PEDIR AL PADRE EN TU NOMBRE
Es un gran don de la gracia "exponer la vida de Jesús con mucha exactitud" (Hch 18,25). Conocer "con más detalle el camino del Señor" (Hch 18,26) en la vida de los creyentes es aún gracia mayor. Y vivir tan unidos a Cristo, de modo que sepamos orar en su nombre (Jn 16,26), es gracia excelentísima.
Pero, ¿qué don maravilloso es ése, oh Jesús, de pedir algo al Padre en tu nombre (Jn 16,23)? ¿Es acaso meterse por gracia en tu misma Persona y en tu oración y pedir al Padre lo mismo que Tú pides para nosotros? ¿Es unirse perfectamente tu oración y a tu querer y pedir que se haga pronto y en plenitud la voluntad justísima de tu Padre? ¿Será, tal vez penetrar en el misterio de tu misma oración, que el Padre escucha siempre, y realizar Contigo cosas mayores que las que antes hiciste?.
Señor, aún no sé bien lo que es orar en tu nombre. Enséñame a estar unido a tu Persona divina y a tu oración por los hombres. Concédeme orar desde tu Corazón y con tu corazón que clama al Padre en favor de los hombres de todos los tiempos y de todas las edades. Hazme oración continua en Ti y en tu nombre. Que, cuando yo duerma, vele tu Corazón para orar en mí y por mí eficaz e incesantemente.
Meditaciones del P. Ceferino Santos, SJ.
“El Pan de la Palabra... dánosle hoy” Ciclo C
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