Siendo cristianos y acusados nos parecemos al Maestro, de otra manera seríamos falsos discípulos. Él es nuestro mediador y nos aprecia, sabe que valemos más que todo el orden creado, empezando por los “pajarillos”, y tanto somos amados ante sus ojos que intercede por nosotros ante el Padre que está en el cielo. Ni el miedo, ni la hostilidad o la amenaza desafiante deben acobardarnos, por eso en él encontramos la fuerza para no negarlo delante de los hombres. Ser un cristiano cómodo y Light es como no serlo.
Comentarios realizados por: José Valiente Lendrino (Viceconsiliario Nacional de Cursillos en España)
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