lunes, 14 de marzo de 2016

MEDITACIÓN P.CEFERINO SANTOS LUNES 5ª SEMANA DE CUARESMA



CONOCERLO A ÉL

La ignorancia de Dios, práctica y pretendida, degrada al hombre. Puede llegar a sucedernos lo que a los dos ancianos e injustos jueces judíos de Babilonia, que "desviaron su corazón de Dios y bajaron sus ojos para no mirar al cielo ni acordarse de su justo juicio" (Dn 13,9). Pero por mucho que ignoremos a Dios, Él no desaparece. Con Cristo sucede lo mismo. Pueden ignorarlo los hombres, pero él sigue vivo para siempre.

Cristo ante los judíos, que le rechazaban les dijo: "No me conocéis a mí ni al Padre" (Jn 8,19). ¡Qué desgracia para el hombre si no llega a conocer a Cristo y al Padre en su verdad profunda y sólo juzga por apariencias! "Vosotros -les dice Cristo- juzgáis por lo exterior" (Jn 8,15) y, por tanto, esos críticos se equivocan. Los hombres se encierran en sus redes argumentativas e ignoran la vida eterna, que es "conocerte a Ti, Padre, y al que enviaste: Jesucristo" (Jn 17,3). Ignoran al que es la Verdad que nos salva y desvían sus caminos hacia la mentira y la maldad. En cambio, "Dios salva a los que en él ponen su confianza" (Dn 13,60). Susana, falsamente acusada de adulterio (Dn 13,37), esperó en Dios y no fue defraudada. El profeta Daniel, que significa "Dios juzga", desenmascaró la mentira de los jueces, interrogándolos por separado. "y aquel día se salvó una vida inocente" (Dn 13,62). (Mi alma espera en el Señor; mi alma espera en su Palabra... porque en Él está la salvación).


Buscamos conocer a Cristo desde el testimonio del Padre (Jn 8,18) como Salvador universal de los que son acusados injustamente como Susana de los enfermos y afligidos, de los pecadores que se arrepienten y de los débiles y esclavizados que no encuentran auxilio. Te aceptamos, Jesús, como la Verdad Suprema que nos hace libres. Queremos conocerte cada día más profundamente en tu santa humanidad y en tu divinidad, en tu intimidad misteriosa con el Padre. Amén.

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