miércoles, 4 de mayo de 2016

MEDITACIÓN P.CEFERINO SANTOS. MIÉRCOLES 6ª SEMANA DE PASCUA



OS LO IRÁ COMUNICANDO

Dios en su misma esencia es comunión. El Padre se comunica plenamente al Hijo, y el Hijo y el Padre se comunican en el Amor personal y eterno del Espíritu Santo. Dios quiere también comunicarse con los hombres. Cristo se hace palabra de Dios que se trasmite a cada hombre. Jesús comparte su vida y sus dones con nosotros y se entrega por nosotros. Y, cuando marcha a los cielos, sigue comunicándose con nosotros en los sacramentos y en la palabra por su Espíritu Santo.
Cuando venga el Espíritu de verdad, nos guiará hasta la verdad plena, nos hablará de lo que oye al Padre y al Hijo y nos comunicará lo que está por venir (Jn 16,13). Cristo nos manifestó muchas cosas, pero le quedaron muchas por decirnos, porque aún no estábamos preparados para cargar con ellas (Jn 16,12). Sin el don gratuito del Espíritu y de la fe, los mensajes de Dios no se entienden o se entiendan mal y se rechazan.
Cuando San Pablo anunció en Atenas al "Dios desconocido" (Hch 17,23), que se manifestó "por medio del hombre designado por Él, con la prueba dada a todos de resucitarlo de entre los muertos" (Hch 17,31), los atenienses no lo entendieron y se tomaron a broma un mensaje central en la historia de la salvación. Sólo unos pocos llamados y elegidos, como Dionisio y una mujer llamada Dámaris (Hch 17,34), aceptan la palabra y la reciben. 
En el plan salvífico de Dios entra el seguir comunicándose con nosotros y el querer que aceptemos la comunicación de sus mensajes y sus dones. El Espíritu, dice Jesús, "tomará de lo mío y os lo anunciará" (Jn 16,15).
Si nos falta apertura de corazón sincero y trasparencia de alma, la comunicación con Dios y con los demás se deteriora. Tendremos que pedir perdón a Dios por nuestro corazón endurecido. Cuando obedecemos a Dios, la comunión con Él y con los demás hermanos se convierte en unidad armoniosa. Somos dóciles al Espíritu de Dios y vamos teniendo comunión entre nosotros en la llamada, en la misión evangelizadora, en el amor y en la fe, que nos unen por encima de nuestras diferencias humanas.
Espíritu Santo de Dios: ayúdanos a vivir en comunión Contigo, con Jesús, con el Padre y con los hermanos. Aceptamos gozosos la comunicación de tus dones, de tu palabra, de tu misión, de tu mensaje y de tu vida. Que Santa María interceda por nosotros. Amén.

"Yo, vuestra Madre del cielo, viví en continua comunicación con Dios. Yo estuve llena del Espíritu Santo desde el primer momento de mi ser y estuve en constante intimidad con el Padre y con mi Hijo. Abríos a la comunión íntima y profunda con Dios en la oración, en vuestro trabajo y vuestras decisiones, en todo vuestro ser. Doleos de no mantener siempre viva vuestra comunicación con Dios. Dejadle que Él se comunique con vosotros. Yo os ayudaré".

Meditaciones del P. Ceferino Santos, SJ.
“El Pan de la Palabra... dánosle hoy”  Ciclo C

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