viernes, 2 de marzo de 2012

MADRE, TE ACOMPAÑAMOS EN TU DOLOR



En la Pasión y Crucifixión hay dos personajes que pagaron con sus propias vidas el precio de nuestra redención: Cristo, nuestro Salvador y redentor, que con su sangre preciosa, lavó nuestros pecados y nos abrió la puerta del Cielo, y María, la Madre dolorosa, la corredentora, que por su amor inmenso hacia Jesús, padece la agonía de su Hijo, y así consumida de dolor, inmersa en el cáliz de la sangre redentora de su Hijo, comparte plenamente el sacrificio salvífico de Jesús. 
¡...Y todo por amor a nosotros!
El Camino del Calvario, no solo fue recorrido por Cristo. La Vía dolorosa es también el camino que María recorre, acompañando y consolando a su Hijo.
Querida Madre, queremos acompañarte en tu dolor y sufimiento.
Queremos agradecer tu inmenso amor a Jesús y a nosotros.
¡Madre dolorosa, ruega por nosotros!

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