Dos hermanas que han vivido recientemente su
Cursillo quieren compartirnos su testimonio:
Pasé
muchos años con la duda de la existencia de Dios. Me consideré agnóstica hasta
hace poco, cuando volví a conocer a Dios y sentí su amor y perdón incondicional
en el Cursillo de Cristiandad. En esta experiencia me sentí iluminada y desde
entonces me comunico todos los días con Él a través de las oraciones, amo de una
manera diferente a mi novio, a mi familia y a mis amistades. Estoy amando de
verdad.
Teresa
Medina
El
Cursillo 80 llegó a mi vida en el momento oportuno dispuesto por Dios. Soy de
la República Dominicana donde, gracias a la misericordia de Dios, pertenezco a
una comunidad de la Iglesia y donde he participado en muchos retiros, pero sé
cada uno es especial y que en ellos siempre quiere regalarme su Gracia. Estaba
pidiendo a gritos participar en un retiro así que, cuando Pilar y su esposo lo
anunciaron en la Parroquia, no dudé ni un segundo en apuntarme, también porque
había querido asistir ya en mi país al Cursillo pero por alguna razón no había
podido. El Señor había iniciado en mí un proceso de sanación por una situación
dolorosa que viví y en el Cursillo siguió revelándome que necesitaba seguir
sanando y que eso no dependía de mí, sino que solo debía continuar
depositándome en sus manos. Me permitió sentirme de corazón a corazón con Jesús
y entender que le encanta que yo esté con Él, pero que también me quiere más
humana, más con los demás y es lo que he ido trabajando desde que terminó el
Cursillo.
Carolina
Uribe
¡¡¡DE COLORES!!!
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