MEDITACIONES CUARESMALES P. CEFERINO SANTOS: VIERNES 3º

RECTOS SON LOS CAMINOS DEL SEÑOR

 

Proclamaba el profeta Oseas: "Rectos son los caminos del Señor y los justos andan por ellos" (Os 14,10). Estas sendas las pueden conocer y caminar hasta los más sencillos y humildes; sólo los pecadores tropiezan con ellas (Os 14,10b). El profeta reduce todo el camino de Dios a dos fases o aspectos: la conversión y el amor.

En primer lugar, nos habla de la desaparición del pecado y de la conversión. "Conviértete al Señor Dios tuyo, porque tropezaste con tu pecado" (Os 14,2). El pecado desvía del camino del Señor. Queda como remedio para el hombre acudir al perdón y a la acogedora misericordia de Dios: Señor, "perdona del todo mi iniquidad" (Os 14,3). Dios quiere auxiliarnos: "Yo curaré sus extravíos" (Os 14,5a).

En segundo lugar, resta la parte positiva del camino de Dios; después de rechazar el pecado por la conversión, abrimos al amor de Dios para vivir de él: "Los amaré sin que se lo merezcan y mi cólera se apartará de ellos" (Os 14,5b). El amor de Dios transformará nuestras vidas: "Seré rocío para Israel, florecerá como azucena" (Os 14,6); "volverán a descansar a mi sombra..., florecerán como la viña, será su fama como la del vino del Líbano" (Os 14,8).

El amor de Dios quiere desbordarse sobre su pueblo para salvarlo. Luego, sólo queda vivir la teología del amor divino, en la que también pueden doctorarse los niños y los ignorantes: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser" (Mc 12,30). Todo esto es fácil, porque Dios nos presta su Espíritu Santo de amor para amarlo hoy y mañana y por toda la eternidad.

Con este amor suyo podemos también "amar al prójimo como a uno mismo, lo que vale más que todos los holocaustos y sacrificios" (Mc 12,33). ¡Rectos y fáciles son los caminos del Señor para los que le aman: rechazar el pecado; amar a Dios y al prójimo con todo nuestro ser! Desde este momento oirás: "No estás lejos del reino de los cielos" (Mc 12,34). Este se te está metiendo dentro de ti mismo y no como algo, sino como Alguien, pues Dios mismo quiere vivir dentro de ti. Amén.

"Mi gozo es estar con vosotros, los hijos de los hombres. Por eso, os facilito vuestro encuentro Conmigo por la gracia y el amor. Así pasáis a ser mis hijos adoptivos en la caridad. Dadme gracias porque os llamo a vivir una vida de hijos con mi Hijo Jesús".

 

 

EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY CICLO B
Pág. 87 (Ceferino Santos S.J.)