurado
nuestro Cursillo nº 81.
Una vez más, el Señor
nos ha recordado que Él nunca defrauda y que no se cansa de obrar maravillas en
los corazones de aquellos que se dejan hacer. Y muestra de ello fueron los
preciosos testimonios de los nuevos cursillistas. ¡Todo un regalo poder escucharles!
Para todos ellos la Navidad se ha adelantado, Cristo ha nacido ya en sus
corazones.
En representación de
las Ultreyas compartieron su testimonio Felisa, Juani, Bea y Victoria, que
recalcaron que es posible perseverar en el cuarto día cuidando la oración, la
formación y la acción y apoyándose en la comunidad.
Como viene ocurriendo
desde hace ya un tiempo, entre los hermanos de la comunidad que acudieron a la
clausura, había varios que habían recorrido a pie, a modo de intendencia, más
de 10 km. Nos puede servir esto para recordar nuestra vocación de peregrinos,
que debemos ir por Cristo hacia el Padre
a impulsos del Espíritu Santo, por los caminos del corazón del mundo a manera
de fermento, con la ayuda de María y de todos los santos, llevando a los hermanos.
¡Que no decaiga esta iniciativa!
En marzo, del 14 al 17,
celebraremos el Cursillo 82, una nueva ocasión para acercar a los hermanos a
Dios.
¡¡¡DE COLORES!!!
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