DICHOSA TÚ QUE HAS CREÍDO
El don de la fe nos desvela en su claroscuro la presencia misteriosa y la velada cercanía del Señor. Por la fe creemos en el amor de Dios, que viene saltando por los montes (Ct 2,8) de nuestras dificultades humanas. Por la fe sabemos que Dios va a cancelar nuestra condena y va a expulsar a nuestros enemigos (So 3,15). Creemos que la victoria definitiva es de nuestro Dios, que está entre nosotros.
¡Maravilloso es el don de la fe que nos conecta con el pensamiento, con la Palabra y el poder de Dios y rinde nuestro entendimiento ante los pensamientos y los planes de Dios! Maravillosa es la fe que nos descubre que Dios es cercanía y que está con nosotros: "El Señor tu Dios está en medio de ti" (So 3,17). Maravillosa es la fe de María, que cree en todo lo que Dios le ha comunicado por el ángel y cree que el Espíritu Santo la ha cubierto con su sombra. Digna de alabanza en la fe de María, que no duda ni un momento de que su anciana parienta Isabel esté ya en el sexto mes de su gestación. María ha creído en el poder de Dios y de su Espíritu. Por fe María se pone en camino desde Nazaret hasta el pueblo de Zacarías e Isabel en la montaña de Judea (Lc 1,39-40).
Con el poder del Espíritu María camina sola los 130 kilómetros que separan a Nazaret de la montaña de Judea. Con el poder del Espíritu Juan salta de gozo en el seno de su madre (Lc 1,41) y queda lleno del Espíritu de Dios. Movida por el poder divino, Isabel queda invadida por la luz de Dios y cree que María es ya la bendita entre las mujeres y que es bendito el fruto de su Vientre (Lc 1,42), Jesús, nuestro Señor y Salvador (Lc 1,43).
Págs. 399 y 400 "El Pan de la Palabra dánosle hoy" Ciclo B
P. Ceferino Santos
No hay comentarios:
Publicar un comentario