¡SÓLO DIOS BASTA!
JORNADA “PRO ORANTIBUS”
Alcalá de Henares, a 25 de mayo de 2015
La Jornada “Pro orantibus” nos invita a volver nuestra mirada hacia los monasterios de nuestra diócesis. Como no podía ser de otro modo se nos propone como lema un texto teresiano: Sólo Dios basta. Quizá estemos acostumbrados a escucharlo muchas veces y nos suene a conocido, pero es, sin lugar a dudas, el núcleo de nuestra experiencia cristiana.
Muchas veces me pregunto, contemplando el panorama de secularización e indiferencia religiosa que nos rodea, cuál debe ser la respuesta de los creyentes y cómo poder llegar al corazón de las personas. Son muchas las iniciativas en nuestra diócesis y muchos los fieles que ofrecen su testimonio de vida como una luz que se enciende en medio de tanta oscuridad cultural y que brilla junto a modos de vivir alejados de Dios, indiferentes e incluso hostiles a la fe cristiana. Son también muchas las obras de acogida a las personas, a las familias, la práctica de la caridad y las obras de misericordia presentes en nuestras parroquias y comunidades cristianas. Los sacerdotes y los religiosos procuran con afán llevar adelante la obra de la evangelización y la enseñanza religiosa contando con la colaboración de tantos fieles laicos y de movimientos eclesiales. Sin embargo es necesario constatar que muchas personas carecen de vida interior, que España está dando los síntomas de una sociedad enferma, carente de alma y que ha ido perdiendo los signos de identidad que le proporcionaba la tradición católica.
Esta situación, queridas contemplativas, reclama una vuelta al radicalismo evangélico. Así lo vengo pregonando constantemente a los fieles de la diócesis, a los sacerdotes y miembros de la vida consagrada. Es en este contexto en el que se sitúa vuestra vida personal y la de las comunidades monásticas de nuestra Iglesia particular. Vosotras, queridas contemplativas, nos estáis gritando con vuestro silencio y vuestra clausura que Dios está vivo, que es el único que plenifica el corazón humano, que es la respuesta justa y adecuada a las ansias de bien y de verdad que hay en cada uno de nosotros. Por eso el lema teresiano “Sólo Dios basta” considero que acierta de lleno a comunicar vuestro modo de vida, que sintetiza la experiencia del contemplativo, que indica el camino de renovación de la Iglesia haciendo patente el radicalismo evangélico que necesitamos.
Gracias, queridas hermanas, porque sois como una lámpara que brilla entre las tinieblas. Primero gracias por vuestro ser. Sois un regalo de Dios para nuestra diócesis. Gracias también por vuestra oración, por vuestras obras. Gracias porque sostenéis con vuestra intercesión nuestra vida apostólica y toda la misión confiada a las familias, a las parroquias y movimientos.
No es el momento de incertidumbres. Sabemos bien de Quien nos hemos fiado. Unidos al Santo Padre, al obispo y a todos los sacerdotes, hemos de continuar sembrando esta tierra con las semillas de la gracia hasta el martirio si así el Señor nos lo pidiese. Mientras tanto, entre luces y sombras, os invito a gozar de la auténtica alegría que es fruto del Espíritu Santo. Es la alegría de la Virgen María que proclama la grandeza del Señor.
Ruego a todos los diocesanos que oren por vosotras, que con solicitud cuiden de vuestras necesidades y reclamen al Señor que os regale vocaciones. Nuestra diócesis de Alcalá de Henares os necesita, necesita de vuestra entrega total a Dios; necesita de vuestra virginidad que evidencia que “Sólo Dios basta”, que El es el tesoro escondido, la perla preciosa que invita a dejarlo todo porque hemos encontrado lo único necesario. También os necesitan los sacerdotes y vuestro obispo que cuenta con vuestra oración para no desfallecer en el combate por el Evangelio. En estos momentos difíciles y complejos os necesita también España, tierra plagada de tantos santos, vírgenes, confesores y mártires. Nosotros, los creyentes católicos, no podemos mirar con indiferencia la descristianización de nuestra tierra. Así nos lo reclaman los santos Niños Justo y Pastor, patronos de nuestra diócesis y todo un símbolo que nos invita al radicalismo evangélico y a la vocación martirial. Que Santa Teresa, tan unida a Alcalá de Henares, os bendiga en este V centenario de su nacimiento. No lo dudéis: habéis escogido la mejor parte.
Con mi bendición
+ Juan Antonio,
Obispo Complutense
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