MADRE DE LA DIVINA GRACIA
TE SALUDAMOS EN MAYO, MES
DEDICADO ESPECIALMENTE A TI.
Querida
Madre:
Te
saludamos diciéndote ¡DE COLORES! como lo hacemos los Cursillistas, porque Tú
eres la Madre de la Divina Gracia y quien mejor ha vivido y transparentado la
Gracia de Dios. Tú eres nuestro ejemplo y modelo.
Amada
Virgen María, madre de Jesús: agradecemos el inmenso regalo que nos hizo tu
Hijo Nuestro Señor Jesucristo dándote a nosotros cuando en la Cruz nos salvaba
y redimía dando hasta le última gota de su sangre por puro amor a cada uno de nosotros.
En ese momento, Madre, rota tu alma y corazón por el dolor y el sufrimiento,
aceptaste el último deseo de Jesús de convertirte en Madre de todos. Jesús te
dijo: ¿cuento contigo?, y tú le respondiste con la mirada con un “Sí, Hijo,
cuenta conmigo, porque yo cuento con Tu Gracia”.
Querida
Madre: sabemos que Cristo Jesús también cuenta con nosotros, que nos necesita, para que todos conozcan el inmenso
amor que Dios les tiene y que puedan experimentar el gozo de la salvación. Te
pedimos nos ayudes a saber responderle con corazón grande y dispuesto; que
crezca nuestro amor y nuestra acción evangelizadora; deseamos no fallarle
viviendo una auténtica vida cristiana, caminando con los hermanos “en racimo”, fermentando
nuestro ambientes y llevando a muchos al encuentro con Cristo y su Iglesia a
través de este instrumento suscitado por el Espíritu que es Cursillos de
Cristiandad.
Bendita Madre de la Divina Gracia, te damos gracias
por derramar gracia tras gracia a todos y cada uno de nosotros, tus hijos. Te
pedimos nos guardes en tu regazo y nos cobijes bajo tu manto. Nos consagramos a
tu inmaculado Corazón, allí donde se funden los colores del cielo en perfecta
armonía, irradiando la más bella sinfonía cromática de luz.
Ayúdanos a incrementar en nuestras
almas el tesoro divino de la gracia. A
tener una confianza plena en Dios, reafirmándonos en la fe y saliendo de
nosotros mismo hacia los demás por la caridad, en nuestro peregrinar caminando
por Cristo hacia el Padre, a impulsos del Espíritu Santo, con tu ayuda, María, y
de todos los Santos, llevando con nosotros a los hermanos.
Madre de la Divina Gracia, ruega ahora y siempre por nosotros.
¡De Colores!
Con cariño, tus hijas e hijos de Cursillos de Alcalá.
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