martes, 10 de febrero de 2015

ES NECESARIO UNIR LA FE Y LA VIDA


El evangelio de hoy nos hace poner la mirada en la unidad que debe haber entre fe y vida. Puesto que también nosotros podemos aparentar, a la vista de los demás, fidelidad y cumplimiento a la ley, pero verdaderamente estar lejos de Dios.
Hoy también, permitidme hacer un juicio temerario, muchos bautizados aparentan ser fieles cumplidores de la ley; van a misa los domingos, hacen largas oraciones, hasta ponen dinero en la bandeja; sin embargo después en el día a día, en la vida privada, no dan testimonio, sino más bien lo contrario. Dice el Señor: “Este pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mí”.
Si queremos de verdad evangelizar, realizar un primer anuncio convincente, es necesario unir la fe y la vida. Es decir sin dejar de hacer lo que la ley nos pide, procurando que no sea una práctica externa sino el resultado de la relación íntima y personal con Dios; que sea la manifestación externa de nuestro ser poseídos por el Espíritu Santo. Demos el verdadero sentido a lo que hacemos ¿qué es lo que nos mueve a nuestras prácticas religiosas, la ley o el amor a Dios y a los hermanos?.
Dependiendo de la respuesta que demos a la pregunta nuestro testimonio será o no válido.

cursillosdecristiandad.es

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