Sagrado Corazón de Jesús
11.-EL RESPETO HUMANO
A Jesús no le valen las medias tintas, las almas insípidas. Él quiere cristianos solo de una pieza; tiene el corazón abierto para todos, también para los corazones más obstinados, pero no quiere saber nada del respeto humano. Muchas veces nos ha dicho que no podemos servir a Dios y al mundo. Él ha hablado claro, que si queremos contentar al mundo, no estamos con Él, estaremos en contra de Él.
Tú sabes que ciertas amistades son un continuo peligro para el alma y comprendes que no te dejan tranquila la conciencia y no te sientes con fuerza de romper esa triste cadena. ¿Cuántas veces no has observado los preceptos de la Iglesia por no huir de las críticas de alguna mala lengua?
Amado Jesús: Enséñame a amarte, a abrir a ti completamente mi corazón, toda mi vida, a experimentar tu amor incondicional que me ama tal y como soy. Deseo corresponderte con sencillez y naturalidad, con coherencia y sin temor a nada ni a nadie, porque Tú estás conmigo y tu amor es más fuerte que todo. Quiero vivir tu vida en mi, quiero vivir contigo. Hazme dócil a la vida de la gracia.
Amado Jesús: Enséñame a amarte, a abrir a ti completamente mi corazón, toda mi vida, a experimentar tu amor incondicional que me ama tal y como soy. Deseo corresponderte con sencillez y naturalidad, con coherencia y sin temor a nada ni a nadie, porque Tú estás conmigo y tu amor es más fuerte que todo. Quiero vivir tu vida en mi, quiero vivir contigo. Hazme dócil a la vida de la gracia.
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