YO PENETRO EL CORAZÓN
Es Dios quien verdaderamente "penetra el corazón del hombre y sondea su entrañas para dar al hombre según su conducta" (Jr 17,10). Dios conoce las motivaciones profundas de la voluntad humana y pesa sus actos sin que el hombre le engañe.
Dios mira con amor al que confía sólo en Él y pone en Él su confianza (Jr 17,7) y lo proclama bendito. El justo no confía en el hombre ni busca en la carne su fuerza (Jr 17,5). No es como el hombre rico de la parábola evangélica, que se gozaba en sus riquezas y banqueteaba espléndida mente cada día (Lc 16,19), mientras dejaba morir en su portal de hambre al mendigo Lázaro sin socorrerlo (Lc 16,20-22). Pero las riquezas del epulón rico no le libraron de una muerte prematura ni de los tormentos y llamas del infierno (Lc 16,23-24).
El rico descubre demasiado tarde en el más allá la verdadera realidad de lo terrenal y de lo eterno; pero ahora ya no es momento de rectificar. Tuvieron a Moisés y a los profetas, que les enseñaron, pero no quisieron escucharles (Lc 16,31a). Y, aunque resucite un muerto (Lc 16,31b) Y éste se llame Jesús, Hijo de Dios y Maestro de la verdad, tampoco le harán caso, como se constata cada día entre los hombres que proceden como el rico Epulón.
Oh, Dios que penetras los corazones: Haznos limpios a tus ojos y concédenos ser sal de la tierra corrompida, para que sea renovada por Ti. Ayúdanos a confiar en Ti sobre todas las cosas, Señor del tiempo y de la eternidad, juez de ricos y de pobres, dueño de los vivos y los muertos. Esperamos en Ti, Señor.
"Benditos los que confiáis en Mí; no quedaréis defraudados. Yo conozco vuestra inseguridad y vuestras debilidades. Por eso, quiero ayudaros y os mando venir a Mí para que os refugiéis a la sombra de mis alas. Yo os daré fuerzas para la lucha y para mi servicio y os recompensaré según el fruto de vuestras acciones".
EL PAN DE LA PALABRA DANÓSLE HOY CICLO B
Pág. 78 y 79 (Ceferino Santos S.J.)
Pág. 78 y 79 (Ceferino Santos S.J.)
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