lunes, 15 de febrero de 2016

OH DIOS, CREA EN MÍ UN CORAZÓN LIMPIO



En el Año extraordinario de la Misericordia reflexionamos acerca de este rasgo distintivo de Dios.

El salmo 50 (también llamado "Miserere") es una llamada al corazón de Dios. Reconociendo nuestro pecado, sabiendo que Dios es bueno y santo y nosotros pecadores acudimos a su misericordia e imploramos su gracia para poder agradarle, para serle fiel y le decimos: "Oh Dios, crea en mí un corazón puro, limpio, y renuévame con espíritu firme", renueva tu Espíritu dentro de mí, que me guíe, me acompañe, me haga vivir todo desde Ti y contigo. Amén.

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