El segundo día del Cursillo es el día de la Esperanza.
Quien encuentra a Jesucristo en su Iglesia se siente empujado y urgido por la esperanza. La esperanza es virtud de caminantes.
Hemos de ser peregrinos de esperanza.
Oramos para que todos los que lo están viviendo se sientan peregrinos, se dejen guiar por las indicaciones de Dios y sepan pararse de cuando en cuando a recuperar energías.
Nuestro corazón y mente están en nuestro Cursillo. Haciendo palanca.
¡De Colores!
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