Las buenas intenciones no bastan para salvarse. Hay quienes se lucen porque se cuelgan en sus propias solapas los méritos de otros; les encanta recibir homenajes que después devuelven con creces, están siempre en las delegaciones y representaciones en las que hay espacio a la honorificacion vanidosa de gente que no es pero parece virtuosa, humanitaria, filantrópica y generosa. Lo que guardan los sepulcros son cadáveres que no se ven, aunque por fuera luzcan blanqueados. Hay quienes son expertos en “beatificar” su propia falsedad.
Comentarios realizados por: José Valiente Lendrino (Viceconsiliario Nacional de Cursillos en España)
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