Mensaje al Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización
El Papa asegura que la nueva evangelización debe convertirnos en instrumentos de salvación
«La nueva evangelización es tomar conciencia del amor misericordioso del Padre para convertirnos también nosotros en instrumentos de salvación para nuestros hermanos», dijo este viernes el papa Francisco a los participantes de la asamblea plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización dedicada a la relación entre la evangelización y la catequesis.
El pontífice precisó que estos cambios representan una «feliz provocación» para «entender los signos de los tiempos que el Señor ofrece a la Iglesia, para que sea capaz - como lo ha sido en el curso de dos mil años - de llevar a Jesucristo a los hombres de nuestro tiempo».
«La misión es siempre la misma -observó- pero el lenguaje para anunciar el Evangelio, exige ser renovado con sabiduría pastoral. Esto es esencial tanto para que nos entiendan nuestros contemporáneos, como para que la tradición católica hable a las culturas del mundo de hoy y las ayude a abrirse a la fecundidad perenne del mensaje de Cristo. Son tiempos de grandes retos y no debemos temer hacerlos nuestros porque sólo en la medida en que nos haremos cargo de ellos, seremos capaces de dar respuestas coherentes formuladas a la luz del Evangelio. Esto es lo que la gente espera hoy de la Iglesia: que sepa caminar con ellos, ofreciendo la compañía del testimonio de la fe, que nos hace solidarios con todos, especialmente con los más solos y marginados».
«¡Cuántos pobres esperan el Evangelio que libera! ¡Cuántos hombres y mujeres, en las periferias existenciales generadas por la sociedad consumista, esperan nuestra cercanía y nuestra solidaridad!», exclamó.
La ayuda que invocamos es el primer paso de la misericordia divina
Francisco subrayó la importancia de «la catequesis como espacio dentro del cual la vida de los cristianos madura porque hace experiencia de la misericordia de Dios». Pero no con una idea abstracta de misericordia, «sino una experiencia concreta con la que comprendemos nuestra debilidad y la fuerza que viene de lo alto».Además, confirmó que «la ayuda que invocamos es ya el primer paso de la misericordia de Dios hacia nosotros. Él viene a salvarnos de la condición de debilidad en la que vivimos. Y su ayuda consiste en hacernos captar su presencia y su cercanía. Día a día, tocados por su compasión, podemos también nosotros hacernos compasivos con todos».
Por otro lado, el Papa señaló que «el Espíritu Santo, que es el protagonista de la evangelización, es también el artífice del crecimiento de la Iglesia en el comprender la verdad de Cristo. Es Él quien abre el corazón de los creyentes y lo transforma para que el perdón recibido pueda convertirse en experiencia de amor por los hermanos».
El pontífice explicó que la pregunta sobre cómo estamos educando en la fe no es retórica sino esencial. La respuesta requiere «valentía, creatividad y decisión de emprender caminos a veces aún inexploradas».
El Obispo de Roma afirmó que la catequesis necesita ir más allá de la simple esfera escolar, para educar a los creyentes, desde niños, para encontrar a Cristo, vivo y operante en su Iglesia.
«El encuentro con Él es lo que suscita el deseo de conocerlo mejor y por tanto de seguirlo y de convertirse en sus discípulos», sostuvo y reconoció que «el desafío de la nueva evangelización y de las catequesis, por tanto, se juega precisamente sobre este punto fundamental: cómo encontrar a Cristo, cuál es el lugar más coherente para encontrarlo y seguirlo».
infocatolica.com
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