martes, 8 de marzo de 2016

MEDITACIÓN P.CEFERINO SANTOS MARTES 3ª SEMANA DE CUARESMA



VACACIONES JUNTO AL RÍO DEL ESPÍRITU

El agua es necesaria para la vida. En países desérticos se la ve como un don del cielo y como símbolo de la vida. En el orden espiritual, el agua, tocada por la bendición de Dios, se convierte en instrumento de vida divina en el Bautismo o en la Eucaristía y en símbolo del mismo Espíritu de Dios: "De su seno (de Cristo) manarán ríos de agua viva. Lo dijo Jesús refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él" (Jn 7,38-39).

El profeta Ezequiel usará también el símbolo del agua para hablar del Espíritu de Dios: "del umbral del Templo manaba agua hacia Levante ... " (Ez 47,1). (En Semana Santa mucha gente planea sus vacaciones junto al agua del mar, como una evasión del trabajo y, a veces, como una huida de Dios). La Iglesia nos invita hoy en estas lecturas a tomar unas vacaciones a las orillas del río del Espíritu, que brota del costado del Templo de Dios (Ez 47,1) y crece incesantemente en su caudal hasta llegar al mar pútrido del pecado y la muerte, para regenerarlo y llenarlo de peces y de vida (Ez 47,9). En las orillas del río de Dios brotan y maduran los frutos maravillosos del Espíritu en cosechas continuadas y abundantes (Ez 47,12).

Cristo mismo nos exhorta a acercarnos a las orillas del río de Dios: -Os invito a sumergiros en las aguas del Espíritu Santo para ser lavados y limpios de vuestros pecados y quedar refrescados y aliviados del ardor y el cansancio del camino. Os invito a bajar a las aguas profundas de la vida del Espíritu con los enfermos, los atribulados y los paralíticos del alma y del cuerpo para que sean sanados en el día y en la hora de Dios (Jn 5,7). Os invito a comer en abundancia de los frutos de los árboles del Espíritu para que tengáis vida divina en vosotros, crecimiento espiritual y fortaleza para la evangelización y los trabajos del Reino. Necesitáis crecer en el amor y en la paz, en el gozo y en la magnanimidad, en el paciencia y la bondad, en la benignidad y en la fe, en la continencia y en el propio dominio. Bebed del agua de vida; bañaos en ella. Alimentaos de los frutos abundantes y maduros, que crecen junto a los torrentes maravillosamente bellos del Espíritu.

Meditaciones del P. Ceferino Santos, SJ.
“El Pan de la Palabra... dánosle hoy”  Ciclo C


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