PERMANECER EN SU AMOR
La alegoría de la vid y los sarmientos (Jn 15,1-8) expresa con claridad
la relación vital e íntima de Jesús con sus discípulos, para que éstos den
fruto. Un término clave de esta enseñanza de Cristo reside en la expresión
"permaneced en mí" (Jn 15,4.5.6.7). Se trata de permanecer en la
persona de Cristo por la fe y el amor, pues la salvación proviene de nuestra
unión personal con Él.
Resulta, pues ridículo que los convertidos de Judea exijan a los
gentiles convertidos la circuncisión para salvarse (Hch 15,1.5). (Es algo así
como pedir la poda de los sarmientos separados de la vid para que den más
fruto. Lo verdaderamente importante es que el sarmiento permanezca en la
vid (Jn 15,4) y esté unido a ella).
¡Qué daño hace el confusionismo de una fe imperfecta, que proclama
importante y esencial lo ya caducado! Los santos han llegado a la santidad por
su constante unión con Cristo. San Pascual Bailón se hizo santo por permanecer
unido a Cristo Eucaristía por la fe y por el amor.
Para permanecer unidos a Ti, Señor Jesús, hemos de creer en ti, obedecer
tus mandatos y, sobre todo, hemos de amarte; pues éste es tu primer mandamiento
y nos exiges: "Permaneced en mi amor" (Jn 15,9). Si no permanecemos
en Ti, seremos sarmientos separados de Ti y disponibles para el fuego. Sólo Tú
puedes reinjertarnos en Ti, unirnos a tu vida y a tu divinidad, hacernos tuyos
y poseernos por amor y con amor eterno, inacabable, infinito y beatificante.
Resulta incomprensible que tu maravilloso e inmenso amor divino quiera tocar y
amar el barro y la arcilla de nuestra miseria.
Te adoramos, Señor, y te damos gracias por tu sublime y gratuito amor
por nosotros, tus sarmientos resecos. Reinjértanos en Ti y revitalízanos con la
savia de tu amor, para que demos frutos abundantes para otros y gloria para tu
Padre. Amén.
Meditaciones del P. Ceferino Santos, SJ.
“El Pan de la Palabra... dánosle hoy” Ciclo C
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