El 23 de enero de 2007 el Cardenal Primado de España realizó la Consagración de España a la Divina Misericordia.
El acto tuvo lugar en la catedral de Toledo con asistencia de las Autoridades Locales y Autonómicas coincidiendo con la apertura del año jubilar de San Ildefonso, que fue Arzobispo de Toledo, gran defensor de la Virginidad de María y luchó en su tiempo contra la herejía arriana. Pinchando aquí podrás ver el video del momento principal del acto, que incluye un breve resumen de las razones expuestas por el Cardenal en su homilía
Adicionalmente a esta Consagración pública se sugiere como estrategia complementaria realizar la Consagración de cada familia o de sí mismo a la Divina Misericordia, para unirse a los pastores en sintonía con los deseos del Sagrado Corazón y obtener aún más copiosamente los beneficios particulares que nuestro Señor desea otorgar por su Misericordia. Cuantas más familias e individuos se sumen a esta iniciativa de realizar la Consagración privadamente dentro de un país, más aumentarán los beneficios del acto público para todos sus habitantes.
Oración para consagrarse y consagrar tu familia a la Divina Misericordia:
Oh Dios Uno y Trino, fuente inextinguible de Vida que es la Luz de los hombres, Padre Creador, Hijo Redentor, Espíritu Santo Santificador!
Nuestra familia se postra ante ti en esta hora de dificultades para implorar tu Gran Misericordia, que brota del profundo piélago de tu Amor divino, surge en el Corazón Sacratísimo de Jesús y nos llega por la mediación universal del Inmaculado Corazón de María, tu Madre.
A tu Misericordia divina deseamos consagrar hoy nuestras personas, nuestra familia y nuestra vida para que nunca dejes de mirarnos con benevolencia.
Mira, en primer lugar, el fondo de nuestro corazón contrito y humillado que reconoce sus errores e ingratitudes.
Muéstrate indulgente ante la multitud de nuestras deudas y pecados personales y perdona la culpa y la pena que por ellos justamente hemos merecido.
Acoge compasivo, los dolores y peticiones de nuestra familia para que, unidos firmemente en un mismo corazón, seamos fieles a tus mandatos de Amor y nuestro hogar sea un remanso de paz y virtud, que refleje constantemente el modelo de tu Sagrada Familia de Nazaret.
Atiende benigno las peticiones que hacemos diariamente por nuestras necesidades materiales y espirituales.
Envíanos tu Espíritu de Luz y Sabiduría infinitas para que viendo los pequeños sucesos de cada día con ojos de eternidad, seamos siempre fieles a la vocación que asignaste a cada uno de nosotros en tus designios misericordiosos, de modo que se haga realidad el deseo de tu Sagrado Corazón de reinar en y a través de nuestra familia. Jesús, confiamos en ti.
Te encomendamos también mediante esta consagración a todas las autoridades de nuestro país y a los pastores de tu Iglesia para que por tu Misericordia tengan la luz y fortaleza necesarias que lleve a nuestra nación según los deseos de tu Sagrado Corazón, que son de paz y no de aflicción.
Asimismo, queremos unir en este acto, nuestra voluntad e intenciones a las que tuvo el Santo Padre el día 17 de agosto del 2002 en Polonia, al consagrar entonces el mundo a tu Divina Misericordia Todo esto te lo pedimos por medio del Corazón Inmaculado de María, para que haga llegar nuestra oración al Corazón Misericordioso de Jesús, en el seno de tu Trinidad Beatísima.
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal.
Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal.
Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal.
Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero.
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