San José, esposo de María
EL CAMBIO A MEJOR
Cuando Dios se manifestó a Abrahán, que no tenía descendencia, le cambió, le hizo fecundo y "padre de muchos pueblos" (Rm 4,17). Dios fue también el que cambió a David de pastor en rey y le promete que su casa y su reino durarán por siempre en su presencia (2S 7,16). Es en Jesús donde va a perdurar y a mejorar el reino de David. Cuando Dios actúa en nuestras vidas nos cambia mejorándonos, José, el carpintero de Nazaret, es elegido por Dios para hacer de esposo y protector de la Madre del Hijo unigénito de Dios. José, por el trato íntimo con Jesús y con María, va cambiando en mejor y santificándose cada vez más.
Dios quiere manifestársenos para cambiarnos a mejor y perfeccionarnos con su santidad. El "Yo-soy" se aparece a Moisés en la zarza ardiendo y le cambia de pastor de ovejas en guía y jefe de su pueblo, Israel (Gn 3,14). Dios les pide a los Israelitas que caminan por el desierto, un cambio radical desde sus protestas airadas hasta la obediencia fiel a su Señor: "No protestéis como protestaron algunos de ellos y perecieron" (1 Co 10,10).
La narración de la higuera estéril encierra una enseñanza parecida. Cristo le exige que pase de la infertilidad al fruto agradable y comestible, porque, de lo contrario, la higuera será cortada (Lc 13,7).
Cualquier cambio a mejor no es obra nuestra; es don de Dios: "Todo depende de la fe y todo es gracia" (Rm 4,16). Pero al don gratuito de Dios hemos de responder con nuestra colaboración, con nuestro "sí", con el doble encarnacionismo de la acción transformativa de Dios en la corporeidad de nuestra humilde acción humana.
"Enséñame, Señor, a colaborar con tu maravillosa acción transformativa, Porque si no colaboramos Contigo, todos pereceremos de la misma manera (Lc 13,5). Señor, quiero ser siempre fiel colaborador tuyo, como Moisés, como Pablo, como Abrahán, como David y como San José, tu servidor humilde y fiel. Y tú, bendito San José intercede por nosotros para que cambiemos continuamente a mejor según el modelo perfecto de Jesús, tu hijo adoptivo y bien amado. Amén".
Meditaciones del P. Ceferino Santos, SJ.
“El Pan de la Palabra... dánosle hoy” Ciclo C
No hay comentarios:
Publicar un comentario