viernes, 20 de febrero de 2015

Meditación Cuaresmal Padre Ceferino Santos. Viernes 20 febrero

Meditación Cuaresmal Padre Ceferino Santos.
Viernes 20.
 
ES EL ESPOSO QUIEN SALVA
salvarA muchos les perdió la gula, la bulimia, la droga, la embriaguez y la codicia de tener, de poseer y de ser más que nadie. A Adán y Eva nada les faltaba, pero prefirieron comer del árbol prohibido de la ciencia del bien y del mal (Gn 3,6). Se podría pensar demasiado simplemente que si el mal entró en el hombre por la codicia de ser y la gula, la salvación podría llegar por sus contrarios: el ayuno, la abstinencia y el desprendimiento del ser y del poseer. Pero sucedía que los fariseos ayunaban a menudo (Mt 9,14) y su ayuno no les salvaba. Los judíos tenían el precepto de ayunar cuatro veces al año, pero estos ayunos no los convertían al Señor: "Ayunáis entre ruinas y disputas, dando puñetazos sin piedad" (Is 58,4). El ayuno, sin amor y sin justicia, no es grato a Dios.
No va a ser sólo el ayuno el que nos salve. La salvación nos viene "del novio que está con nosotros" (Mt 9,15), del Hijo de Dios, que viene a esposarse en nupcias de amor con la humanidad, que de esclava del pecado pasa a ser esposa embellecida, santa e inmaculada de su Señor.
Habrá también que ayunar de actos injustos contra la esposa del Verbo de Dios y "romper los cepos" (Is 58,6b), que quitan la libertad a la humanidad redimida por Jesús. Tendremos que "partir el pan" con la Esposa hambrienta, hospedarla cuando está sin techo y vestir a esa humanidad que ha sido despojada y vaga sin vestido (Is 58,7), sin cerrarnos nunca a nuestra propia carne. Este es el ayuno que quiere el Señor (Is 58,6a).
Es Cristo quien salva a la humanidad herida, su Esposa. Es Cristo su Redentor poderoso. Es Cristo, quien "todo lo hace bien" (Mc 7,37), y a Él se le debe todo honor y toda gloria. ¡Oh, Cristo Esposo, salva a la humanidad, tu Esposa, y hazla santa e inmaculada ante Ti, purificada por tu ayuno y por tu sangre!
"Me llamáis vuestro Esposo y lo soy. Más que vuestro ayuno, os pido vuestro amor sacrificado, fiel, perseverante. Cuando me veáis alejado y rechazado por los hombres, entonces, sí, ayunad, interceded y clamad por mi salvación y mi venida".
EL PAN DE LA PALABRA DANOSLE HOY
CICLO B Pág. 61 y 62…. (Ceferino Santos S.J.)
 
 
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