DICHOSA TÚ QUE HAS CREÍDO
El Espíritu de Dios actúa en nosotros por medio de la fe y realiza maravillas. María cree que, aunque reside en Nazaret, ha de cumplirse la profecía de Miqueas de que "en Belén de Efratá, pequeña entre las aldeas de Judá, saldrá el jefe de Israel" (Mi 5,2) . Por fe y con el poder del Espíritu Santo, a pesar de todas las tensiones y dificultades, Jesús, el Jefe de Israel, "será nuestra paz" (Mi 5,5).
Por el poder de Dios, "Cristo va a entrar en el mundo para sustituir a los sacrificios y ofrendas del Antiguo Testamento (Hb 10,5). Creemos que Cristo viene a ofrecer su cuerpo como víctima de nuestros pecados y así se va a realizar la voluntad del Padre sin desviaciones ni retrasos: "Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad" (Hb 10,7). Creemos que "todos quedamos santificados por la oblación del Cuerpo de Cristo, hecha de una vez para siempre" (Hb 10,10). Reconocemos el poder santificador de la oblación del cuerpo de Cristo entregado por nosotros. Creemos mucho, más allá de lo que ven nuestros ojos, en la fuerza del Espíritu de Dios que llena la tierra. Creemos con María, la primera de todos los creyentes, que nunca dudó de que todo lo que le había dicho el Señor, se cumpliría.
Madre María: ponte en camino y ven a fortalecer nuestra fe. Ayúdanos a creer en el poder del Espíritu de Dios para que nos dejemos guiar por él hasta la ofrenda total de nuestras vidas. Que creamos en los planes de Dios sobre nosotros.
"Vosotros sois mis hijos y yo os escucho y me gozo de estar con vosotros. Mi Hijo Jesús se alegra de estar con vosotros hasta el fin de los tiempos. Obedecedlo y amadlo. Sedle fieles y no os alejéis nunca de su presencia y de su amor. Creed cada día en su salvación y en su poder".
Págs. 399 y 400 "El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo B
P. Ceferino Santos
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