domingo, 13 de enero de 2013

MEDITAR EL BAUTISMO DEL SEÑOR, OCASIÓN PARA TOMAR CONCIENCIA DE...



Meditar sobre el Bautismo del Señor constituye una ocasión propicia para tomar conciencia de nuestra condición de bautizados, de discípulos de Cristo, a quien debemos escuchar y seguir, colaborando con nuestra respuesta libre a la acción de la gracia: “El bautismo seguirá siendo durante toda la vida un don de Dios, el cual ha grabado su sello en nuestra alma. Pero luego requiere nuestra cooperación, la disponibilidad de nuestra libertad para decir el ‘sí’ que confiere eficacia a la acción divina” (Benedicto XVI, 7.1.2007).
Incorporados a la Iglesia, pasamos a ser miembros de la familia de Dios. Nuestra conciencia de bautizados es inseparable de nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia: “La adopción como hijos de Dios, del Dios trinitario, es a la vez incorporación a la familia de la Iglesia, inserción como hermanos y hermanas en la gran familia de los cristianos. Y sólo podemos decir ‘Padre nuestro’, dirigiéndonos a nuestro Padre celestial, si en cuanto hijos de Dios nos insertamos como hermanos y hermanas en la realidad de la Iglesia. Esta oración supone siempre el “nosotros” de la familia de Dios” (Benedicto XVI, 7.1.2007).
Que el Señor, que nos ha bendecido con el sacramento del Bautismo, nos conceda la perseverancia continua en el cumplimiento de su voluntad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario