El pasaje del Evangelio de hoy nos ilustra cómo, quien ha tenido una experiencia de Jesús resucitado, se convierte en testigo de la Resurrección y, con ello, en evangelizador.
María ha sido capaz de reconocer en ese “jardinero” la presencia de Cristo. Él la ha llamado por su nombre y ella le ha dicho: Maestro.
Es la experiencia, por ejemplo, que ha tenido mucha gente que en un cursillo a donde a través de un equipo o delante del Sagrario, han descubierto la presencia de Jesús que les llama por su nombre, y después de llamarle maestro, le han seguido, convirtiéndose también en portadores y anunciadores de buenas noticias para los hermanos.
Necesitamos llenar nuestras oficinas, nuestras escuelas, nuestros barrios, nuestra sociedad de, de hombres y mujeres que, como María Magdalena, puedan decir: Jesús está vivo, yo lo he visto y ha cambiado mi vida y sé que lo que hizo conmigo, lo puede hacer también contigo.
Para saber si hemos tenido esa experiencia basta con ver si nos hemos convertido en testigos. ¿Hacemos todo lo posible para que se encuentren con Él, y me refiero a todo lo humanamente posible?
cursillosdecristiandad.es
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