Lucas (12,35-38):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.»
Reflexión |
El sábado después de Misa una señora, bastante mayor, me decía. “estoy preocupada porque da la impresión de que el fin del mundo está cerca. El tiempo, las personas, todo parece indicar que queda poco, mis amigas piensan como yo, y tienen miedo”. Posiblemente, tengas razón le contesté y el fin del mundo está muy cerca para ti, tienes 97 años, quizás también para mí, pero no tengamos miedo no entremos en el desasosiego ni estemos inquietos, no perdamos la paz y mucho menos la libertad que Dios nos regala.En el Evangelio Jesús nos ha recordado que ha de regresar, y con Él el fin del mundo. Pero tranquilos porque el fin del mundo es algo que llegará de sorpresa, nadie sabe ni el día ni la hora. Por ello es necesario vivir preparados. No prepararse para morir, sino vivir preparados para entrar en la verdadera vida cuando llegue el esposo
Quien vive en gracia y de acuerdo al Evangelio no está preocupado de cuándo o a qué hora llegará; sabe que cuando llegue será el día más feliz de su vida pues lo verá tal como es y así, su amor y su felicidad, serán colmados. No nos dejemos engañar, y vivamos siempre listos, en la alegría y la paz y en el amor de Dios. Mi oración hoy es pedir a Dios que con la fuerza del Espíritu, me sorprenda en vela, anunciándole, y esperándole para abrirle apenas llegue y llame. Para tener la dicha de sentarme a su mesa y ser servido por él. EFREM MIRA PINA |
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