jueves, 1 de octubre de 2015

JESÚS NOS ENVÍA DE DOS EN DOS: EN COMUNIDAD



Evangelio de hoy: Lucas (10,1-12):
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.  Y les decía: «La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios.” Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: “Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios.” Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo.»
Reflexión
La Iglesia soy yo, nos gusta decir a todos los que de alguna manera estamos implicados en la pastoral. Pensar esto tiene sus consecuencias: la primera es que su misión, es cosa de todos, no sólo de los doce Papa, obispos, curas, religiosos, y algunos laicos especiales, es la tarea principal de toda la Iglesia, y esta misión se realiza mediante el testimonio. Jesús nos envía de dos en dos es decir en comunidad.
El núcleo esencial del anuncio de que el Reino de Dios está entre nosotros. Las demás acciones están relacionadas con este mensaje: ofrecer la paz, curar, compartir vida y mesa, superar todo lo que divide, y liberar de todo aquello que oprima, son diversos modos que hacen visible la llegada del Reino.
La urgencia de la misión exige que se vaya ligero de equipaje, que se ponga la confianza en Dios y que se esté disponible. Es necesario que no pongamos nuestra seguridad para realizar esta misión en los bienes materiales, más bien hemos de ponerla en el apoyo y acción de Dios.
Esta misión exige un seguimiento personal con disponibilidad para la entrega radical, a fin de anunciar así como Él la llegada del Reino. Jesús nos advierte de los peligros y nos invita a que tengan la seguridad de que el Padre no nos dejará.
Este texto sigue vigente hoy para todos los que somos llamados a comunicar el mensaje de Jesús para impregnar los ambientes del Evangelio ¡Pongámonos en camino! Hoy también “Cristo cuenta contigo”. Respóndele.

http://www.cursillosdecristiandad.es/events/jueves-de-la-semana-xxi-t-o-2/

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