EL GORDO DE LA LOTERÍA ME TOCÓ... ¡CUANDO ME ENCONTRÉ CON JESUCRISTO!

 

 
Y eso sucedió cuando viví un Cursillo de Cristiandad.
Sí y desde entonces...¡soy rico! Y lo soy porque tengo su amor y su amistad, y su salvación, porque tengo la vida eterna, Porque, por su gracia y misericordia, podre un día estar en tu reino, viviendo con Dios Trinidad para siempre, disfrutando de su belleza, de su santidad, de su majestad por la eternidad.  
Y por el inmenso amor que Dios me tiene a mí, y también a ti, ha venido Jesucristo a nuestro mundo para encontrarse personalmente contigo y conmigo y darnos todo lo que Él tiene: su misma vida. No se reserva nada para sí, nos lo regala todo.
¿Sabes? Como decía la gran santa Teresa de Jesús -de la que estamos celebrando su V centenario de su nacimiento en este Año Jubilar Teresiano: "Quién a Dios tiene nada le falta. Sólo Dios basta"