martes, 5 de agosto de 2014

PERMANECER DE PIE EN MEDIO DEL MAR


Cuando todo nos sale bien decir que se tiene fe, verdaderamente es fácil, pero la fe se muestra desafiando el mar, confiando ciegamente en el poder, el amor y la misericordia de Dios. La fe auténtica es la que nos hace permanecer de pie en medio del mar cuando las olas y el viento se embravecen; cuando se pierde la salud, los negocios se tambalean, cuando aquellos que nos tenían que animar, nos pisan, cuando los demás no reconocen nuestra obra, cuando la fama y el honor se deterioran y se pone en juego todo lo que tenemos.
El evangelio nos recuerda lo que significa creer que Jesús es verdaderamente, “el Hijo de Dios”.
Podemos contemplar lo que fiados de Jesús podemos hacer, desafiando el mar y el viento, realizando lo que parece imposible para un hombre, pero, también para nosotros como para Pedro, la prueba en ocasiones es fuerte y la fe puede debilitarse, sin embargo, no tengáis miedo, Jesús está cerca de él y jamás permitirá fracasemos, mejor dicho que fracase su obra, puesto que lo que parece un fracaso es el mayor triunfo, recordemos la Cruz.
Por eso reavivemos nuestra fe y estemos tranquilos pues en medio de nuestras pruebas, incluso de nuestros naufragios, Jesús está ahí, para darnos una mano y llevarnos de nuevo al puerto.
Jesús nos llama hoy a hacer lo que parece ser imposible para el hombre: ser santos, ser hoy el hijo, hija de Dios que el mundo necesita ver y oir. Baja de la barca de tu seguridad y camina hoy hacia Él y no te preocupes del viento y el mar.

cursillosdecristiandad.es

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