Damos gracias a Dios por las 27 nuevas y valientes personas que le dijeron que sí y están decididas a vivir con autenticidad su ser cristianos, a fermentar evangélicamente sus ambientes y a caminar en racimo.
Nuestro Obispo, que no podría estar como acostumbra en la Clausura, al encontrarse en Roma,
tuvo la deferencia de acercarse el sábado y compartir un rato con el Cursillo.
Gracias don Juan Antonio por su cercanía y cariño.
Aquí tenéis algunas instantáneas de la clausura.
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