SÍGUEME

Cuánto tenemos que aprender de Leví. Él sí se dio cuenta de que nada en la vida, ni placeres, ni riquezas, ni nada de nada, podían compararse con el Tesoro que había encontrado. Y como buen recaudador supo venderlo todo para adquirir una ganancia infinitamente mayor. Que en esta Cuaresma también nos encontremos nosotros con Cristo y sepamos dejarlo todo para seguir al único por el que vale la pena dejarlo todo: Jesús.

Esta preciosa canción, que tanto nos gusta y cantamos, es de un hermano nuestro Cursillista, Juan Carlos Reina.

SÍGUEME    (J.C Reina) 

Sabes muy bien, Señor,

que sin Ti no puedo caminar,

tiende tu mano si me ves caer,

tú sólo puedes levantarme,

Tú sólo puedes ayudarme,

Tú nunca abandonas a nadie, Señor.

Cuántas veces, Señor,

mis pecados me apartan de Ti.

Cuando no puedo aceptar la Cruz,

Tú sales siempre a mi encuentro,

alivias todas mis fatigas,

animas otra vez mi vida con tu paz.

Tú me dices, Señor, que te siga,

que no tema, a mi lado estarás.

Y reclamas, Señor, que mi vida

sea entrega y proclame tu Verdad.

Aquella noche, Señor,  fue tu luz la que me transformó,

y me dijiste: “Sígueme, deja todo lo que poseas,

Yo soy la luz que te ilumina,

lo puedes todo con mi Gracia, ¡Sígueme!”