SI ES DEL SEÑOR...
Lo que es del Señor, Él lo protege, lo guarda y lo sella con la marca de su cruz y de su Espíritu. El Colegio apostólico es algo que quiere el Señor en la futura Iglesia y Jesús no permite que sus apóstoles perezcan entre las olas de la tempestad del lago (Jn 6,18) y el mismo Jesús los conduce enseguida a la orilla (Jn 6,21).
Pueden surgir dificultades en la Iglesia naciente por las divisiones y desigualdades entre los discípulos de lengua griega y los de lengua judía (Hch 6,1); pero si la Iglesia es cosa del Señor, la Iglesia no se hundirá en las olas de las dificultades, y la creación del ministerio de los diáconos dará solución a los problemas.
"Si es del Señor" (Hch 5,39), su obra crecerá, saldrá adelante en las dificultades y producirá frutos buenos, sin que la destruya la oposición de los hombres. Si son del Señor y no de los hombres, las obras asociativas y evangelizadoras que nacen en la Iglesia seguirán adelante. ¿No se opusieron los hombres -también los de Iglesia- a lo largo de los siglos a tantas obras que había suscitado el Espíritu y que dieron bellos frutos espirituales, a pesar de las opiniones negativas de los "sabios"? Si algo es del Señor, andaremos por encima de las olas de las dificultades, sin hundirnos, y las tempestades se calmarán. Si la palabra anunciada es del Señor, se difundirá, cundirá y tocará los corazones, a pesar de las críticas y dificultades. Si son del Señor, crecerán en la Iglesia las bendiciones de los carismas y los nuevos ministerios, por encima de las olas de las burlas y los descréditos. Si un apostolado es del Señor, "crecerá mucho el número de los discípulos" (Hch 6,7) y muchos críticos aceptarán la fe. ¿Qué falla para que no crezca espectacularmente la Iglesia, que tiene la fuerza del Espíritu? ¿Estamos ahogando lo que brota del Espíritu por mantener como los viejos sacerdotes judíos tradiciones sin vida y opiniones demasiado humanas?
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