jueves, 31 de julio de 2014

ES TIEMPO SE SEGUIR ABRIENDO ESA RED


El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar. Esa red es signo de la Iglesia, dentro de ella hay justos y pecadores, cada uno de nosotros somos justos y pecadores, y esto será así hasta el final de los tiempos. Todos los miembros de la Iglesia hemos recibido por el Bautismo la gracia de nacer a una vida nueva, a una vida santa, a la vida de Dios. Pero muchos, como el hijo pródigo, han derrochado esa herencia y viven apartados de Dios. Sin embargo no dejan de pertenecer a la Iglesia, no dejan de estar en la red, aunque de otro modo, y pueden siempre volver a la casa paterna, aun en el último instante de su vida, pues por el Bautismo llevan dentro de sí una esperanza de reconciliación que ni los pecados más graves pueden borrar. La Iglesia es una madre que está dispuesta siempre a acoger a sus hijos. Sólo Dios tiene el poder de separar los buenos de los malos. El juicio le está reservado a Él.
Hermanos: no perdamos el tiempo, ahora es el momento de transmitir la alegría del evangelio, de seguir abriendo esa red para que muchos entren y tengan esa oportunidad inmensa. Nuestra oración, nuestro testimonio, nuestra palabra.

cursillosdecristiandad.es

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